Iglesias Cristianas de Dios

 

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Las Lunas Nuevas de Israel [132]

(Edición 2.0 19950826-19990918)

 

Este artículo continúa del primer artículo y se ocupa del significado espiritual de las Lunas Nuevas. La observancia de las Lunas Nuevas por la Iglesia a través de los siglos también es examinada.

 

 

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Las Lunas Nuevas de Israel [132]

 


El estudio de las Lunas Nuevas ha sido desarrollado en la primera parte de la serie denominada Las Lunas Nuevas [125]. Este artículo comienza a explicar el significado espiritual de las Lunas Nuevas. La Iglesia ha guardado las Lunas Nuevas durante muchos siglos en las llamadas eras. La Iglesia Apostólica observó las Lunas Nuevas. Pablo dijo que nadie debería juzgar a otro en temas de comida y bebida o Sábados o Lunas Nuevas o Fiestas (Col. 2:16). Sabemos sin lugar a dudas que la Iglesia de Jerusalén observó el Sábado hasta el cuarto siglo, tal como Bacchiocchi ha demostrado. Pablo no habría hecho la declaración si los diversos tipos de observancias no estuviesen siendo observados. Las Lunas Nuevas cayeron en desuso, como así también las Fiestas, previo al Concilio de Nicea en la iglesia en general. Sin embargo, eso no quiere decir que no fuesen observadas.

 

Las iglesias húngaras y de Transilvania fueron las últimas en Europa en observar las Lunas Nuevas, según registra el Rabino Principal de Budapest Rabí Samuel Kohn (DIE SABBATHARIER IN SIEBENBURGEN Ihre Geshichte, Literatur, und Dogmatik, Budapest, Verlag von Singer y Wolfer, 1894; Liepzig, Verlag Von Franz Wagner). Las Lunas Nuevas fueron de una importancia tal que la Fiesta de Trompetas no estaba registrada en el Antiguo Himnario del Sábado bajo su propia fiesta. Se la consideraba como una Luna Nueva, lo cual, por su tratamiento, indica que las Lunas Nuevas eran consideradas por esa Iglesia como prioritarias a las fiestas. Esa es la forma en que las Lunas Nuevas fueron registradas. Se encuentran generalmente enumeradas bíblicamente en orden de precedencia después del Sábado y antes de las fiestas (vea 1Crónicas 23:31; 2Crónicas 2:4; 8:13; 31:3; Esdras 3:5; Nehemías 10:33; Isaías 1:13,14; Ezequiel 45:17 (orden al revés); 46:3; Oseas 2:11 (orden inverso y término genérico)). En el tabernáculo, el Templo bajo Salomón y en cada restauración, las Lunas Nuevas fueron establecidas, como vemos de estos textos. Ninguna restauración fue completa sin ellas.

 

En las páginas 62-67 del trabajo de Kohn, se afirma acerca del himnario que:

 

El himnario fue escrito en húngaro por [Andreas] Eossi, Enok Alvinczi, Johannes Bokenyi. Tomás Pankotai, y Simon Pechi. ... Consistía de 102 Himnos: 44 para el Sábado, 5 para la Luna Nueva, 11 para la Pascua y los Panes sin Levadura, 6 para la Fiesta de las Semanas, 6 para Tabernáculos, 3 para el Año Nuevo, 1 para Expiación, 26 para los propósitos de todos los días. (Este material es extraído por Gerhard O Marx en su arículo Beliefs and Practices of the Church of God in Transylvania during the period 1588-1623 (Las Creencias y las Prácticas de la Iglesia de Dios en Transilvania durante el período 1588-1623)).

 

Kohn observó que estas Iglesias:

 

Restauraron el Cristianismo original y verdadero, en el hecho de que ellos realmente aceptaron y practicaron las costumbres religiosas judías y los estatutos que el Antiguo Testamento prescribe, los cuales el Cristianismo original observaba como obligatorios y sólo más tarde descartó (Kohn, p. 8).

 

Andreas Eossi se convirtió en el líder de la Iglesia Unitaria a la muerte de Francis Davidis en 1579. Davidis había establecido la Iglesia Unitaria en Transilvania en 1566 de elementos húngaros de la iglesia Unitaria llamada Waldenses. Eossi había sido convertido y se volvió Unitario en 1567. De modo semejante a los Waldenses occidentales al comienzo de la Reforma, la Iglesia Europea del Este se dividió en observantes del domingo o del sábado a partir de la muerte de Davidis; y Eossi se convirtió en líder de los que observaban el sábado.

 

La Iglesia de Dios realmente resultó tener como opositores a estos Unitarios dominicales que fueron usados por los centros de poder. El atractivo del poder del sistema protestante fue la causa principal.

 

También vemos que distinciones sutiles provienen de la oposición a Davidis por Faustus Socini (1539-1604) a requerimiento del Piadmontés George Blandrata que se había convertido en la cabeza de los Unitarios de la Iglesia Reformada en 1558 después que el movimiento se había establecido en su sínodo de 1556. Según sabemos, los Anabautistas holandeses de los Países Bajos bajo David Joris de Delft (1501-1556) también eran Unitarios. Los Anabautistas divergieron de los Lollardos a partir del siglo quince.

 

El movimiento Unitario derivó el nombre Socinianos de Fausto Socini. Como sabemos, él se opuso a Francisco Davidis que dirigía la sección más militante en lo que concierne a la naturaleza de Cristo. Quizá la oposición se originaba en el apaciguamiento para apelar a las mayorías, como ha sido el caso en los últimos dos siglos. Davidis estuvo detenido en el castillo de Deva por rehusarse a orarle a Cristo y murió allí en noviembre de 1579. Fue sucedido por Eossi. Por supuesto, la Iglesia de Dios no era conocida por el término Unitario ya que ese término no fue acuñado como una palabra hasta ser usado por Melius, haciendo su primera aparición en un documento en el decreto del Sínodo de Lecsfalva en 1600. Fue formalmente adoptado por la Iglesia Romana en 1638. El desacuerdo entre Socini y Davidis parece estar centrado en la posición exacta de Cristo. Ambos eran Unitarios. Davidis rechazaba todas las formas de culto dirigido a Cristo. Socini admitió el término Dios a Cristo en un sentido subordinado. Él de Dios subordinado, el deuteros theos, es el sentido que derivamos de las obras de Ireneo. Andreas Eossi, al morir Davidis y con la remoción de los elementos pro dominicales, pudo restaurar a la Iglesia Europea a su más pura, antigua, y original forma.

 

Esta estructura involucraba las Lunas Nuevas como una parte integral de la fe. Las Lunas Nuevas fueron consideradas por lo menos a la par de los Días Festivos. La Fiesta de Trompetas no se encontraba enumerada separadamente, según vemos por el himnario, sino que más bien era considerada como una Luna Nueva, lo cual es, siendo la Luna Nueva del séptimo mes, o Tishri. Hubo así en la mente de la Iglesia Europea un significado espiritual para las Lunas Nuevas que les deban una importancia, la cual representaba en forma análoga, y sin chocar, el significado del advenimiento Mesiánico, representado en la Fiesta de Trompetas.

 

Hemos visto del primer estudio que las Lunas Nuevas se establecen desde el Pentateuco. Eran consideradas por lo menos de importancia equiparable al Sábado semanal (Hayyim Schauss The Jewish Festivals History and Observance (Historia y Observancia de los Festivales Judíos), tr. Samuel Jaffe, Schocken Books, Nueva York, 1938, p. 275; Y J. Wellhausen, Prolegomena to the History of Israel (Prolegomeno a la Historia de Israel), 1885, p. 113). Ninguna transacción era hecha ya fuese Luna Nueva o Sábado (Amós 8:5). A partir de esto y el artículo subsiguiente veremos que las Lunas Nuevas son integrales al Plan de Salvación. Las Lunas Nuevas no sólo tienen significado espiritual con relación a la posición de Israel en el Plan de Salvación, sino que representan la completa secuencia de los sacrificios que determinan no sólo la validez de las Iglesias centrales de Dios sino que también determinan la composición de los 144.000 y demuestran el significado de su composición ambos estructuralmente por tribus, no sólo dentro de Israel sino que también en el sentido extendido, como el gobierno de las naciones. Las Lunas Nuevas también son esenciales para una explicación de los sacrificios involucrados en el Templo Nuevo de Dios que comenzó desde la Encarnación y Resurrección del Mesías. Sin las Lunas Nuevas, no puede haber restauración completa. Elías restaurará también las Lunas Nuevas o él no habrá restaurado todas las cosas (Malaquías 4:5; Mateo 17:10-11). De Luna Nueva a Luna Nueva y de Sábado a Sábado, toda carne vendrá y adorará ante mí dice el Señor (Isaías 66:23). Esa es la restauración verdadera. Esa restauración comenzará antes de la llegada del Mesías y continuará hasta que las naciones sean todas subyugadas y convertidas.

 

Sugerir que las fiestas deben ser observadas y no las Lunas Nuevas es entender mal el significado de ambos y la intención de Dios. Si los Días Santos tienen vigencia por el cuarto mandamiento, entonces también las Lunas Nuevas lo tienen.

 

Tratemos ahora de extraer el significado completo de las Lunas Nuevas en el Plan de Dios.

 

Génesis 1:14 demuestra que Dios puso las luces en los cielos para determinar los días y las noches y como señales y para las estaciones. Las Lunas Nuevas determinan el orden y momento de las fiestas y lógicamente preceden al Sábado que representa el acto de finalización, como el séptimo día, mientras que las Lunas comenzaron desde el cuarto día. Las luminarias están para separar la luz de la oscuridad (Gén. 1:18). La luna demuestra la luz del mundo dentro de la oscuridad que lo rige. El sol se usa para representar a Cristo (Mal. 4:2).

 

Malaquías 4:2-5 2 Mas para vosotros, los que teméis mi nombre, nacerá el sol de justicia y en sus alas traerá salvación. Saldréis y saltaréis como becerros de la manada. 3 Pisotearéis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies en el día en que yo actúe, dice Jehová de los ejércitos. 4 Acordaos de la ley de Moisés, mi siervo, al cual encargué, en Horeb, ordenanzas y leyes para todo Israel. 5 Yo os envío al profeta Elías antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. (RV)

 

Aquí el sol es Mesías y el temor al Señor es el recuerdo de las Leyes de Dios.

 

El sol, que es el Mesías, primero salió sobre Jacob (Gén. 32:30-31).

 

Génesis 32:30-31 30 Jacob llamó Peniel a aquel lugar, porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma. 31 Ya había pasado de Peniel cuando salió el sol; y cojeaba a causa de su cadera. (RV)

   

Aquí él vio el elohim de Israel cara a cara. Este elohim era Mesías.

 

Los cuerpos celestes difieren en gloria ya que los cuerpos se usan para denotar distintas condiciones.

 

1Corintios 15:40-50 40 Hay cuerpos celestiales y cuerpos terrenales; pero una es la hermosura de los celestiales y otra la de los terrenales.  41 Uno es el resplandor del sol, otro el de la luna y otro el de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en resplandor. 42 Así también sucede con la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. 43 Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. 44 Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal y hay cuerpo espiritual. 45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre, Adán, alma viviente; el postrer Adán, espíritu que da vida. 46 Pero lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. 47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. 48 Conforme al terrenal, así serán los terrenales; y conforme al celestial, así serán los celestiales. 49 Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial. 50 Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. (RV)

 

La luna se usa para representar tanto a Israel, como la nación, e Israel, como la Iglesia. Él, Israel, mandará como Dios (elohim).

 

El primer uso que tenemos de la ilustración, según se aplica a las tribus, se encuentra en Génesis con José en Génesis 37:9.

 

Génesis 37:5-11 5 Tuvo José un sueño y lo contó a sus hermanos, y ellos llegaron a aborrecerlo más todavía. 6 Él les dijo: Oíd ahora este sueño que he tenido: 7 estábamos atando manojos en medio del campo, y mi manojo se levantaba y se quedaba derecho, y vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban ante el mío. 8 Entonces le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o dominarás sobre nosotros? Y lo aborrecieron aún más a causa de sus sueños y sus palabras. 9 Después tuvo otro sueño y lo contó a sus hermanos. Les dijo: He tenido otro sueño. Soñé que el sol, la luna y once estrellas se inclinaban hacia mí. 10 Y lo contó a su padre y a sus hermanos; su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que tuviste? ¿Acaso vendremos yo, tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti?  11 Sus hermanos le tenían envidia, pero su padre meditaba en esto. (RV)

 

El significado de las gavillas se encuentra en el simbolismo de la cosecha general. Aquí vemos que el dominio de José es como parte de la cosecha. Dentro de este sistema, vemos que el simbolismo se extiende abarcando sol, luna y estrellas. Jacob se convierte en el sol, como el progenitor del Mesías. Su nación es nombrada él mandará como Dios o Israel. Su esposa es representada como la luna porque, como la madre de Israel, ella también representa la nación. La esposa de Mesías o la prometida de Cristo es también la Iglesia, como vemos del NT.

 

Las tribus son las estrellas de la Hueste. Son las once estrellas con José, como la doceava estrella.

 

Ahora, podemos proceder a Apocalipsis 12:1-17.

 

Apocalipsis 12:1-17  1 Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. 2 Estaba encinta y gritaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento. 3 Otra señal también apareció en el cielo: un gran dragón escarlata que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas tenía siete diademas. 4 Su cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciera.  5 Ella dio a luz un hijo varón, que va a regir a todas las naciones con vara de hierro; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono. 6 La mujer huyó al desierto, donde tenía un lugar preparado por Dios para ser sustentada allí por mil doscientos sesenta días. 7 Entonces hubo una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón. Luchaban el dragón y sus ángeles, 8 pero no prevalecieron ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. 9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él. 10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque ha sido expulsado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. 11 Ellos lo han vencido  por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, que menos preciaron sus vidas hasta la muerte. 12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar!, porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo. 13 Cuando el dragón vio que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. 14 Pero se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila para que volara de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo.15 Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuera arrastrada por el río. 16 Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y se tragó el río que el dragón había echado de su boca. 17 Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer y se fue a hacer la guerra contra el resto de la descendencia de ella, contra los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. (RSV)

 

Aquí la mujer está vestida con el sol y la luna está bajo sus pies. En su cabeza hay una corona de doce estrellas. El simbolismo aquí es que Israel creció fuera de la nación y se convirtió en la Iglesia. El Israel físico se transformó en el Israel espiritual. El derecho de primogenitura de la nación y las tribus se convertirá en el ornamento de la Iglesia. Este proceso ocurre durante el período al que se refiere en este capítulo. La nación y la Iglesia son perseguidas después de que ella dio a luz al hijo varón y él fue llevado a Dios y a su trono. Después de este período, el acusador de los hermanos fue arrojado a tierra. Los ángeles aquí se refieren a los elegidos como a sus hermanos. Por lo tanto, hablamos de una relación familiar que incluye al ejército angelical.

 

Aquí vemos que la descendencia de la mujer son aquellos que guardan los mandamientos de Dios y el testimonio de Jesús de manera que la nación aquí se convierte en la Iglesia y, por consiguiente, se abre a la inclusión de los Gentiles, como parte de Israel. Así, la descendencia de Israel es perseguida por un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo o 1.260 días-años proféticos. Este período terminó, como vimos, en 1850. Sin embargo, hay otro período que luego sobreviene que involucra las guerras del fin bajo lo que es llamado el imperio de la bestia. Este período cubre el tiempo hasta el sellamiento de los santos, mencionado en Apocalipsis 14. A partir de este tiempo, el evangelio del Reino eterno de Dios es predicado y el sistema babilónico es destruido (Apo. 14:8).

 

Independientemente de los marcos de tiempo involucrados durante el proceso, el sol, la luna y las estrellas representan tanto a la mujer que dio a luz al Mesías como a la descendencia de la mujer que es la Iglesia y la prometida del Mesías.

 

La luna se usa para representar a Israel nación y también a la Iglesia porque la luna no posee luz propia. Recibe la luz que dimana del sol que es una estrella del primer sistema. Este sol es también la estrella que surgirá de Jacob (Núm. 24:17). Por lo tanto, tenemos una estrella del primer sistema que deja el rango y se convierte en la salvación del sistema nuevo. A través de su actividad, nuevos sistemas o estrellas son creadas por medio de la mujer que es la nación y la Iglesia. No teniendo poder intrínseco, ella depende del poder dado a ella del sol que es un factor del creador. Así Dios es preeminente en la actividad de la secuencia.

 

La luna es también simbólica porque es en fases. La Luna Nueva representa el comienzo de la actividad de cada ciclo. Hay doce meses en el año (excepto él de intercalación) (1Reyes 4:7; 1Crónicas 27:1-15). Su duración generalmente se considera de 30 días (Génesis 7:11; 8:3-4; Números 20:29; Deut. 21:13; 34:8; Ester 4:11; Daniel 6:7-13). Estos meses son:

 

1. Nisan (marzo-abril) (o Abib; cananeo)

 

2. Iyyar (abril-mayo) (o Ziv: cananeo)

 

3. Sivan (mayo-junio)

 

4. Tammuz (junio-julio)

 

5. Ab (julio-augusto)

 

6. Elul (augusto-septiembre)

 

7. Tishri (septiembre-octubre) (o Ethanim; cananeo)

 

8. Marcheshvan (octubre-noviembre) (o Bul; cananeo)

 

9. Chislev (noviembre-diciembre)

 

10. Tebeth (diciembre-enero)

 

11. Shebat (enero-febrero)

 

12. Adar (febrero-marzo)

 

Los equivalentes babilónicos son:

 

1. Nisanu: El mes del sacrificio

 

2. Ayaru: El mes de la procesión

 

3. Simanu: El tiempo o estación establecida de hacer ladrillo

 

4. Du-uzu: El mes de Tammuz, el dios de la fertilidad

 

5. Abu: El mes de las antorchas

 

6. Elulu o Ululu: El mes de la purificación

 

7. Teshritu: El mes de los comienzos

 

8. Arah-samna: El octavo mes

 

9. Kislimu: De significado incierto

 

10. Tebitu: El mes de zambullirse (en agua)

 

11. Shabatu: El mes de las tormentas y la lluvia

 

12. Adaru: El mes de la era.

 

El ciclo de doce meses lunares (354 ¼ días) es más corto que el año solar (365 ¼ días). Por ser necesario que la fiesta de primavera de Pascua-Mazzoth, que empieza el ciclo de las fiestas agrícolas, fuese observada en un tiempo fijo del año es obvia la razón por la cual el mes a intercalar sea en Adar al final del año. La Pascua debe coincidir con la primera cosecha y así el comienzo del año depende de la posición de la luna para la época en la que la cosecha de la cebada ocurre. El simbolismo espiritual es de capital importancia. Las fiestas dependen de las Lunas Nuevas y no al revés.

 

La Luna Nueva es el "comienzo del mes lunar, a saber el período entre una conjunción y la siguiente, cuya duración ha sido calculada con exactitud en las escuelas astronómicas" (Judaeus Philo, The Special Laws (Las Leyes Especiales), II, XXVI, 140, F. H. Colson (Harvard University Press, Cambridge, Massachusett, 1937).

 

El nombre del mes a intercalar es WeAdar (y Adar), según M. Ned VIII.5 (vea el Diccionario de los Intérpretes de la Biblia, Vol. 1, p. 487). Los cálculos rabínicos muestran que siete de cada diecinueve años tienen un mes adicional que llamamos Adar II.

 

Los meses se determinan por las Lunas Nuevas y todo el Plan de Salvación es demostrado de cada Luna Nueva a través del cálculo de las fiestas y su comprobación en el ciclo de las cosechas físicas reales.

 

Dios se ocupó del sistema egipcio y sus dioses a través del éxodo. Dios se ocupó del sistema babilónico a través del establecimiento correcto del calendario y la Iglesia. Note que el sistema babilónico comienza el año desde el mes de los comienzos, Teshritu o Tishri. Desde este mes, el Mesías establecerá al Nuevo Comienzo que es simbolizado por la Fiesta de Trompetas, día de Expiación, y la Fiesta de los Tabernáculos.

 

Tishri se determina por la Luna Nueva que es Trompetas. El mes de los comienzos se estableció en la séptima luna, la cual representa las siete fases de las siete Iglesias. Cada Luna Nueva representa la fase del Mesías a través de cada Iglesia hasta el retorno del Mesías en el advenimiento. Por lo tanto, las Lunas Nuevas son en sí mismas representativas de las Iglesias. Hasta donde se ha podido establecer, sólo dos eras de la Iglesia no han guardado las Lunas Nuevas en ninguna etapa de su historia. Éstas son las que se pueden denominar las eras de Sardis y de Laodicea. Una de éstas está muerta, y la otra es escupida con fuerza de la boca de Dios.

 

Se determinó que el año comenzará en el mes del sacrificio que representaba el sacrificio de Pascua del Mesías. En este mes empezaba la cosecha que era además la primera secuencia de la cosecha, es decir, la cosecha de la cebada. Dios luego llevó adelante el proceso de cosechas a través de cada una de las fases que son tres períodos de cosecha. Éstas son la Pascua y Panes sin Levadura, la Fiesta de las Semanas, y la Fiesta de los Tabernáculos o Recolecta. La Fiesta de las Semanas simboliza la cosecha de la Iglesia antes del retorno del Mesías. Éste es un proceso continuo. Así Pentecostés es el comienzo de una secuencia que continúa a través de cinco lunas, desde Sivan hasta Tishri, aún habiendo siete en la secuencia de Nisan a Tishri. Estas cinco son las piedras que David levantó del arroyuelo (vea el artículo David y Goliat [126]). Sardis y Laodicea son eliminados. Sivan comienza la fabricación de ladrillos del Templo de Dios. La secuencia luego involucra renacimiento (Du-Uzu: Tammuz), las antorchas (Abu: Ab) o las candelas de la Iglesia y la purificación (Elulu: Elul) de los elegidos. Por lo tanto, los meses desde Simanu (Sivan) hasta Teshritu (Tishri) son tomados en cuenta en el simbolismo Cristiano, eliminando así el babilónico. El incendio del 9-10 de Ab fue permitido por la idolatría de Israel a la práctica babilónica.

 

Los meses son doce en total con un decimotercero mes siete veces cada diecinueve años. Los diecinueve años marcan el ciclo completo. Este período es determinado por las lunas mismas, según su rotación a través de las estaciones. Hay diecinueve años en el ciclo.

 

Los sacrificios son: los cincuenta y dos Sábados, los siete Días Santos de Fiesta y las doce Lunas Nuevas, juntamente con la Ofrenda de la Gavilla Mecida (Lev. 23:9-14). Trompetas es un sacrificio doble, siendo tanto Fiesta como Luna Nueva (Núm. 29:1-6).

 

Aquí nos ocuparemos del significado de las lunas para Israel. La relación es basada en la función del mes intercalario como ocurre con los doce meses normales. Israel representa este sistema por medio de las tribus. Israel tiene doce tribus. Éstas son, del norte: Dan, Aser Neftalí, Judá, Isacar, Zabulón, Rubén Simeón, Gad, Efraín, Manasés, Benjamín (vea a Números 10:11; Ref. Ezequiel 1:4 y sig.). La tribu de Leví está centrada alrededor del tabernáculo. Así, hay doce tribus pero José tiene el derecho de primogenitura y está en efecto dividido en dos porciones para hacer doce tribus con la tribu de Leví renunciando a su parte para realizar la función del sacerdocio. Por lo tanto, el esquema para la función del Israel físico fue establecido en las estrellas desde la creación. Adar II representa el sacerdocio, como el decimotercero mes y la decimotercera tribu. Este mes ocurre siete veces en un ciclo. Este ciclo representa los siete espíritus de Dios conforme llevan a cabo sus deberes bajo los ángeles de las siete Iglesias. Este problema no puede ser solucionado o entendido sin la comprensión de las Lunas Nuevas.

 

Las tribus luego proceden a la fase espiritual, como un sacerdocio entero. Aparentemente, para permitirle a Leví asumir sus deberes normales, como sacerdotes de Israel, en conjunción con los demás, José simplemente debería retomar su asignación de una tribu con Leví componiendo la doceava. Esto de hecho no es lo que ocurre. Las promesas del derecho de primogenitura hechas a José también son mantenidas en una forma significativa. Vemos la estructura al examinar a los 144.000. A las tribus les son asignados los 144.000 elegidos sobre otra base que 12.000 para una tribu. José de hecho es vuelto una combinación de Efraín y Dan y no el Manasés y Efraín usual. José siempre es usado para denotar una tribu compuesta y la que tiene el derecho de primogenitura.

 

Las asignaciones se encuentran en Apocalipsis 7:1-8.

 

Apocalipsis 7:1-8 1 Después de esto vi cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, deteniendo los cuatro vientos de la tierra para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre árbol alguno. 2 Vi también otro ángel, que subía desde donde sale el sol y que tenía el sello del Dios vivo. Clamó a gran voz a los cuatro ángeles a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, 3 diciendo: No hagáis daño a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. 4 Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel. 5 De la tribu de Judá, doce mil sellados. De la tribu de Rubén, doce mil. De la tribu de Gad, doce mil.  6 De la tribu de Aser, doce mil. De la tribu de Neftalí, doce mil. De la tribu de Manasés, doce mil. 7 De la tribu de Simeón, doce mil. De la tribu de Leví, doce mil. De la tribu de Isacar, doce mil. 8 De la tribu de Zabulón, doce mil. De la tribu de José, doce mil. De la tribu de Benjamín, doce mil sellados. (RSV)

 

Aquí les es ordenado a los cuatro ángeles a los que se les dio el poder de dañar la tierra que no lo hagan hasta que los siervos de Dios sean sellados. El número aquí era 144.000. Estos son sellados en doce tribus. Debería ser notado de esta lista que Leví toma 12.000, lo cual es anormal ya que Leví no está numerado en la distribución de las tierras y de la herencia entre las doce tribus. Sin embargo, este sellado es para los elegidos que han sido redimidos como reyes y sacerdotes para Dios (Apo. 5:9-10). Así Leví correctamente toma su lugar. En lugar de Manasés fusionándose con Efraín para formar a José aquí, nos encontramos en lugar de eso con Dan fusionándose con Efraín para formar a José. Así Dan y José se convierten en una entidad. Manasés se convierte en una entidad por derecho propio. También debería ser recordado que Manasés, Rubén y Gad toman su herencia física fuera de Israel antes de cruzar el Jordán; También salieron en cautividad antes que Israel propio. Se considera que estas actividades prefiguran las actividades de los últimos días.

 

El sellado del sacerdocio aquí en las tribus también sigue el concepto de las doce tribus teniendo un decimotercero elemento que en este caso es Dan y no Leví. Esto luego comienza el cumplimiento de otra profecía encontrada en 49:16 del Génesis.

 

Génesis 49:16-17 16 Dan juzgará a su pueblo como una de las tribus de Israel. 17 Será Dan serpiente junto al camino, víbora junto a la senda, que muerde los talones del caballo y hace caer hacia atrás al jinete. (RV)

 

Esta profecía demuestra que Dan juzgará a su pueblo, como una de las tribus de Israel. Esto ocurrió bajo Sansón. Sin embargo, el juicio no ha sido dado a Dan como una tribu. La Ley de Dan se convirtió en un sistema de ley dentro del derecho común entre las personas de habla inglesa pero esto parece tener otro significado que hasta ahora no se ha cumplido. El uso de Dan de un modo similar a Leví, dada la naturaleza irregular de la asignación de los 144.000, de hecho puede ser el sistema inferido aquí en el Apocalipsis 7. Ya sea que José aquí incluya simplemente a Efraín y Dan o que Dan es puesto conforme a su derecho de nacimiento para juzgar, según procede de Jerusalén bajo el Mesías, está por verse. Todo lo que se puede decir es que la Escritura no puede ser quebrantada y Dan juzgará a su pueblo, como una de las tribus de Israel. El escenario más probable es que Dan se haga cargo del juicio bajo Mesías y los doce apóstoles a quienes son asignadas las doce tribus de Israel en el juicio (Lucas 22:30). Así las tribus prosiguen como un elemento espiritual de la nación, incorporando de este modo a la Gentilidad.

 

Lo que vemos claramente es que el sistema de los doce y el treceavo representando el sistema regulador del mundo a través de las tribus de Israel, como una nación y como el sacerdocio del mundo, ha sido fijado en los cielos, como un convenio irrompible con el pueblo de Dios. Este sistema fue declarado desde el principio. Fue marcado por las lunas en su secuencia. Sin las Lunas Nuevas, no puede haber comprensión detallada del Plan de Salvación. Dios declara el fin desde el principio. Dios es así Alfa y Omega, siendo ambos principio y fin (Apo. 1:8; 21:6; 22:13). Él ha puesto eternidad en la mente del hombre sin [de tal manera] que pueda descubrir lo que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin (Ecl. 3:11).

 

Eclesiastés 3:11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo, y ha puesto eternidad en el corazón del hombre, sin que este alcance a comprender la obra hecha por Dios desde el principio hasta el fin. (RV)

 

Todo lo que Dios haga subsiste por siempre; Nada le puede ser añadido ni nada quitado. Dios lo ha hecho así para que los hombres tuviesen temor de Él. Lo que es, ya ha sido, y lo que habrá de ser, ya fue, y Dios busca lo que ha sido ahuyentado (Ecl. 3:14-15).

 

Eclesiastés 3:14-15 14 Sé que todo lo que Dios hace es perpetuo: Nada hay que añadir ni nada que quitar. Dios lo hace para que delante de él teman los hombres. 15 Lo que antes fue, ya es, y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo pasado. (RV)

 

Las Lunas Nuevas permanecen por la eternidad bajo el Mesías y sus elegidos.

 

 

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