Iglesias Cristianas de Dios

 

[174]

 

 

 

 

El Gobierno de Dios [174]

(Edición 2.0 19960824-19990610)

 

 

La dirección de Dios en el gobierno es también de los conceptos bíblicos el que más ha sido abusado. Los hombres lo determinan dentro de conceptos que son atribuidos a la Escritura pero que generalmente se basan en los principios de los sistemas Gentiles de este mundo. La mayoría de la Cristiandad actual no entiende que haya múltiples hijos de Dios y que Satanás era un hijo de Dios entre ellos en el Concilio. La disputa sobre la estructura de gobierno fue el problema original dentro del ejército celestial y fue la causa de la rebelión involucrando a Satanás y una tercera parte del ejército. La estructura del gobierno de Dios es examinada en este artículo.

 

 

Christian Churches of God

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El Gobierno de Dios [174]

 


El tema del gobierno es probablemente el tema más importante en la Biblia. Se centraliza en el primer o gran mandamiento (Deut. 6:5; 10:12; 30:6; Mateo 22:38) el cuál es una expresión de los cuatro primeros de los diez mandamientos. El segundo mandamiento es análogo al primero: amarás a tu prójimo como a ti mismo (Lev. 19:18; Mateo 22:39). El segundo gran mandamiento es una recopilación de los últimos seis mandamientos del decálogo. En estos dos mandamientos se sostiene toda la ley y los profetas (Mateo 22:40). Así, toda la ley y los profetas son extensiones o extrapolaciones de la estructura primaria contenida dentro de la ley central de los dos mandamientos y el decálogo.

 

El culto del único Dios verdadero, de necesidad, es predicado en la obediencia a Su voluntad y por lo tanto la acción bajo Su dirección que es lógicamente una expresión de Su voluntad. La voluntad de Dios no se extiende por capricho. El orden y la ley de Dios están necesariamente derivados de Su naturaleza (vea el artículo La Distinción en la Ley [096] y debajo).

 

La dirección de Dios en el gobierno es también el más abusado de los conceptos bíblicos. Los  hombres lo determinan dentro de conceptos que son atribuidos a la Escritura pero que generalmente se basan en los principios de los sistemas Gentiles de este mundo.

 

La disputa sobre la estructura del gobierno fue el problema original dentro del ejército celestial y fue la causa de la rebelión. En realidad, la rebelión fue una disputa entre Satanás y una tercera parte del ejército que intentaron derrocar a Dios y a los que le eran leales, tratando de usurpar el trono y el poder asociado a este (Isaías 14:12-15).

 

Isaías 14:12-15 ¡Cómo caíste del cielo,  Lucero, hijo de la mañana! Derribado fuiste a tierra, tú que debilitabas a las naciones. 13 Tú que decías en tu corazón: "Subiré al cielo. En lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono y en el monte del testimonio me sentaré, en los extremos del norte; (RV)

 

Esta visión también se encuentra en Ezequiel 28:12-19.

 

Ezequiel 28:12-19 Hijo de hombre, entona lamentaciones sobre el rey de Tiro, y dile: "Así ha dicho Jehová, el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y de acabada hermosura. 13 En Edén, en el huerto de Dios, estuviste.  De toda piedra preciosa era tu vestidura: de cornerina, topacio, jaspe, crisolito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro. Los primores de tus tamboriles y flautas fueron preparados para ti en el día de tu creación! 14 Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios. Allí estuviste, y en medio de las piedras de fuego te paseabas. 15 Perfecto eras en todos tus caminos desde el día en que fuiste creado hasta que se halló en ti maldad.  16 A causa de tu intenso trato comercial, te llenaste de iniquidad y pecaste, por lo cual yo te eché del monte de Dios y te arrojé de entre las piedras del fuego, querubín protector. 17 Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra, y delante de los reyes te pondré por espectáculo. 18 Con tus muchas maldades y con la iniquidad de tus tratos comerciales profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra ante los ojos de todos los que te miran. 19 Todos los que te conocieron de entre los pueblos se quedarán atónitos por causa tuya; serás objeto de espanto, y para siempre dejarás de ser". (RV)

 

El oscurecimiento de estos dos textos es evidente en muchas traducciones. Las religiones del mundo, en general, no entienden estos textos en términos de una batalla celestial entre Dios y al que Él ungió Querubín Protector, la Estrella de la Mañana de este planeta. Esto centraliza la disputa e indica el problema. Satanás quiso apoderarse del poder, sin amor. Dios quiere compartir el poder, en amor. Este uso compartido de poder es prometido por el Mesías en Apocalipsis 3:21. La rebelión dio como resultado una guerra en los cielos cuya resolución todavía está por verse. Satanás se llevó con él una tercera parte de los hijos de Dios o las estrellas del ejército en la rebelión. Estas estrellas fueron arrojadas a la tierra y confinadas a ella después de un proceso de tiempo (Apo. 12:4,13).

 

Apocalypsis 12:1-17 Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. 2 Estaba encinta y gritaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.3 Otra señal también apareció en el cielo: un gran dragón escarlata que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas tenía siete diademas. 4 Su cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciera.  5 Ella dio a luz un hijo varón, que va a regir a todas las naciones con vara de hierro; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono. 6 La mujer huyó al desierto, donde tenía un lugar preparado por Dios para ser sustentada allí por mil doscientos sesenta días. 7 Entonces hubo una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón. Luchaban el dragón y sus ángeles, 8 pero no prevalecieron ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. 9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él. 10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque ha sido expulsado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. 11 Ellos lo han vencido  por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, que menos preciaron sus vidas hasta la muerte. 12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar!, porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo. 13 Cuando el dragón vio que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. 14 Pero se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila para que volara de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo, 15 Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuera arrastrada por el río. 16 Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y se tragó el río que el dragón había echado de su boca. 17 Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer y se fue a hacer la guerra contra el resto de la descendencia de ella, contra los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. (RV)

 

En este texto observe que hay una guerra que se libra entre el ejército leal bajo Miguel y el ejército rebelde bajo Satanás. Satanás aquí es llamado el acusador de los hermanos. La mujer aquí es, en primer lugar, Israel y, en segundo lugar, la Iglesia y el niño es el Mesías. Los elegidos o los santos son los que observan los mandamientos de Dios y guardan el testimonio de Jesucristo. La guerra es librada por la imposición del sistema de ordenar el universo. Los apóstoles, antes de su conversión, no entendieron que el sistema de este mundo no habría de ser su sistema (Lucas 22:24-26). Por el texto en Apocalipsis podemos entender que había un sistema de gobierno en los cielos y ese sistema estaba centrado en el Dios Altísimo. La rebelión de Satanás y del ejército rebelde involucró una tercera parte de los hijos de Dios. Satanás trató de derrocar a Dios y convertirse en El Altísimo. La comprensión de la rebelión entre los hebreos antiguos está bien documentada en libros tales como el Book of Enoch (Libro de Enoc) (p.ej. The Ethiopic Book of Enoch, M. A. Knibb, Oxford Clarendon, la reimpresión de 1982, Vols. 1 y 2) el cuál ha sido actualizado a partir de los Rollos del Mar Muerto (RMM) que muestran en detalle la comprensión de la implicación de los hijos de Dios según los textos bíblicos y la comprensión que se tenía sobre las circunstancias de la rebelión.

 

La mayor parte de la Cristiandad actual, ya sea Binitaria o Trinitaria, no comprende que hay muchos hijos de Dios. Pasan por alto a Job 1:6 y 2:1 que demuestran que hubo múltiples hijos de Dios y que Satanás era un hijo de Dios entre ellos en el Concilio (Job 38:4-7). El versículo 7 demuestra que hay varias Estrellas de la Mañana que es la jerarquía que Satanás sustentaba (o sea El portador de luz o Lucero, el hijo de la mañana (Isaías 14:12; 15; Ezequiel 28:14-19) y Cristo ha heredado esa jerarquía (2Pedro 1:19; Apo. 2:28; 22:16). Estas Estrellas de la Mañana son hijos de Dios y el término estrella es usado en forma intercambiable (Apo. 1:20; 6:13; 8:10,12; 9:1; 12:1,4). Fue profetizado que una de estas estrellas saldría de Jacob (Números 24:17). Esta estrella fue él Mesías.

 

Podemos deducir mucho de los textos bíblicos en relación con la forma en que el gobierno fue establecido desde el principio bajo el tabernáculo celestial. Podemos hacer esto en detalle relativamente significativo porque el tabernáculo terrenal o templo fue establecido como una copia del sistema divino (Hebreos 8:5). La estructura del gobierno de Dios será examinada en una secuencia.

 

Parte 1. Dios y Su Gobierno en la Familia de Dios

 

El Significado de la Naturaleza de Dios para el Sistema de Gobierno

 

El lugar de la naturaleza de Dios en la determinación de la estructura de gobierno tanto de la Iglesia como de las naciones es de suprema importancia. La naturaleza de Dios determina la ley-orden y ese luego es el sistema bajo el cual el culto es determinado.

 

Los Hijos de Dios

 

Primeramente aislaremos lo que Dios estableció desde el principio. De esto podemos deducir mucho acerca de Su naturaleza y la forma en que Él desea que el ejército sea gobernado o se gobierne a sí mismo (ver los artículos El Significado del Término Hijo de Dios [211] y La Preexistencia de Jesucristo [243]).

 

Parte 2. El propósito de la Creación

 

Podemos proceder a la creación y podemos establecer su propósito y la forma en la cual Dios permitió que el ejército operase dentro o sobre la creación. Este propósito es examinado en el articulo El Propósito de la Creación y del Sacrificio de Cristo [160].

 

Parte 3. El Orden de la Creación Física

 

Podemos deducir del Pentateuco y de la ley que sistema decretó Dios para la estructura humana. Podemos ver cómo intervino Dios y decir qué cambios, si es que hubo, fueron hechos a Su ley-orden. Esta estructura se identifica bajo los siguientes sub-grupos concerniendo a:

 

La Doctrina del Pecado Original, Parte 1: El Jardín del Edén [246]

La Doctrina del Pecado Original, Parte 2: Las Generaciones de Adán [248]

 

La legislación Noahita y el sacerdocio

 

La rebelión post diluviana y el establecimiento del sistema mundial o babilónico

 

El sistema familiar de los Patriarcas

 

El Éxodo y la entrega de la ley.

 

Parte 4. Israel bajo los Jueces

 

Israel bajo los Jueces es un período distintivo en la aplicación de las leyes de Israel y el gobierno de la nación. Hay mucho qué aprender de este período concerniente a, cómo Dios el Padre, o Eloah, aplicó Sus leyes bajo el elohim de Israel. La operación del Espíritu Santo en este período bajo la dirección del Ángel de Yahovah es importante. Esto ha sido examinado en el primer articulo Sansón y los Jueces [073]. Los subsecuentes artículos tratarán con los Jueces y sus gobiernos hasta Samuel.

 

Parte 5. Israel bajo el reinado

 

El primer articulo en esta serie fue David y Goliat [126].

 

Los cambios al gobierno de Dios bajo el reinado son de referencia especial para el establecimiento del Reino bajo Mesías.

 

La caída de los reyes

 

Las restauraciones bajo el reinado

 

Las restauraciones tienen referencia específica para Las Siete Grandes Pascuas de la Biblia [107].

 

Parte 6. Israel bajo el Sacerdocio

 

Esta sección se ocupa del proceso de gobierno en Israel antes del Mesías y su juicio por el Mesías.

 

Parte 7. La Iglesia

 

La estructura espiritual que fue la Iglesia es identificada y el sistema bajo el cual debía ser gobernada es examinado. Está dividido en tres secciones.

 

Los Patriarcas y Profetas

 

La Iglesia Apostólica

 

Esta sección tratará sobre:

 

a. Las directivas dadas por Cristo para el gobierno de la Iglesia; y

 

b. La implementación de esas instrucciones dentro de la Iglesia Apostólica.

 

Examinados también serán:

 

c. La Caída de Jerusalén; y

 

d. El sistema de Sinagoga y la formación de la Iglesia

 

e. La Iglesia en la Dispersión

 

La Iglesia en la Dispersión ha sido examinada bajo los artículos previos:

 

a. Distribución General de las Iglesias Sabatistas [122] y

 

b. El Rol Histórico del Cuarto Mandamiento en las Iglesias Sabatistas de Dios [170]

 

Artículos futuros tratarán sobre:

 

c. Los Nicolaítas [202]

 

d. La aplicación de los sistemas Mundiales al Gobierno de la Iglesia;

 

e. La Bestia y la Imagen de la Bestia;

 

f. Organización óptima actual para cumplir nuestras responsabilidades durante los últimos días y

 

g.  Operación bajo la Persecución.

 

Esta fase acabará con el advenimiento del Mesías.

 

Parte 8. El Advenimiento y la estructura Milenaria

 

Esta serie de artículos se ocupan de las profecías del tiempo del fin. Necesariamente hay alguna superposición en estos artículos. Los artículos publicados o por publicar sobre la materia consisten en:

 

El Milenio en la Profecía;

 

Las Interpretaciones de la Profecía del Milenio;

 

a. El Milenio y el Rapto [095]  

 

Las Trompetas, incluyendo:

 

a. El Advenimiento del Mesías y

 

b. La Cena de Bodas del Cordero;

 

La Expiación;

 

Los Siete Sellos [140]  incluyendo

 

a. Las Siete Trompetas [141]

 

Las Guerras del Fin;

 

El Gobierno Milenario de Dios

 

a. Los 144,000;

 

b. La Gran Multitud;

 

c. La restauración de Israel;

 

d. Gobernando las Naciones y

 

e. Crimen y Castigo

 

El Último Gran Día;

 

a. La Resurrección de los Muertos [143]

 

b. El Juicio de los Demonios [080];

 

El Nuevo Sistema Celestial.

 

Dios y Su Gobierno en la Familia de Dios

 

El Significado de la Naturaleza de Dios para el sistema de Gobierno

 

La doctrina de la naturaleza de Dios es esencial para la determinación de la estructura de gobierno tanto de la iglesia como de las naciones y su sistema de ley-orden.

 

La discusión sobre la naturaleza de Dios se relaciona esencialmente con la revelación de Dios en la creación y el sistema de ley-orden que fue revelado a través de Sus sirvientes, los profetas. Los principios básicos son que:

 

Dios se ha revelado a Sí Mismo en la creación en verdad, para ser conocido por la humanidad (Romanos 1:18-21). La verdad no habrá de ser ocultada por injusticia. Lo que puede ser conocido de Dios se da a conocer por Dios. Él da a conocer Su naturaleza, poder y deidad que son claros a partir de la creación y de Su revelación.

 

·        Nadie ha visto a Dios jamás ni ha oído su voz (Juan 1:18; 1Timoteo 6:16).

 

·        Él eligió tratar con la humanidad en una forma específica, a través de Sus sirvientes, los profetas (Nehemías 9:30; Jeremías 7:25-26; 29:19).

 

·        Estos sirvientes nos han dejado un registro de Su directiva para la humanidad que fuera inspirado en ellos y dado como la Sagrada Escritura (Job 32:8; 2Tim. 3:16; 2Pedro 3:2; Apo. 10:7).

 

·        Esa directiva conlleva una ley-orden que es consistente y coherente aplicándose a todas las naciones (Romanos 16:26).

 

·        Los que pretenden representarle deben hablar de conformidad con esa ley-orden y el testimonio de los otros profetas (Isaías 8:20).

 

·        Estos profetas son un ejemplo de fe y paciencia tolerante (Hechos 7:52; Santiago 5:10).

 

·        Esta ley-orden es constante y Jesucristo la dio apoyo en su ministerio (Mateo 5:17-19).

 

·        Sólo Dios es inmortal (1Tim. 6:16) (vea el articulo Sobre la Inmortalidad [165]). 

 

·        La vida eterna es dada al género humano a través del conocimiento del único Dios verdadero y Su hijo Jesucristo (Juan 17:3; 1Juan 5:20).

 

La Teología

 

A partir de estos hechos establecemos a través de la Sagrada Escritura que un conocimiento de Dios es esencial para la salvación y que este conocimiento se deriva de la creación y de la Sagrada Escritura. La Divinidad no es por lo tanto un misterio y, ciertamente, el conocimiento de Dios y del Hijo a  quién Él envió es un requisito para ser un miembro de los elegidos y un recipiente de la vida eterna. Este conocimiento teológico se deriva de la revelación directa de Dios en la Sagrada Escritura y en la creación. Este primer elemento es la revelación directa de Dios al ser humano y es a través del testimonio de Jesucristo y el bautismo en el Espíritu Santo que el ser humano es hecho participante de la naturaleza divina tal como Cristo era participante de esa naturaleza (2Pedro 1:4) convirtiéndose, al igual que él, en un hijo de Dios en poder por medio del Espíritu Santo por su resurrección de entre los muertos (Romanos 1:4,6; 8:15,23; 9:4; Gálatas 4:5; Efesios 1:5). Somos así coherederos con Cristo (Romanos 8:17; Gálatas 3:29; Titos 3:7; Hebreos 1:14; 6:17; 11:9; Santiago 2:5; 1Pedro 3:7).

 

Recibimos un conocimiento de Dios y somos administradores de los misterios de Dios (Mateo 13:11; Lucas 8:10; 1Cor. 4:1) y, así, podemos dar razón de la esperanza que permanece dentro de nosotros (1Pedro 3:15). Por consiguiente, cualquiera que declare que Dios es un misterio ininteligible no es de los elegidos.

 

El sistema de ley o la economía de Salvación

 

El segundo elemento de la fe es el conocimiento de la voluntad de Dios. La ley-orden de Dios es llamada la economía de salvación (oikonomia). Este término se deriva de las palabras oikos nomos, que es la ley administrativa de un grupo familiar. Esta ley de administración de la casa de Dios es la ley dada por ángeles en las manos de un mediador (Hechos 7:53; Gálatas 3:19).

 

Esta ley-orden por sí misma no podría proveer salvación, sino más bien por la fe en el sacrificio de Cristo fueron dadas por gracia la redención y salvación (Romanos 4:11-24) porque creemos que Dios levantó a Cristo de entre los muertos para nuestra justificación (Rom. 4:24-25).

 

Hay, no obstante, sólo una ley-orden y un Dios verdadero. La Ley de Dios proviene de la naturaleza de Dios y es constante siendo un producto de Su naturaleza y no de Su capricho (ver el articulo La Distinción en la Ley [096]).

 

Dios es

 

Su ley es

 

Justo

(Esdras 9:15)

Justa

(Salmo 119:172)

Perfecto

(Mateo 5:48)

Perfecta

(Salmo 19:7)

Santo

(Levítico 19:2)

Santa

(Romanos 7:12)

Bueno

(Salmo 34:8)

Buena

(Romanos 7:12)

Verdad

(Deut. 32:4)

Verdad

(Salmo 119:142)

 

 

Es, por consiguiente, evidente que las diferencias religiosas con el Trinitarianismo reflejan tanto un Dios diferente como un sistema de ley-orden diferente. El Dios del Trinitarianismo es un Dios Trino (vea a Catherine Mowry LaCugna, GOD FOR US: The Trinity and Christian Life (DIOS PARA NOSOTROS: La Trinidad y la Vida Cristiana), Harper, San Francisco, 1991). LaCugna accede a que las declaraciones acerca de la naturaleza de Dios deben estar arraigadas en la historia de salvación (p. 4). La definición y la comprensión de esta salvación es el problema en disputa. Por ejemplo, el 48:15-16 del Génesis demuestra que el Ángel de Redención es el Elohim de Israel. Aún una declaración bíblica tan clara es denegada por el Trinitarianismo.

 

La razón es simple. La ley-orden del sistema trinitario no es una ley-orden bíblica sino que se basa en las leyes de las naciones y la bestia romana de la cual la iglesia trinitaria es una imagen. Las naciones o Gentiles establecieron un sistema que se halla expresado desde los Caldeos y continúa sucesivamente tal como fuera determinado proféticamente. El sistema de ley-orden de los Gentiles persistió a través del sistema babilónico al medo- persa, al griego y las divisiones helénicas y luego al sistema romano (vea a Daniel 2:31-45; 4:18-37; 7:2-27). Éste es el llamado tiempo de los Gentiles (vea el articulo La Caída de Egipto [036]).

 

La Biblia nos dice que Dios había destruido el planeta a través del diluvio y lo había repoblado en Noé y sus descendientes a causa de la maldad del sistema ante-diluviano. Después del diluvio, otro sistema fue establecido en Babilonia bajo Nimrod y este sistema religioso se propagó a todo lo largo y ancho de la tierra (Génesis 10:8-11; 11:1-9). El sistema de ley que fue establecido bajo las naciones era diferente del establecido bajo Noé, de Sem a través del sacerdocio de Melquisedec, y luego los hijos de Abraham a través Moisés y los Patriarcas. Cristo nos dice que el sistema de los Gentiles no habría de ser el sistema de la Iglesia y el Reino de Dios (Mateo 20:25-28; 23:11).

 

El sistema romano se vio confrontado a la necesidad de establecer un control sobre una estructura religiosa que se propagaba rápidamente a través de todo el Imperio Romano. El sistema bíblico daba a conocer a un Dios diferente al del sistema grecorromano, los cultos al Misterio, y el sistema de los celtas Hyperboreanos. Más en particular, enseñaba un sistema diferente de ley-orden. Esta diferencia en el sistema de ley-orden fue resistida por todo el sistema grecorromano regente que había sido establecido en conformidad con la voluntad del dios de este mundo, el príncipe del poder del aire (2Cor. 4:4; Efesios 2:2) bajo las profecías dadas en Daniel (como arriba).

 

Los grecorromanos se encontraron frente al problema de usar el poder de la fe Cristiana sin la ayuda de los sistemas de ley-orden y la identificación clara del único Dios verdadero. Esta contienda teológica desembocó en los Concilios de Nicea en el 325 y Calcedonia en el 450-1. El desarrollo de ese sistema en la Divinidad Trinitaria fue también una característica de los otros sistemas Gentiles (o sea en los celtas fue como Taranis, Teutates y Esus).

 

Los teutones y especialmente los anglosajones, los lombardos y los borgoñeses adhirieron a una forma de Cristianismo unitario, negando enfáticamente a la Trinidad. Los lombardos son considerados una tribu relacionada con los anglosajones (vea también a Historian’s History of the World (Historia del Mundo de los Historiadores), Vol. 7, p. 115-116, 426-456, Vol. 9, p. 2,17-18,23 y otros textos y sub notas). Cómo se convirtieron los lombardos en lo que ahora es llamado arrianismo es desconocido para la historia (H. Hist., Vol. 7, p. 115). Las tribus germanas fueron conocidas clásicamente como escitas (H. Hist., Vol. 4, p. 611). Los escitas, y por lo tanto estas tribus germanas, formaban parte del pueblo clasificado como Parthos. Vinieron de Persia y del Asia central. Los Godos y los Vandalos, como parte de este pueblo, destruyeron Grecia y el Olimpo (eran iconoclastas). Estas tribus emigraron hacia el oeste, a Europa. Quizá los más inestables de ellos fueran los Herulos. Por influencias externas al imperio eran unitarios. Los lombardos se instalaron en Italia con su propio sistema de ancianos u obispos, sacerdotes y diáconos (H. Hist., Vol. 7, p. 115, n. 4). Esto equivalía a una estructura diferente, y rivalizando con, el sistema clerical romano.

 

Entraron en conflicto con el sistema romano, tal como les pasó con el griego. Esta disputa habría de durar algunos siglos y los romanos finalmente triunfaron utilizando la supremacía marcial de los francos para doblegar a los arrianos. Éstas son llamadas las Guerras arrianas y serán examinadas separadamente. El sistema romano sumergió a Europa en las Edades Oscuras en vez de aceptar este otro sistema de ley-orden.

 

Los grecorromanos se vieron confrontados al problema de remover este sistema de ley-orden del Dios de los hebreos del sistema Cristiano que había penetrado al mundo Helenizado. Para subvertir esta ley, el Mesías tuvo que ser elevado a un nivel de igualdad con el Dios Altísimo de las Escrituras del Antiguo Testamento. Esto sólo podría hacerse a través de lo que ahora es conocido como Binitarianismo. Cristo fue convertido en un Dios co-eterno y co-igual. El absurdo filosófico que resultó de este error teológico dio como resultado las disputas del siglo cuarto hasta el Concilio de Constantinopla en 381. Las doctrinas de Pablo fueron manipuladas para destruir los grupos unitarios que habitaban próximos a los griegos que aun antes de Cristo habían sido unitarios (o sea los Hypsistarianos). Los Binitarios mismos luego tuvieron que dar paso a la entidad final bajo la facción de Atanasio. Estos grupos se asignaron a sí mismos el término Católico. Se dividen en tres casas centrales: i.e. el Ortodoxo, el Romano y el Anglicano.

 

Los grecorromanos declararon de Nicea la doctrina del homoousios con Dios. Inventaron la ficción que si Cristo era un Dios subordinado, la salvación a través de Cristo sería puesta en duda. Esto era una invención basada en la filosofía griega que creía que sólo lo análogo puede expiar por o corresponder o amar lo análogo. El ágape es un concepto hebreo basado en ahabah del Cantar de los Cantares.

 

El efecto de esta ficción fue desviar la atención de la subordinación patente en las Sagradas Escrituras concerniente la economía o la ley de Dios a un nivel intra divino (ver también a LaCugna, Ibíd., p. 8). El efecto de esto fue cerrar la Divinidad y elevar a Cristo por encima del ejército y los elegidos. Así, el destino de los elegidos de convertirse en elohim, tal como era el Ángel de Yahovah a la cabeza de la casa del rey como vemos de Zacarías 12:8, fue disimulado y eficazmente denegado. Esta visión cerrada de la Divinidad se volvió tan arraigada que declarar la subordinación de Cristo, vino a ser considerado impío en los círculos mayoritarios cuando la Biblia claramente la proclama.

 

Los trinitarios se vieron confrontados con un problema tras otro, todo basado en la filosofía. Axioma: Dios no puede sufrir. ¿Si Dios no puede sufrir, luego cómo pudo sufrir Él en la persona de Cristo? Esto se extiende al axioma: Dios no puede morir. ¿Si Él no puede morir, cómo puede morir Él en la persona de Cristo? La Biblia es clara. Lo menor expía por lo superior. Él que sirve o ministra, expía por auto sacrificio. La expiación por sangre es suficiente (vea el estudio El Propósito de la Creación y del Sacrificio de Cristo [160]). Los trinitarios sortearon este problema diciendo que Cristo sufrió en su humanidad pero no en su divinidad (LaCugna, Ibíd.). Esto dio como resultado la identificación del Trinitarianismo con la doctrina del anticristo, lo cuál es, y por lo tanto la definición en 1Juan 4:1-2 fue alterada del original. Podemos reconstruir el original de Ireneo, Ca. 16:8 (ANF, Vol. 1, n. p. 443).

 

Por este medio conozcan ustedes el espíritu de Dios: Cada espíritu que confiese que Jesucristo vino en carne y hueso es de Dios; Y cada espíritu que separa Jesucristo no es de Dios pero es del anticristo.

 

Sócrates el Historiador dice (VII, 32, p. 381) que el pasaje había sido corrompido por los que tuvieron el deseo de separar la humanidad de Jesucristo de su divinidad.

 

Gregorio de Nacianzo desarrolló la idea que:

 

La Monarquía divina no era la posesión exclusiva de 'Dios el Padre' sino que era compartida por partes iguales entre las personas divinas. [Esta idea] contenía las semillas de una concepción bastamente diferente del orden social (LaCugna, p. 17  énfasis agregado). [LaCugna nota que] la derrota teológica de la doctrina de la Trinidad por la preocupación por la estructura de vida interior de Dios también significaba su derrota política (Ibíd.).

 

Ella luego dice (Ibíd.) en una mezcla extraordinaria de propaganda romana feminista:

 

Un teísmo unitario, patriarcal, monárquico, jerárquico gradualmente reemplazó un monoteísmo trinitario con resultados políticos desastrosos. Los teólogos Cristianos justificaron toda clase de jerarquía, excepción y patrón de dominio, ya sea religioso, sexual, político, clerical, racial, como 'natural' y divinamente pretendido.

 

Las razones por las que la doctrina de la Trinidad se convirtió en  marginal fueron tanto teológicas como políticas. El triunfo de la doctrina de la Trinidad consiste no sólo en su restauración a un lugar central en la teología Cristiana sino que también su reintegro como un principio teológico crítico que permanece por encima y en contra de toda idea no trinitaria de gobierno.

 

Esto es un invento histórico y propaganda descarada. La Iglesia fue absolutamente Unitaria por siglos durante su fase más pura. Resistió persecución por siglos y negó absolutamente las jerarquías considerándolas doctrina de los Nicolaítas. La estructura trinitaria fue implementada desde Constantinopla (381) a fin de que un sistema monárquico (o sea el imperio) permaneciese sujeto bajo la jerarquía de la curia romana. Esta iglesia y este sistema han esclavizado y asesinado a millones de la fe Cristiana en el nombre de Jesucristo para mantener su sistema jerárquico.

 

LaCugna admite:

 

Aunque no hay doctrina de la Trinidad en el Nuevo Testamento, hay un patrón binitario o trinitario definido a la historia de la salvación (Ibíd., p. 22)

 

Esto trasunta de la posición que pretende que la doctrina de la Trinidad:

 

Drásticamente transforma las formas políticas y sociales de la vida apropiada para la economía de Dios (Ibíd., p. 16)

 

El curso del desarrollo de la estructura evoluciona desde, y está arraigado en, gobierno y teología pagana. Esta es la razón por la cuál el gobierno del mundo incluido el Nuevo Orden Mundial está condenado al fracaso y tiene que ser demolido y la estructura milenaria de Cristo implementada de acuerdo a las leyes de Dios. La estructura mundial actual es contraria a la ley-orden de Dios en sus formas más básicas. Éste es el resultado de siglos de teología capciosa y errónea bajo el sistema ortodoxo. Ningún otro sistema ha infligido tanto sufrimiento a la humanidad en el nombre de Dios.

 

La estructura trinitaria se desarrolló por varios siglos. La teología fue separada de la soteriología o plan de salvación tal como fuera revelado en la encarnación de Jesucristo. LaCugna opina que esta trayectoria condujo a:

 

La vía negativa de Pseudo Dionysius y, finalmente, a la teología de Gregorio de Palamas (el Capítulo 6).

 

En el oeste Latino, en el período inmediatamente posterior a Nicea, teólogos como Hilary de Poitiers y, quizá a un grado extremo, Marcellus de Ancyra, retuvieron la conexión entre los hypostases divinos y la economía de salvación. Agustín inauguró un enfoque enteramente nuevo. Su punto de partida fue no ya la monarquía del Padre sino la sustancia divina compartida igualmente por las tres personas [énfasis agregado]. En lugar de indagar acerca de la naturaleza de teología como se trasluce en la encarnación de Cristo y la deificación por el Espíritu [énfasis agregado], Agustín indagaría acerca de los indicios de la Trinidad a ser hallados en el alma de cada ser humano. La búsqueda de una analogía ' psicológica ' de Agustín para las relaciones intratrinitarias significaría que la doctrina trinitaria a partir de entonces estaría preocupada con las relaciones ' internas ' de la Divinidad, desligado de lo que conocemos de Dios a través de Cristo en el Espíritu (LaCugna, p. 44).

 

La teología latina medieval siguió a Agustín y a la separación de la teología de economía o soteriología. La estructura entera se volvió embrollada en el neoplatonismo y el Misticismo.

 

Las observaciones importantes de LaCugna son que, a partir de Agustín, la Monarquía del Padre ya no era de importancia suprema. La Trinidad asumía la co-igualdad. Éste fue el segundo paso siendo consecuencia lógica de la aseveración falsa de co-eterno. La premisa correcta era el concepto de la manifestación de la Divinidad en cada individuo, a saber la operación del Padre por medio del Espíritu Santo que dimanaba de Él a través de Jesucristo. Esta dirección a través de Jesucristo permitió a Cristo monitorear y dirigir al individuo de conformidad a la voluntad de Dios, quien vive en cada uno de los elegidos.

 

Cristo no era el origen del Espíritu Santo. Él era su monitor intermediario. Él actuaba para Dios como él siempre había actuado para Él y de conformidad con la voluntad de Dios. Pero él no era el Dios. Los trinitarios perdieron de vista este hecho, si es que realmente alguna vez entendieron la materia. Como LaCugna dice:

 

La teología del Dios trino pareció ser añadido a la consideración del único Dios (p. 44).

 

Esto afectó, fundamentalmente, la forma de rezar de los Cristianos. Es decir, ya no le rezaban solo al Padre (Mateo 6:6,9) en nombre del Hijo de Dios como la Biblia indica (de Lucas 11:12), adorando al Padre (Juan 4:23), sino al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Más aún, los eruditos desarrollaron una metafísica de teología propia. Pero todo el edificio había sido construido con menosprecio o manipulación de la Biblia. Por eso los trinitarios nunca citan los textos de la Biblia sobre un tema, en forma completa y traducen mal y citan incorrectamente otros textos cruciales ignorando a los que no pueden ser alterados. Es que su sistema se basa en el Misticismo y platonismo. LaCugna indica que:

 

Los Capadocios (y también Agustín) fueron bastante más allá de la comprensión bíblica de la economía al ubicar la relación de Dios con el Hijo (y también con el Espíritu) en un nivel ‘ìntradivino’ (p. 54).

 

El Dios único existía como ousia en tres hypostases bien definidos. Hemos visto (ver el articulo Los Elegidos como Elohim [001]) que el término platónico ousia y el término estoico hypostases significan esencialmente la misma cosa. Esencialmente ésta fue una discusión dirigida al cambio del punto de autoridad de Dios y Su ley-orden, tal como es revelada en la Sagrada Escritura, a Jesucristo, como igual a Dios. Para defender al sistema trinitario de los cargos de politeísmo, hubo que fusionar los tres elementos de la Trinidad en el único Dios. Ésta fue una modificación de la doctrina original del Modalismo, prevaleciente en Roma pero que fue rechazado por la Cristianismo como un todo. Las doctrinas de la Monarquía y Circumincesión fueron entonces inventadas para explicar esta incoherencia.

 

La determinación del Dios al que se adora afecta todas las consideraciones y todas las cuestiones de organización y gobierno dentro de la ley-orden del sistema usado. La Biblia produjo un sistema bíblico de ley-orden basado en la ley del Único Dios Verdadero.

 

El orden político grecorromano buscaba proteger su sistema de ley-orden derivado de fuentes paganas, y por lo tanto, tuvo que sincretisar la fé Cristiana retrotrayéndola al culto del dios del sistema Gentil el cuál era comprendido desde una base Trina y sus formas variadas. LaCugna se da cuenta de esto cuando afirma que:

 

Los Capadocios fueron teólogos competentes, altamente especulativos. Brillantemente sintetizaron elementos del neoplatonismo, Estoicismo, misticismo, y revelación bíblica para antagonizar al arrianismo y neoarrianismo (Ibíd., p. 10).

 

La Divinidad determina todo, aun hasta las nociones de crimen y castigo. Para cambiar el sistema, los grecorromanos tuvieron que cambiar la Divinidad. Luego tuvieron que defenderla por fuerza de las armas.

 

El cambio fue efectuado por el Binitarianismo que es el paso primario en la herejía. Es filosóficamente inaceptable y sus adherentes luego son forzados al Trinitarianismo.

 

La base real del Binitarianismo es una limitación de la Divinidad a dos seres como dos Dioses verdaderos. Lo que es eterno e inmortal es un Dios verdadero. El Binitarianismo ingresó a la Cristiandad oficialmente en el Concilio de Nicea en 325. Además de ser filosóficamente incoherente también es bíblicamente defectuoso. El Binitarianismo no podría existir aisladamente y por lo tanto el Trinitarianismo tuvo que ser desarrollado para disimular el absurdo de dos Dios eternos e iguales.

 

El razonamiento incoherente Binitario fue nuevamente introducido en el siglo veinte.

 

Originalmente, solo existían estos dos Personajes Espirituales, auto existentes... Sólo este dos, iguales en mente y poderes, excepto que Dios era supremo en  autoridad. Eran de una mente, en acuerdo absoluto... En la eternidad antes de "la prehistoria" solo había estos dos Seres Supremos. ¡Aislados! ¡En el vacío del espacio! ¡Ninguna de las otras formas de vida - ninguno de los otros seres vivientes! ¡Nada más! (Herbert W Armstrong The Incredible Human Potential (El Potencial Humano Increíble), Ambassador College Press, 1978, p. 36-37; Ver también a Armstrong, Mystery of the Ages, p. 44-45).

 

La lógica de esta posición es un diteismo bizarro. Claramente no es Bíblica, y niega el testimonio de Cristo en cuanto a su conocimiento limitado, su poder y dependencia del Padre.

 

Se debe tener en mente que las doctrinas de las facciones en Nicea estaban equivocadas y ellos mismos, incluyendo los Atanasios (ahora los Católicos), no estaban seguros de cuál exactamente era la posición. Tan tarde como 380, Gregorio de Naziancio (o Nacianzo), uno de los Capadocios que apoyaron y desarrollaron la Trinidad, hizo esta declaración notable:

 

De los sabios entre nosotros, algunos consideran al Espíritu Santo una influencia, otros una criatura, otros Dios Mismo (oi de theon) y aún otros no saben por que camino decidirse, por reverencia, según dicen, a las Escrituras Sagradas, las cuales nada exacto declaran sobre el caso. Por esta razón vacilan entre adorar y no adorar al Espíritu Santo, y toman un curso intermedio que de hecho es, sin embargo, uno malo (vea también a Schaff, n. 5,6, p. 664). Basilio en el 370, todavía puso cuidado evitando llamar al Espíritu Santo Dios, sin embargo con la idea de ganarse a los débiles. Hilary de Poitiers (así) creía que el Espíritu, quien indaga las cosas profundas de Dios, debía ser divino, pero no pudo encontrar pasaje alguno en la Sagrada Escritura en el cual el Espíritu es llamado Dios, y consideró que él se debía contentar con la existencia del Espíritu Santo que la Sagrada Escritura enseña y que el corazón atestigua (De Trinitate, ii, 29; Y xii, 55; ref., Schaff, Ibíd.).

 

Schaff continúa sobre este punto como sigue.

 

Pero la iglesia posiblemente no se podría satisfacer a sí misma con sólo dos en uno. La fórmula bautismal y la bendición apostólica, así como las doxologías trinitarias tradicionales, ponen al Espíritu Santo en una igualdad con el Padre y el Hijo, y requieren una tripersonalidad divina dependiendo de una unidad de esencia. La tríada divina no tolera en sí desigualdad de esencia, ninguna mezcla de Creador y criatura. Atanasio bien percibió esto, y apoyó con decisión la consubstancialidad del Espíritu Santo en contra del Pneumatomachi o Tropici (como también fueron  designados los Macedónicos).

 

El problema real era que la doctrina no había sido establecida. Esta óptica de Atanasio fue adoptada también por Basilio, Gregorio de Nacianzo, Gregorio de Nisa, Didymus y Ambrosio (Schaff, Ibíd.). Esta doctrina fue establecida en el Concilio de Alejandría en 362, en Roma en 375 y finalmente en Constantinopla en 381. La doctrina se usó para formular un sistema de gobierno que fue de imperio y transnacional. La dominación mundial es la última meta de este sistema. Esto es así porque la lucha es por el dominio absoluto entre dos estructuras espirituales.

 

La posición Unitaria era nacionalista básicamente, y el sistema europeo bajo la bestia romana quería crear un sistema dentro del imperio que pudiese usar al Cristianismo. El Binitarianismo era filosóficamente incoherente y bíblicamente defectuoso. El Unitarianismo enseñaba un juicio nacional basado en el juicio de Dios según las Bendiciones y las Maldiciones bajo la ley de Dios. Roma era un sistema pagano, con un sistema de ley pagano, y el Dios Trino era la base de la estructura religiosa europea. Este conflicto de ley-orden fue lo que empezó las Guerras arrianas, entre los griegos y los llamados escitas, aun antes de que entrase a Europa. El Unitarianismo, o arrianismo como fuera designado incorrectamente (asumiendo que las definiciones católicas son incorrectas), estaba opuesto al sistema de ley-orden de Satanás. La imagen de la bestia romana (Daniel 2:33,40-43; 8:21-27) debía ser formada tal como fue predicho en el Apocalipsis 13:14-15. El mismísimo fundamento de la sociedad occidental se basa en esta ley-orden pagana. Por esa razón no puede sobrevivir.

 

La naturaleza de Dios determina la naturaleza de gobierno. Por esta razón, los sistemas jerárquicos defienden a través de la persecución la Divinidad limitada dentro de un sistema diteista o trinitario. Las Iglesias en el siglo veinte no son diferentes.

 

Foakes-Jackson entiende la naturaleza política inherente de la lucha entre los conceptos teutónicos y romanos de Dios. Ni uno ni otro está correctamente fundamentado. Él dice:

 

Estamos convencidos que el arrianismo de los lombardos, visigodos, vandalos, etc., no era más que una fase en la lucha eclesiástica entre la concepción teutónica y romana del Cristianismo. Los bárbaros deseaban tener su propia Iglesia nacional, y cuándo encontraron una forma de Cristianismo que los mantuviese separados del despreciado provincial e independientes del clero del Imperio, se aferraron a ello con la firmeza orgullosa de una raza de conquistadores. Su natural reverencia hacia la civilización romana los hizo por lo general noblemente tolerantes de la religión sancionada por ésta; Y cuando se los acusa de perseguidores, el motivo debe haber sido principalmente político.

 

La debilidad inherente de los ocupantes bárbaros del territorio romano era su incapacidad para organizarse, mientras la fuerza de los romanos residía en su sistema político tanto civil como eclesiástico, probado por la experiencia de siglos. Los arrianos fueron tan poco capaces de mantenerse a sí mismos como los reinos de corta vida de los Teutones, y su clero tuvo finalmente que rendirse a discreción a la mejor disciplinada iglesia de los provinciales romanos. La destrucción del arrianismo como un sistema rival es uno de los factores más importantes en el génesis de la civilización europea moderna; porque si los conquistadores bárbaros hubiesen profesado una forma de Cristianismo y la raza más débil otro, ningún progreso hubiese sido posible. Opresivo como fue el feudalismo no regulado de la edad del Oscurantismo, habría sido intolerable si los conquistadores no hubiesen tenido como reclamo, un Cristianismo en común para pedir consideración para sus súbditos vencidos (F. J. Foakes-Jackson, artículo Arrianismo, ERE, Vol. I, p. 783).

 

Esta clase de discurso doble es una forma de auto-justificación trinitaria clásica. Para defender el sistema romano en contra del sistema unitario (el así llamado arriano), el clero romano usó el poder de los francos para hacerle la guerra al resto de Europa, estado por estado, hasta que habían subyugado al rival y más tolerante sistema arriano mientras aún estaban en un estado de fluctuación. La Iglesia romana sumergió a Europa en la Edad del Oscurantismo a fin de que pudiese arrebatar el dominio absoluto y arraigar profundamente el sistema romano, haciendo así la imagen de la bestia. Este sistema duró desde el 590 hasta el 1850 o sea 1,260 años (ver los artículos Distribución General de las Iglesias Sabatistas [122] y El Rol Histórico del Cuarto Mandamiento en las Iglesias Sabatistas de Dios [170]).

 

Debería ser evidente que la naturaleza de Dios es central al sistema de gobierno que la nación o el grupo adopta. A Satanás le fue dado un período de seis mil años para desarrollar un sistema que gobernaría la tierra con justicia de acuerdo a la naturaleza de Dios. En lugar de eso, él prefirió adoptar un sistema que está en oposición a la naturaleza de Dios en acuerdo con una Divinidad que representa su naturaleza e ideología rebelde. El sistema Trinitario es su símbolo y es colocado in situ en contra de las leyes de Dios. Sin embargo, Satanás y los demonios operan dentro de las limitaciones que Dios les ha impuesto a ellos. En poco tiempo el reinado de Satanás terminará. Fuimos llamados a salir del mundo y del culto del dios de este mundo a una comprensión del Único Dios Verdadero y de Su ley-orden. Por esa razón estamos en conflicto con los sistemas mundiales y somos perseguidos.

 

Dios y Su Gobierno en la Familia de Dios

 

Los Hijos de Dios

 

Hubo hijos de Dios antes de la creación de la tierra (Job 38:4-7). Estos hijos de Dios estaban organizados en una estructura bajo las Estrellas de la Mañana o los portadores de luz. En otras palabras, cada uno de los líderes del Ejército tenía una función instructiva y pastoral. Esto debió extenderse hasta la interrelación del Ejército y la humanidad.

 

La tentación, al leer la Biblia, es imponer nuestros propios conceptos a la estructura esbozada y de hacer suposiciones acerca de los seres identificados dentro de las limitaciones impuestas por el condicionamiento al que estamos sometidos bajo la óptica del mundo dominado por el dios de este mundo. Los apóstoles hicieron esto antes de su conversión cuando comenzaron una discusión acerca quién sería el más gran en el Reino. Cristo los reprendió y les dijo que así no debería ser entre ellos. Los seres del Reino de Dios son como los que ministran o sirven (Lucas 22:24-26; Vea también a Marcos 10:42).

 

Lucas 22:24-26 Hubo también entre ellos una discusión sobre quién de ellos sería el mayor. 25 Pero él les dijo:  --Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; 26 pero no así vosotros, sino que el mayor entre vosotros sea como el más joven, y el que dirige, como el que sirve, (RV)

 

Es dentro de este esquema que debemos mirar la organización del ejército celestial, según esta construida por la narrativa bíblica. Los papeles y las funciones de los individuos deben ser comprendidos dentro de este esquema. Así se comprende que las disputas que surgieron de los deseos y conflictos, comienzan como resultado de estas limitaciones espirituales. Significa, por consiguiente, que la colocación de elohim dentro de concejos y como líderes o emisarios no supone una función jerárquica. Éste es el principal error hecho en la comprensión del gobierno de Dios. Más aún, este malentendido se extiende hasta el proceso de creación y el uso compartido de los poderes de Dios con el ejército, desde la creación. La Trinidad, y su  incoherente predecesor, el Binitarianismo, atacan al corazón mismo de la naturaleza de Dios y la capacidad mostrada por Dios para compartir Su poder con Sus hijos que todos son producto de Su actividad y poder.

 

El Tiempo, la Metafísica y la Creación

 

El asunto del comienzo es importante para la naturaleza de Dios. La posición bíblica es que sólo Dios es inmortal (1Tim. 6:16). Los Binitarios intentan evadir el asunto de la doctrina de la inmortalidad negando las metafísicas del concepto del tiempo. El tiempo es de necesidad una relación entre existentes. Así, debe haber un punto en el cual el tiempo comenzó si hay un Dios verdadero (Juan 17:3). Sostener la opinión que el tiempo es eterno sólo puede venir de una situación en la cual dos o más objetos están en relatividad el uno hacia el otro, eternamente. El tiempo, el espacio, la masa y la energía son expresiones equivalentes de una esencia fundamental única. Nos referimos a esto como espíritu. Dios es espíritu.

 

Juan 4:24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. (RV)

 

El problema podría ser planteado; ya que Dios es espíritu y desde que el tiempo, espacio, masa, energía, etcétera son expresiones equivalentes de una única esencia fundamental, entonces el tiempo necesariamente existió cuando el espíritu existió. Como Dios es eterno, entonces el tiempo es eterno. Este argumento no es bíblico (vea debajo). Este argumento requiere la pregunta ¿Qué hay entonces acerca de la multiplicidad de los espíritus de Dios? Los siete ángeles son los siete espíritus de Dios. Por consiguiente, también siempre han debido existir.

 

La iglesia primitiva, sin embargo, consideró que fueron la creación primaria de Dios. El Espíritu Santo y los seis otros mensajeros eran los espíritus que fueron los primeros de la creación (Shepherd of Hermas (Pastor de Hermas), L. 1, Ca. iv, ANF, Vol. II, p. 14).

 

Por lo tanto, hubo un momento o punto en el cual el espíritu se volvió relativo y no simplemente instanciado en la esencia divina como un atributo de Dios. Dios existió en Su permanente perpetuidad. Sólo Él es inmortal (1Tim. 6:16). Dios es Rey de las edades (1Tim. 1:17; Ref. el texto griego de Tobit 13:6,10) y Dios de las edades (theos tõn aiõniõn, ref. Ecclus. 36:17; Isaías 9:6; Jeremías 10:10). La actividad de creación de Dios activó la relatividad del Espíritu y por lo tanto el tiempo. Dios extendió la capacidad de ser inmortales a los hijos de Dios desde su creación. Con la creación del espíritu moviéndose libremente o independientemente, como inteligencia interactuando con Dios, el tiempo comenzó.

 

Solo Dios estaba en posesión de omnisciencia como un atributo. Conocidas por Dios desde la eternidad son todas Sus obras. La rebelión era conocida de antemano y, por lo tanto, el Cordero de Dios era conocido de antemano, antes de la creación del universo físico (1Pedro 1:18-20; Vea traducciones diversas para entender) siendo entregado a la crucifixión por el consejo y  conocimiento previo de Dios (Hechos 2:22-23).

 

También es importante la declaración de que, a partir de esta omnisciencia, la gracia fue dada antes del comienzo del tiempo (2Tim. 1:9; Tiempos Eternos: chronõn aiõniõn, vea La Biblia Interlinear; erróneamente traducido antes de que el mundo comenzase, KJV). Así la gracia es un producto de la omnisciencia, o comprensión ilimitada, del Padre (Salmo 147:5) antes que comenzó el tiempo. La Vida Eterna es también un producto de esta omnisciencia antes que el tiempo comenzase (Titos 1:2). Dios declara el fin desde el principio, siendo el único sabio Dios (1Tim. 1:17). Esta predestinación de ningún modo pone obstáculos al libre albedrío de la creación ya sea espiritual o física.

 

Así la creación es el producto del Padre que tiene una serie de atributos que Él comparte por asignación con los hijos de Dios. Dios el Padre aisladamente es:

 

·        El que existe por sí mismo y por consiguiente inmortal (Juan 5:26; 1Tim. 6:16)

 

·        Omnisciente (Isaías 46:10; Salmo 147:5; Mateo 24:36; 1Tim. 1:17);

 

·        Omnipotente (Marcos 14:36; Lucas 1:37);

 

·        Inmutable (Santiago 1:17; Mal. 3:6);

 

·        El único Dios verdadero y la fuente de vida eterna (Juan 17:3; 1Juan 5:20);

 

·        Él mora en luz inaccesible y nadie le ha visto o alguna vez le puede ver (Juan 1:18; 1Tim. 6:16) siendo espíritu (Juan 4:24);

 

·        Él es el creador de todas las cosas, a través de Cristo. Por la voluntad de Dios todas las cosas existen, siendo creadas en, y para, Su placer (Salmo 134:3; Col. 1:15; Hebreos 1:2; Apo. 4:11). Él es la fuente de la vida (Salmo 36:9; Juan 5:26).

 

La posición Binitaria es que ambos Dios y Cristo han existido eternamente, por consiguiente, no hay comienzo de tiempo. Considera al tiempo  interminablemente eterno. Esta posición es claramente contraria a la Sagrada Escritura en que sustenta la existencia de dos Dioses verdaderos, y Juan dice que hay sólo un Dios verdadero y que Cristo fue enviado por Él (Juan 17:3; 1Juan 5:20). Los trinitarios se dan cuenta de la incoherencia de este argumento, siendo la posición de la cual surgieron. Los trinitarios intentan establecer que el único Dios verdadero se compone de tres personas que, conjuntamente, forman al único Dios verdadero. Así, pueden afirmar, que el tiempo es eterno siendo una relación entre estas personas intra divinas. Se sostiene que las posiciones relativas del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son funciones de la Divinidad. Se sostiene que el Padre es eternamente Padre. El Hijo es una generación del Padre, sin embargo, eternamente existente. Se sostiene que el Espíritu es una progresión del Padre (Ortodoxo) o del Padre y el Hijo (Filioque: del concilio católico romano de Toledo). Así, los trinitarios consideran al Hijo como una Generación del Padre, pero no hubo punto en el cual el Hijo no existiera. Lo mismo se afirma sobre el Espíritu Santo. Esta posición es intelectualmente absurda y en contra de la Sagrada Escritura. Ninguna relación de Padre e Hijo puede ser predicada sobre tal premisa dentro de cualquier estructura de idioma o lógica.

 

El hijo de Dios que se convirtió en el único Dios nacido fue Cristo (Juan 1:18; monogenes theos: Vea a Hort, On [monogenes theos] in Scripture y Tradición (Sobre monogenes theos en la Escritura Sagrada y Tradición) en Two Dissertations (Dos Disertaciones), Cambridge y Londres, 1876, p. 541 y sig.) la cuál fue la exposición con respecto en las disputas del 1861 (después de la posición de Abbot (Bibl. Sacr., octubre 1861; Unitarian Review (Revisión Unitaria), junio de 1875) para el artículo por Drummond (Theol. Rev., octubre 1871) y se convirtió en la base para el texto según Hort y también de Tregelles) (vea a Thayer, [monogenes], p. 418). Cristo era el Mesías (Salmo 2:2; Juan 1:41) y el Hijo de Dios (Eloah) (Juan 20:17; 1Juan 5:5; Proverbios 30:4-5) nacido de la virgen, María (Isaías 7:14-15; Lucas 1:30-33). Él fue enviado para redimir la creación y reconciliar al género humano con Dios como Salvador (Romanos 5:10; 8:19-23; Col. 1:20; 1Tim. 2:4-6).

 

Hubo así muchos hijos de Dios. Cristo fue el primero engendrado del ejército pero es el único Dios nacido. Así, hubo muchos hijos engendrados del espíritu de Dios pero Cristo fue el único elohim nacido como un hombre. De este modo, él fue el prõtotokos o primero engendrado de toda criatura (Col. 1:15), entre muchos hermanos (Romanos 8:29) y el primero engendrado de entre los muertos (Col. 1:18). De este modo, somos la asamblea e iglesia de los primeros engendrados o primogénitos (Hebreos 12:23). No fuimos obviamente primogénitos de la estructura humana. Somos los primogénitos de entre los muertos en la primera resurrección. Así, hay una distinción desarrollándose en la naturaleza de los hijos de Dios durante esta fase de la creación. Los que son apartados ahora están destinados a ser convertidos en elohim, perteneciendo al grupo familiar del rey, como el Ángel de Yahovah era un elohim a su cabeza (Zacarías 12:8). Cristo se convirtió en un hijo de Dios en poder a través del Espíritu Santo desde su resurrección de entre los muertos (Romanos 1:4). No obstante, los ángeles son nuestros hermanos como hijos de Dios (Apo. 12:10). Son mandados como espíritus ministrantes para ayudarnos hasta el final de esta fase (Hebreos 1:14) (vea el articulo El Propósito de la Creación y del Sacrificio de Cristo [160]). Cristo renunció a su posición y autoridad entre los hijos de Dios para convertirse en humano. Él fue obediente hasta la muerte (Filipenses 2:6). Él existía en la forma de la deidad poseyendo la naturaleza divina pero entregó este poder que recibió de Dios a través del Espíritu Santo y se convirtió en un hombre. Él no intento arrebatar la  igualdad con Dios, como Satanás había intentado hacer (Filipenses 2:6 RSV). Él fue perfeccionado por lo que sufrió, permaneciendo leal al que le hizo (en los textos es traducido como le instituyó, Hebreos 3:2). Aunque él era un hijo, aprendió la obediencia por lo que sufrió, y habiendo sido perfeccionado se convirtió en el autor de la salvación eterna para los que le obedezcan, ungido por Dios como Sumo Sacerdote según la orden de Melquisedec (Hebreos 5:8-10; Ref. Salmo 110:4).

 

El Espíritu Santo es así el poder de Dios (Lucas 1:35; 1Cor. 2:10-14) y es el modo en el cual es manifestada la naturaleza divina (Salmo 139:1-7; Romanos 8:13-17; 2Timoteo 1:7; 1Juan 3:24), siendo el espíritu de vida eterna (Romanos 8:10,14;  2Pedro 1:3-4). Así Cristo recibe su poder como un hijo de Dios a través del Espíritu Santo. Esto es válido para todos los hijos de Dios,  tanto los de origen celeste como los de origen humano. Por lo tanto, todo el ejército es participante de la naturaleza divina como nosotros  lo hacemos (2Pedro 1:4) a través del Espíritu Santo.

 

La Iglesia primitiva opinaba que el núcleo del ejército componía el comienzo de la creación (The Shepherd of Hermas (El Pastor de Hermas), Ibíd.). La creación de los elohim fue el comienzo. Únicamente Dios existió sólo eternamente teniendo nada coetáneo a Sí Mismo. Ésta es la posición coherente de la Iglesia primitiva (vea el articulo La Teología Primitiva de la Divinidad [127]). Esta visión hace que el Binitarianismo quede absolutamente excluido. La creación de los espíritus como los hijos de Dios fue la primera etapa de la creación espiritual. La creación física fue posterior a ese orden.

 

El Orden de los Cielos

 

Los Hijos de Dios estaban organizados en una estructura de seres confiables y responsables. Los Hijos de Dios (Job 1:6; 2:1; 38:7; Salmo 86:8-10; 95:3; 96:4; 135:5) son los Bene Elyon o los hijos del Altísimo. Por lo tanto estos tienen un origen en el Dios Altísimo. Él que santifica y esos que son santificados son de un origen (Hebreos 2:11 vea debajo). Cristo y el ejército son hermanos. Cristo nos confesa ante Dios y ante aquellos en los cielos (Salmo 22:22; Hebreos 2:12; Apo. 3:5). Hay así una interrelación existente entre Cristo y los demás miembros del ejército en la cuál comparten una responsabilidad y un conocimiento de las actividades en relación con la creación. Ellos forman un Concilio de los Elohim o Dioses de Justicia. Esta comprensión es antigua en Israel (véale también a Leopold Sabourin SJ The Psalms: Their Origin and Meaning (Los Salmos: Su Origen y Significado), Alba House, Nueva York, p. 72-74 para notaciones sobre este concilio).

 

Cristo era parte del Concilio pero fue enviado a la creación como el Cordero y, por lo tanto, él fue ungido como elohim por sobre sus compañeros (Salmo 45:6-7; Hebreos 1:8-9). Hubo así un tiempo en el que él estaba al mismo nivel y realizaba funciones similares a las que realizaba el resto del Ejército. La Biblia tiene mucho que decir acerca de su organización como un Ejército. Esta está, sin embargo, dispersada y debe ser recopilada, precepto por precepto, línea sobre línea, etc. (Isaías 28:10,13).

 

Sabemos que Cristo fue el primogénito de la creación. Él estructuró o creó los tronos, dominios, principados, autoridades. En él todas las cosas se mantienen unidas o subsisten (Col. 1:16-17).

 

Él es así uno de los elohim, pero ahora él es su Sumo Sacerdote. El Concilio se identifica en el NT como una estructura de alrededor de treinta seres. Sin embargo, sabemos que el concejo del sanedrín estaba organizado como setenta ancianos y se sabe que fueron identificados como setenta y dos seres. Esto fue extendido a los ancianos de la Iglesia desde la ordenación de los setenta en Lucas 10:1,17 donde los setentas son de hecho los setenta [dos] o hebdomakonta [duo]. Veremos más adelante que los setenta del Ejército fueron adjudicados las naciones como sus responsables. El Libro del Apocalipsis da la estructura interna de treinta. Este grupo nos dice mucho acerca de la organización del Ejército.

 

Apocalipsis 4:1-11 Después de esto miré, y vi que había una puerta abierta en el cielo. La primera voz que oí era como de una trompeta que, hablando conmigo, dijo: ¡Sube acá y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas! 2 Al instante, estando yo en el Espíritu, vi un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. 3 La apariencia del que estaba sentado era semejante a una piedra de jaspe y de cornalina, y alrededor del trono había un arco iris semejante en su apariencia a la esmeralda. 4 Alrededor del trono había veinticuatro tronos, y en los tronos vi sentados a veinticuatro ancianos vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas. 5 Del trono salían relámpagos, truenos y voces. Delante del trono ardían siete lámparas de fuego, que son los siete espíritus de Dios. 6 También delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal, y junto al trono y alrededor del trono había cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás. 7 El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando.  8 Los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos, y día y noche, sin cesar, decían: ¡Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es y el que ha de venir! 9 Cada vez que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, 10 los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: 11 Señor, digno eres de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas. (RV)

 

El trono de Dios está rodeado de cuatro criaturas con cabezas diferentes. Estas son de un león, un toro, un águila y un hombre. Tienen seis alas. Los seres que tienen seis alas son los serafines. Estos seres son a los que se refirió Isaías en 6:2,6. Tenían el poder de purgar el pecado para preparar a los profetas (Isaías 6:7). Estos seres fueron encargados de preparar a Isaías para ir con el mensaje de la dispersión en Isaías 6:8 y también de la recolección en Isaías 40:3,6.

 

La palabra Serafín es el plural de DHS 8314 sârâph que significa ardiente y, por lo tanto, venenoso como una serpiente (vea a Strong). El sentido de ardor está también asociado con su color de cobre. Son así las serpientes ardientes de los cielos. Los orientales se refirieron a ellos como dragones. Esta comprensión era conocimiento común tanto en Israel como en todo el mundo antiguo. Los antiguos británicos, específicamente los galeses y los de Cornish, usaron el término dragón como sinónimo de rey y el emblema de Gales hasta el día de hoy es el Dragón Rojo. El Dragón Rojo es identificado como el Querubín Protector Satanás (Apo. 12:3). Su nombre deriva de la raíz hebrea DHS 8313 sâraph que significa prender fuego o encender. Estos seres son los elementos claves del ejército celestial. Son los arcángeles. Las seis alas denotan su jerarquía y funciones. Las alas están ordenadas en tres divisiones. Aparentemente, el número de alas representa funciones quizá por su proximidad a Dios y, por lo tanto, sus responsabilidades como mensajeros y sus funciones educativas y administrativas.

 

Los arcángeles siempre fueron representados en cuatro divisiones. El Libro de Enoc los nombra: Miguel (el que se encarga de la mejor parte del género humano), Gabriel (se encarga de las serpientes, el Jardín y los querubines), Uriel (el ángel de truenos y pequeños temblores, i.e, Apo. 11:13,16; 16:18) y Rafael (quiere decir Dios ha curado; Él es el ángel del espíritu de los hombres, o sea el Ángel de la Resurrección). El nombre Rafael es quizá una referencia a la ruptura que Satanel creó cuando él se rebeló y perdió el nombre el o el sufijo y, por lo tanto, su jerarquía. Satanás por lo tanto fue removido como el Querubín Protector. El nombre Rafael también puede referirse a la conciliación de la resurrección.

 

Los nombres de los ángeles cruciales también incluyen a Raguel (quien toma venganza en el mundo y las luces, o sea otro Ángel de Apocalipsis) y Saraqael (él se encarga de los espíritus que ocacionan que los hombres pequen, o sea él es el ángel del abismo sin fondo) (Knibb, The Ethiopic Book of Enoch (El Libro Ethiope de Enoc), Oxford Clarendon, 1982, Vol. 2, Ca. 20.1-2, p. 106-107). Los ángeles fueron seis en número y éste es el número mencionado en el Pastor de Hermas como parte de la creación central. El Pastor de Hermas identifica a Miguel como el arcángel en Sinaí que dio la ley. Los Hechos identifica el ser en Éxodo como Cristo. Así, acoplado con los textos en Daniel 10:13,21; 12:1, Judas 9 y Apocalipsis 12:7 donde él es el capitán del ejército del Señor, que es la posición adjudicada a Cristo, no es de extrañar que la Iglesia tendió a identificar a Cristo como Miguel, antes de la encarnación.

 

El simbolismo de las cabezas de las criaturas rodeando el trono de Dios puede ser identificado por referencia al Antiguo Testamento donde se identifica los Querubines. Son a quienes se refirió Ezequiel en 10:1-20 (vea el artículo El Significado de la Visión de Ezequiel[108] para la explicación). Allí son identificados como Querubínes por referencia cruzada con Ezequiel 1:1-28. Esta estructura de los Querubines estaba replegada en el nivel de las cuatro alas. Así, la función parece ser representada en dupla según la función o la subdivisión también. Podemos deducir que el simbolismo de los cuatro animales se relaciona con los Querubines rodeando el trono de Dios. Dos de estos Querubines fueron asignados al Jardín del Edén (Gén. 3:24).

 

¿Qué función representan las cabezas de los animales? La respuesta puede ser encontrada en los estandartes de batalla de Israel y la división de las tribus de Números 10 y 11. El Tabernáculo era una copia o sombra del sistema celestial. El Concilio de los ancianos es ubicado alrededor del tabernáculo. El Espíritu del Señor les fue dado a ellos y profetizaron tal como hiciera Moisés quién era la centralidad de la actividad de Dios para la creación física (vea a Números 11:24-25). Además de los setenta, también había allí dos profetas que profetizaron fuera del campamento, Eldad y Medad, completando así los setenta y dos en términos físicos (Números 11:26-30). Dios y Cristo son las adiciones espirituales.

 

Estaba, de este modo, el Tabernáculo en el centro del Ejército de Israel. Dentro del Tabernáculo eran el Lugar Santísimo y el Espíritu del Señor. Moisés y Aarón servían en el Lugar Santísimo. Moisés fue hecho Elohim para Faraón y, por lo tanto, sustentaba ése nombramiento (Éxodo 7:1). Aarón era el Sumo Sacerdote. Esto era figurativo de la relación Dios / Cristo.

 

Las tribus fueron establecidas en doce divisiones alrededor del Tabernáculo. La tribu de Leví fue hecha el sacerdocio. José estaba dividido en dos tribus por el derecho de primogenitura, a saber Efrain y Manasés. Las doce tribus formaban cuatro divisiones. La división del norte era Dan, Aser, y Neftalí. La división del este, Judá, Isacar y Zabulón. La división del sur era  Rubén, Simeón y Gad. La división del oeste, Efrain, Manasés y Benjamín. Las doce tribus cada una tenían su estandarte. Los símbolos de las cuatro divisiones coincidían con los símbolos de las cuatro tribus guías. Judá era el primero de las tribus (Números 10:14). Luego por orden de listado: Isacar, Zabulón. Esta, la división del este, era la primera en el orden de marcha. El símbolo de Judá era un león. Luego en orden de marcha seguía el Tabernáculo.

 

La segunda en orden de marcha era Rubén seguido por Simeón y Gad. Esta división se identificaba con el hombre en el sistema del sur (vea a Ezequiel 1 para ver la dirección). La división oeste era Efrain, luego Manasés y Benjamín. El símbolo de la división occidental era un toro. La división del norte era Dan, Aser, y Neftalí y el símbolo de la división del norte era un águila. Dan también era asociado con una serpiente o un escorpión. Esta división del norte era la última en el orden de marcha de Israel (Números 10:25) y, por lo tanto, el escorpión era apropiado como signo de batalla. El aguijón de Israel, según lo veían ellos, estaba en su cola.

 

Las promesas hechas a las tribus también tienen significado para su identificación (Gén. 49:1-28).

 

Las divisiones del sacerdocio fueron también veinticuatro (como fueron las divisiones de la nación). Así que, había dos divisiones para cada tribu. Esto es  alegórico de la asignación de dos Querubines para una unidad. Había dos Querubines para el arca y el propiciatorio (Éxodo 25:18 hasta 26:31; 37:8-9). Esto es representado por la trasfiguración también donde Cristo fue visto con Moisés y Elías. Cristo ocupa el propiciatorio como Sumo Sacerdote. Moisés y Elías son representados como Querubines Protectores o sea ellos toman la función de estos seres, reemplazando las dos posiciones perdidas en la rebelión de Satanás, y como veremos, al ser de cabeza de león o Aion. Las veinticuatro divisiones representaban el sacerdocio en el Templo como vemos por la lista de las divisiones en 1Crónicas 24:7-19. Las veinticuatro también representaban las divisiones del tabernáculo celestial según vemos en Apocalipsis 4:1 y sig.

 

Por Apocalipsis 4 y 5 vemos que el Concilio celestial de los ancianos estaba compuesto por veinticuatro ancianos. Rodeaban el trono. Están vestidos de blanco y llevan coronas de oro (Apo. 4:4). Los siete espíritus de Dios están ante el trono como siete lámparas de fuego. Delante del trono, un mar de vidrio como cristal. Las cuatro criaturas estaban en medio del trono y en derredor de él. Así, estos seres compartían autoridad con Dios y sus divisiones rodeaban el trono. Aquí tenemos una distinción. Los ancianos tienen una posición como concilio ante el trono, mientras que las cuatro criaturas comparten las funciones de autoridad que este confiere. Por las posiciones en las profecías de Ezequiel 1 y 10 y la ubicación alrededor del tabernáculo de Números 10, podemos deducir que los arcángeles tenían bajo su orden las cuatro divisiones del ejército celestial. La base de dos por cada tribu para el tabernáculo indicaría que hay doce divisiones celestiales dentro de las cuatro zonas administrativas o cuadrantes.

 

El Concilio interior representa la función de juicio. Por lo tanto el mandato:

 

No injuriarás a los dioses (elohim) o gobernante de tu pueblo (Éxodo 22:28).

 

La función de juicio pertenece al Concilio, bajo Cristo. Esta función se extiende al sanedrín también. Por lo tanto, los elohim son los que tienen a cargo el juicio. No podemos inferir una estructura jerárquica de este agrupamiento. Ciertamente parecería que los elohim tienen por delegación la responsabilidad  de monitorear las oraciones de los santos (Apo. 5:8). Así nuestro juicio de algún modo debe estar asociado a nuestra interacción con este Concilio. Esta estructura no insinúa un orden o una jerarquía sino, más bien, simplemente una decisión tomada en una interacción de grupo.

 

La Guerra de Propaganda en los Cielos

 

De Ezequiel 1 y 10 podemos deducir que los Querubines han delegado la autoridad a los cuatro cuadrantes. Encontramos este simbolismo en el mundo antiguo en el minotauro, el aion, el genii y los titanes o el ejército caído. Estos símbolos fueron hallados entre los cretenses, los griegos, los persas, y los orientales generalmente.

 

Tal como puede esperarse en cualquier guerra, hay un sistema de propaganda en curso. Satanás ha establecido un sistema basado en el engaño y es llamado el padre de mentiras (Juan 8:44). Él es el príncipe del poder del aire (Efesios 2:2). El pseudologon mencionado en 1Timoteo 4:2 probablemente no sea sólo mentiras sino, mas bien, un espíritu falso o articulación que está en una escama substituta para el Espíritu Santo o la emanación de Dios, y de la cual Cristo era  representativo como el logos.

 

Los dos sistemas de propaganda son así por un lado la Biblia, como la profecía revelada, y por el otro lado los sistemas paganos, los cultos de los misterios y los oráculos. Así a partir de la historia y arqueología, podríamos obtener una mejor comprensión de la visión de los antiguos sobre la cosmología celestial.

 

El sistema Mitras muestra el simbolismo de la matanza violenta del toro donde Perseo mata al toro mientras los otros sistemas de estrellas lo observaban o se asociaron a él. La tipología Mitraíca es de hecho una observación del sistema celestial, no como era en el primer siglo, como uno esperaría, sino más bien como era algunos milenios antes. Este mito por tanto, es antiguo y refleja una comprensión de las batallas en los cielos siglos antes del nacimiento de Cristo.

 

Podemos deducir del simbolismo también cuáles divisiones de los cielos estuvieron asociadas a la rebelión. El querubín de cabeza de hombre era Satanás. Él trató de suplantar al Padre. Del mismo modo, Rubén, el primogénito de Israel, profanó el lecho de su padre en un intento de suplantarlo y perdió su derecho de primogenitura. Satanás tomó una tercera parte del ejército y no simplemente un cuadrante. Así que parte de otro sistema está involucrado. Quiénes estos puedan ser, lo dice la historia. La comprensión de los cultos de los misterios de los sistemas de Mitras y Aion siempre retrató a Aion con una serpiente enroscada en Aion y la cabeza de la serpiente por encima de la de Aion (vea D. Ulansey, The Origin of the Mithraic Mysteries (El Origin de los Misterios Mitraícos), Oxford University Press, Nueva York, 1989, placas 1.4, 3.5, 5.2, 7.15). Así podemos deducir por los cultos de los misterios y las leyendas asociadas con ellos concerniente al sistema Aion, que el segundo elemento de la rebelión era el de Aion o el sistema con cabeza de león.

 

Esto también se refuerza por un número de giros en el simbolismo. El Aion también se asocia con la figura de la Gorgona. El sistema de cabeza de hombre también es retratado por la serpiente entrelazada con la cabeza de león en su pecho (Ulansey, ibid., placa 7.19). La Gorgona se retrata como el lado opuesto de la figura de Aion de forma regular (Ulansey, p. 33, etcétera). Parece que la Gorgona es una representación de la otra mitad del sistema de Aion. La Gorgona es el elemento opuesto. Esto en términos bíblicos es explicado como la rebelión o la división del segundo cuadrante parte del cuál se unió a Satanás en la rebelión. La leyenda de la Gorgona y Perseo está así relacionada con la rebelión en los cielos. Satanás / Perseo y el Aion se rebelaron y hubo un conflicto interno en el sistema de Aion mismo.

 

Lejos de ser mitos que no tienen aplicación para el modelo bíblico, los mitos paganos son reveces reales de la guerra en los cielos desde el punto de vista contrario. Esta información entonces tiene mayor importancia en la comprensión de la estructura celestial.

 

El zodíaco está asociado con el Aion (placa 7.15 y también la placa Mitras 7.18) donde él emerge del huevo de los sistemas del este. Ulansey opina que se trata de un simbolismo Mitraíco-Órfico-Aionico (p. 122). Los misterios Órficos también están asociados a Cronos y Phanes en lo relacionado al tiempo. El relieve Órfico de Modena retrata a Phanes entrelazado por la serpiente Cronos, escapándose del huevo cósmico (Ulansey, placa 7:17) lo cuál debe ser comparado con el dios Mitraíco estándar de cabeza de león. Ulansey dice que lo que parece:

 

ser diferencias entre estas dos figuras se desvanece cuando vemos, por ejemplo, que el zodíaco rodeando al Phanes Órfico aparece también en el cuerpo del dios con cabeza de león... Y que la cabeza de león de la figura Mitraíca aparece en el pecho del dios Órfico. Aún el huevo del cual Phanes nace parece reflejado por el globo sobre el cual la figura con cabeza de león Mitraíca está puesta. Ciertamente sabemos de una inscripción grabada en el relieve de Modena que aunque originalmente Órfico, en una oportunidad fue posesión de un iniciado en Mitras (p. 120).

 

Ulansey dice que la identificación entre Mitras y Phanes... es también explícitamente atestiguada por una inscripción encontrada en Roma dedicada a Zeus-Helios-Mitras-Phanes (p. 121).

 

El Aion o dios helenístico del tiempo claramente se identifica con este sistema y el zodíaco (ibid.).

 

El sistema Mitras y el zodíaco que se asocia con eso y con los misterios babilónicos son una representación opuesta al modelo bíblico. Podemos construir el zodíaco en relación con las tribus bíblicas y veremos un modelo similar pero diferente a la estructura identificada por la posición de las tribus y los símbolos identificados con ellas. Este tema necesita un  tratamiento separado por derecho propio y el cuál desarrollaremos en un futuro no muy lejano.

 

Los cultos de los misterios que han penetrado el Cristianismo a través del sistema romano son en sí mismos representativos del retrato helenístico de la estructura celestial tal como fuera entendido en los tiempos posteriores a la época del diluvio. Estos muestran las batallas y la cosmología desde su punto de vista. Esta visión cosmológica está aún presente en la sociedad moderna.

 

El Ordenamiento de la Creación Física

 

La responsabilidad de la creación física fue adjudicada por Dios al ejército. A los hijos de Dios les fueron adjudicadas las naciones según su número que según la tradición era setenta, ya que tradicionalmente hubo setenta naciones en la distribución bajo Dios. Este texto es encuentra en Deuteronomio 32:8.

 

Deuteronomio 32:8 Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones, cuando hizo dividir a los hijos de los hombres, estableció los límites de los pueblos según el número de los hijos de Israel. (RV)

 

 

El término Hijos de Dios (beny Eliym) fue encontrado en los textos hebreos de 32:8 en los Rollos del Mar Muerto. La LXX traduce el texto como ‘ángeles de Dios’ (aggelon Theou). Sabemos por evidencia histórica que el Texto Masoreta (TM) fue alterado algún tiempo después de Cristo para decir los “hijos de Israel”. El texto se registra así en la RV, pero eso es manifiestamente incorrecto, dado que la LXX y los hallazgos del MM se apoyan mutuamente y son confirmados por otra literatura. La razón por la que el Texto Masoreta fue alterado parece haber sido para confinar el concepto de la Divinidad. Sin contar con este texto, por otros del Antiguo Testamento, hay múltiples hijos de Dios entre quienes Cristo era uno antes de la encarnación.

 

Como hemos visto, los Hijos de Dios estaban organizados en una estructura de gobierno. Éste era llamado el Concilio de los Elohim o el Concilio de los Dioses de Justicia (vea también a Sabourin, Ibíd.).

 

Los Salmos hacen alusión a los elohim en forma múltiple en varios textos. El Elohim de Israel era parte de este Concilio (Salmo 82:1) y este Concilio habría de extenderse para incluir a los humanos (Salmo 82:6). Los elegidos se convertirán en el grupo familiar del rey y, por lo tanto, elohim tal como el Ángel de Yahovah a su cabeza (Zacarías 12:8). El Ángel de Yahovah era así un Elohim (Génesis 48:15-16; Zacarías 12:8; Vea también el artículo El Ángel de JHVH [024])http://www.logon.org/english/s/p024.html. Cada vez que los elohim o hijos de Dios eran enviados al género humano eran llamados mensajeros. Esto es malak en hebreo o aggelon en griego. La palabra ángel simplemente quiere decir mensajero. Estos ángeles eran llamados Elohim, y también Yahovah, porque eran mensajeros del Concilio y del Dios Altísimo o Yahovah de los Ejércitos. El Ángel de Yahovah fue llamado el Dios que ve por Agar (Génesis 16:7-13), por lo tanto, el texto del Nuevo Testamento en Apocalipsis 2:18,25. Se lo nombró como Elohim y el Ángel de Yahovah de forma indistinta (Génesis 21:17-20).

 

Yahovah es un título distribuido derivado de Yahovah de los Ejércitos que es el único Dios verdadero. El Ángel de Yahovah aparecía en lugar del Único Dios Verdadero, el Todopoderoso quién es Dios el Padre (p.ej. Génesis 17:1-3; 2Cor. 6:18; Apo. 15:3; 19:15 RSV; 21:22) a quién nadie ha visto jamás (1Tim. 6:16; Juan 1:18; 17:3; 1Juan 5:20). En 18:2-3 de Génesis aparecen tres seres. A los tres se refiere como Yahovah. En 18:16-22 del Génesis uno de estos seres llamados Yahovah permanece con Abraham mientras los otros dos salen con destino a Sodoma. Este YHVH luego se refiere a YHVH en tercera persona como bendiciendo a Abraham, indicando de este modo que múltiples seres ostentan el título Yahovah.

 

En el capítulo 19 se hace referencia a los seres llamados YHVH, como malak o ángeles (Génesis 19:18 RSV; Nota esta es una de las 134 alteraciones de Yahovah a Adonai por los Sopherim). El Ángel de Yahovah es nombrado como Elohim y Yahovah en lugares múltiples en el Antiguo Testamento (vea el artículo El Ángel de JHVH [024]). Él es el Dios de la casa de Dios (El Betel; Génesis 28:11-21; 31:11-13). Este elohim fue ungido como elohim o Sumo Sacerdote sobre la casa de Dios (Salmo 45:6-7; Hebreos 1:8-9; 3:6; 10:21). Él bendijo a Abraham e Isaac, como Ismael había sido bendecido por el Ángel de Yahovah, el Dios que ve (Génesis 35:1-13). Él era el rostro de Dios identificado como un elohim. Pero Oseas claramente dice que él era tanto elohim como ángel y elohim del ejército (Génesis 32:24-30; Oseas 12:3-5). Este elohim del ejército (ha Sabaoth) es el capitán del Ejército del Señor (o los ejércitos del Cielo) al que se hace referencia en Josué 5:15 (vea también a Mateo 24:30-31; 1Tes. 4:16; Judas 14; Apo. 19:13-14). Él hizo que Josué se sacara sus zapatos como él había hecho a Moisés quitarse sus zapatos cuando él le dio la ley en Sinaí. A él se lo nombró como el Ángel del Señor o Yahovah y, he aquí, un ángel como el Capitán del Ejército del Señor (o sea el Capitán del Ejército). El Ángel de Yahovah guió a Israel en el desierto. 1Corintios 10:1-4 identifica este ser como Cristo tal como Esteban hizo en Hechos 7:30-38.

 

El ángel en el arbusto se identificó a sí mismo como el Elohi o Dios de Abraham, Isaac y Jacob quién era el Ángel de Redención (Génesis 48:15-16). El Ángel de YHVH es llamado ambos Yahovah y Elohim y estos títulos son intercambiables (de Éxodo 3:1-6,10-12). Él también era el Yahovah como el Ángel de Dios en la nube (Éxodo 13:21; 14:19,24). Este ángel, quien condujo a Israel por el mar, fue Cristo (1Cor. 10:1-4).

 

Zacarías 2:8 demuestra que Yahovah de los Ejércitos envía a este ser a las naciones que destruían a Israel. Este ángel de Zacarías 2:3-9 es el Mesías como Yahovah y es enviado por Yahovah de los Ejércitos.

 

Debería ser evidente ahora que el poder y posición de los Hijos de Dios les son adjudicados por Dios. Se sientan como un Concilio con el Dios Altísimo como el objeto de reverencia y con Mesías como Sumo Sacerdote (Salmo 86:8; 95:3; 96:4,5; 97:7,9; 135:5; 136:2; 138:1; Apo. 4:1 hasta 5:14).

 

Estos seres son el Concilio interno. El Concilio interno está compuesto por treinta seres. Se compone de veinticuatro ancianos bajo el Sumo Sacerdote que es el Cordero o Mesías. El concilio tiene a cuatro criaturas que parecen tener funciones administrativas y relacionadas con situaciones de control dentro del Ejército. Esto será examinado más adelante en la serie (Apo. 4:1 hasta 5:14).

 

La numeración de los tres y los treinta dentro de Israel bajo David (1Cron. 11:12,15) también parecería ser simbólico de los elohim internos como una estructura administrativa, i.e. Cristo, Moisés y Elías (de Marcos 9:4) sobre los treinta.

 

Dios es así el centro del Concilio. Él comparte el poder con Cristo y el ejército por medio de Su Espíritu Santo. Satanás era uno de los dos Querubines Protectores. Las cuatro criaturas vivientes y el Concilio desempeñan funciones relacionadas con gerencia y juicio dentro del Ejército. El Ejército entero está ligado a Dios a través del Espíritu Santo. Así, la cabeza de cada hombre es Cristo y la cabeza de Cristo es Dios (1Cor. 11:3). Esto se refleja también en el Ejército. Las funciones determinantes del Concilio no son por consiguiente jerárquicas.

 

El Mesías fue ungido como Sumo Sacerdote por sobre sus compañeros (Salmo 45:6-7; Hebreos 1:8-9). Él vino a redimir al género humano y a reconciliar la creación con Dios. Esto incluía al Ejército. La Biblia es bastante clara en cuanto a que Cristo tiene el mismo origen que todos nosotros (enos pantes KJV y RSV; Vea a Interlinear de Marshall enos = un;  pantes = ciertamente, en cualquier, de todas formas, todos modos; Vea a Thayer, p. 476, son de uno absolutamente en todos los aspectos. La NIV lo traduce como de la misma familia para limitar las implicaciones). Ambos él que santifica y quienes son santificados tiene un origen (Hebreos 2:11). Cristo manifiesta que a él no le da vergüenza anunciar nuestro nombre como los hijos que Dios le dio. Él nos proclama como hermanos a sus hermanos cantando nuestra alabanza (lit. el nos himna) (Salmo 22:22). Él hace esto en la iglesia (ecclessia) o congregación (DHS 6951 qâhâl asamblea en su aspecto militar) de sus hermanos, porque él confía en Dios quien no ocultó Su rostro de él (Hebreos 2:11-13; Ref. Salmo 22:22-24; 2Samuel 22:3; Isaías 8:18 también la Biblia Interlinear de Green). Hebreos 2:16 es traducido como él no se apropió la naturaleza de ángeles en la KJV. Pero vemos que son sus hermanos, como lo somos nosotros. La RSV traduce el texto más correctamente como: Pues seguramente no es por ángeles que él está preocupado sino por los descendientes de Abraham. Cristo fue enviado a la humanidad para redimir el mundo como hijos de Abraham. El Ejército leal había sido probado. ¿Por qué, entonces, como hijos de Dios y hermanos de Cristo, necesitarían su presencia? La redención habría de tener lugar entre hombres, como carne y hueso. Para llevar a cabo esto, Cristo como el Sumo Sacerdote ungido tuvo que renunciar a su posición y vida, confiando en Dios. Él tuvo que mostrar su lealtad y confianza y valía para heredar el Sumo Sacerdocio y el Reino. Él tuvo que renunciar a su vida y morir, y sólo como hombre era eso posible. Él nos santificó a nosotros, y al Ejército, y redimió a nosotros y al Ejército para Dios (vea también a Apo. 4:1 hasta 5:14, esp. 5:5-14)

 

¿Por cuál autoridad Escritural se afirma que Cristo es de causa u origen diferente a la del Ejército y de todos nosotros que somos productos del Padre? ¿No tenemos todos nosotros un Padre, nuestro creador (Mal. 2:10)? Cristo no es el Único Dios Verdadero, Eloah, el Dios Altísimo (Deut. 32:8; Proverbios 30:4-5; Juan 17:3).

 

Cristo fue el único Dios nacido (Juan 1:18) ungido como elohim por encima de sus compañeros (Salmo 45:6-7; Hebreos 1:8-9). Este término de monogenes theos o único dios nacido (vea arriba) se vierte como sólo hijo unigénito por Trinitarios y Binitarios. Cristo era uno de los Hijos de Dios pero él fue el único en renunciar a su posición y forma, y volverse humano (Filipenses 2:6-8 RSV) como único elohim nacido o theos (ref. el artículo La Preexistencia de Jesucristo [243]). Él fue, hasta entonces, el primero en ser engendrado o prõtotokos de toda criatura (Col. 1:15). Él estaba destinado a convertirse en el primogénito de entre los muertos (Col. 1:18). Él es el comienzo de la creación de Dios (Apo. 3:14). Dios le trajo al mundo (Hebreos 1:6). Él es el único elohim nacido o theos pero el primogénito de la creación y primogénito de entre los muertos. Él logró la posición de Hijo de Dios en poder de su resurrección de entre los muertos (Romanos 1:4).

 

La cuestión de adopción no surge con ninguno del Ejército de los Elohim. Ellos todos son Hijos de Dios en virtud de la extensión del Espíritu Santo (ver los artículos El Espíritu Santo [117] y Consubstancial con el Padre [081]).

 

La rebelión ocasionó que muchos de los Hijos de Dios cayeran del poder y la gracia. Ellos poseían el Espíritu Santo tal como hacemos nosotros, a saber por la gracia de Dios. Cristo posee este poder por la gracia de Dios.

 

El elohim de Israel, a saber Jesús Cristo, fue ungido como elohim por su elohim por encima de sus compañeros (Hebreos 1:8-9; Ref. Salmo 45:6-7). La aseveración hecha por el Binitarianismo de que Cristo es uno de dos Dioses que eran Dioses verdaderos desde el principio, eternos e iguales, es contraria a la Sagrada Escritura. Cristo y la creación tienen un mismo origen, a saber son productos del único Dios verdadero quién envió a Su hijo Jesucristo a redimir la creación (Juan 17:3;  1Juan 5:20). Nadie ha visto a Dios jamás ni tampoco puede ver a Dios porque él mora en luz inaccesible y no puede ser visto por humanos. Únicamente Él es inmortal (Juan 1:18; 1Tim. 6:16).

 

La Iglesia primitiva tenía esta visión, pero es interpretado de manera tal que infiere adopcionismo.

 

La obra El Pastor de Hermas de fines del primer siglo o comienzos del segundo estaba originalmente incluida en el canon en muchas áreas de la Iglesia (vea el articulo La Biblia [164]). Ireneo, de la escuela de Juan, lo cita como Sagrada Escritura. Dice (vea Sim. v. e ix, 1,12) en las palabras de Harnack (Hist. of Dogma (Historia de Dogma) (tra. inglesa) I. 191 n.; Ref. Burn, Adopcionismo, ERE, Vol. l, p. 103).

 

“El Espíritu Santo - no es cierto que él esté identificado con el Arcángel principal - es considerado como el Hijo de Dios preexistente, quien es mayor que la creación, ¡no!, fue consejero de Dios en la creación. El Redentor es el hombre noble escogido por Dios, a quién ese Espíritu de Dios fue aunado. Como él no profanó al Espíritu, sino que Él lo conservó constantemente como Su compañero, y llevó a cabo el trabajo para el cual la Deidad le había llamado, ¡no!, hizo más de lo que le fue ordenado, él fue, en virtud de un decreto Divino, adoptado como un hijo y exaltado a (megale ezousia kai curiotes)

 

Aquí vemos la visión tentativamente avanzada por Harnack la cuál une al Cristo preexistente y al Espíritu Santo, haciendo que conjuntamente sean el Arcángel Principal que luego fue unido al hijo humano de María. Ésta es una visión incorrecta de la estructura bíblica y del Pastor de Hermas. La Iglesia primitiva tenía la óptica de que Cristo era un Hijo de Dios y el Arcángel de Yahovah al que se refiere el Antiguo Testamento. Judá y algunas ramas de la Iglesia primitiva entendían que el Mesías era Miguel (ref. Daniel 10:13,21; 12:1; Judas 9; Apo. 12:7). Las implicaciones del nombre y las funciones de Rafael también podrían ser asociadas con Mesías. Rafael simplemente quiere decir Dios ha curado. El mensaje de la resurrección está también implícito en el nombre y las responsabilidades también guardan relación con las del Mesías. El Mesías tiene a cargo los espíritus de los hombres desde la resurrección y el juicio. La comprensión de esta actividad,  por lo menos, estaba presente entre los hebreos antiguos.

 

Los teólogos, y aparentemente Harnack mismo, malentienden la relación entre el Espíritu Santo y los Hijos de Dios. En cada caso tratan de hacer existente a un único Hijo de Dios antes de la creación física y la encarnación, cuando esa no es la posición bíblica y es falso (Génesis 6:4; Job 1:6; 2:1; 38:4-7). No comprenden que el Espíritu Santo es el poder de Dios que confiere el estatus de hijo y la naturaleza de Dios a todos, tanto en el cielo y a los elegidos. Todos nosotros compartimos la naturaleza divina (2Pedro 1:4).

 

Los Hijos de Dios son una orden entera de seres de los cuales Cristo era uno entre muchos de esos seres. Parecen extenderse hasta una mayor estructura del Ejército del Concilio, que suma mil. Job dice que uno de los mil rescataría al hombre (Job 33:23-34). El ejército era enviado como mensajeros. Son nuestros hermanos (Apo. 12:10). Seremos iguales a ellos en el Reino (Lucas 20:36). Seremos hijos de Dios (Mateo 5:9) y elohim (o theoi) (Zacarías  12:8; Juan 10:34-36) y la Escritura no puede ser quebrantada.

 

Los Hijos de Dios que entendemos como el ejército angélico fueron hechos espíritus ministradores nuestros a fin de que podamos heredar el Reino de Dios (Hebreos 1:14). Ni ellos ni nosotros somos rebajados por esta actividad de Dios. Tal noción es propaganda Satánica.

 

Las aseveraciones estimando al Ángel de Yahovah como un Elohim son constantes a todo lo largo del Antiguo Testamento y reforzadas por el Nuevo Testamento.

 

Los humanos elegidos reciben el espíritu de adopción, como hijos de Dios, que finalmente ocurre con la redención de nuestros cuerpos (Romanos 8:15,23; 9:4; Gálatas 4:5 Efesios 1:5; Vea el artículo Nacido de Nuevo [172])http://www.logon.org/english/s/p172.html. La manifestación final de los Hijos de Dios aún está por ocurrir y esperamos para esa fase en la resurrección (Romanos 8:19-23). Por consiguiente, los Hijos de Dios se extienden a lo largo de la fase entera de la creación.

 

Es tan absurdo sugerir que los del Ejército no sean Hijos de Dios como lo es sugerir que nosotros no somos y no seremos Hijos de Dios en poder desde la resurrección de entre los muertos como fue Cristo (Romanos 1:4). El Ejército era Hijos de Dios desde su creación. Nosotros somos hijos desde nuestra adopción. Ellos recibieron al Espíritu Santo desde el principio. Nosotros lo recibimos desde nuestro bautismo. Cada uno lo recibe por la gracia de Dios. Cristo es tan dependiente de Dios para la vida eterna como lo somos todos nosotros. Todos tenemos un origen, a saber Eloah, el único Dios verdadero (vea los artículos El Espíritu Santo [117], Sobre la Inmortalidad [165], La Deidad de Cristo [147] y La Preexistencia de Jesucristo [243]).http://www.logon.org/english/s/p243.html

 

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