Iglesias Cristianas de Dios

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Socinianismo, Arrianismo y Unitarianismo

(Edición 1.0 21121996-21121996)

 

El término Socinianismo ha sido aplicado muy indiscriminadamente sobre un gran conjunto de doctrinas anti-trinitarias. La Divinidad es el tema central del Socinianismo. De las creencias católicas y unitarias, correctamente sostuvieron que Dios es absolutamente simple. Concluyeron que la distinción de personas es destructiva para esa simplicidad. De esta lógica, negaron la Trinidad como lógicamente defectuosa. La distinción entre el trinitarianismo y el unitarianismo es que el homenaje a Cristo es en vista de su relación con el Padre y de un tipo secundario, mientras que los trinitarios sostienen que es del culto de la latría, donde Él es de hecho Dios como el Padre es Dios.

 

 

Christian Churches of God

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(Copyright © 1996 Wade Cox)

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Socinianismo, Arrianismo y Unitarianismo

 


El término Socinianismo ha sido aplicado muy indiscriminadamente sobre un gran conjunto de doctrinas anti-trinitarias. El término es derivado de Lelio Socinio (1526-1562) y su sobrino Fausto Socinio (1539-1604), nativos de Siena. La secta surgió antes que Fausto entrara en contacto con ella, pero le debe su individualidad a él. Una sociedad secreta fue formada en Vicenza en la diócesis de Venecia para discutir la Trinidad. Entre los miembros estaban George Blandrata (médico), Alciato, Gentilis y Lelio Socinio. Lelio (o Lelius) Socinio era un sacerdote de Siena y amigo de Bullinger, Calvino y Melancthon. El objetivo de la sociedad era promover el anti-trinitarianismo. La sociedad fue disuelta y sus miembros huyeron a Polonia donde fueron de nuevo acosados.

 

Cabe señalar que los Nominalistas bajo Abelardo fueron los progenitores verdaderos del anti-trinitarianismo en el período de la Reforma cuando los católicos lo vieron y éste es el sentimiento del Papa Hugo en su artículo sobre el Socinianismo (Cath. Encyc., Vol. XIV, p. 113). Propiamente llamados anti-realistas, el Nominalismo fue rechazado por la filosofía católica. El nominalismo se ocupa de explicar cosas en términos de individualidad y realidad particular y externa. Esto por lo tanto niega la existencia de conceptos abstractos y universales, y rehúsa admitir que el intelecto tiene el poder de producirlos. Por lo tanto la progresión mística es imposibilitada. El realismo exagerado inventa un mundo de realidad que corresponde exactamente a los atributos del mundo de pensamiento. Los católicos fueron Realistas Moderados Aristotélicos (especialmente de Aquinas y Occam en adelante), en vez de Realistas Platónicos Exagerados. Este proceso de pensamiento tiene enormes implicaciones y consecuencias para la explicación de la Teoría Causal y el mundo de los espíritus. La ciencia moderna y el pensamiento empírico están relacionados básicamente con la explicación de los acontecimientos en términos físicos. Los Nominalistas desarrollaron sus teorías más particularmente a través de Hume, Stuart Mill, Spencer, Huxley y Tain. Los católicos los sostienen para confundir esencialmente distintas operaciones lógicas (la descomposición simple de representaciones sensibles o empíricas con abstracción propiamente así llamada y también analogía sensible con el proceso de universalización) (vea De Wulf Nominalismo, Realismo, Conceptualismo, Cath. Encyc., Vol. XI, p. 93). Los católicos Aristotélicos están sujetos (por ellos mismos) para distinguirse cuidadosamente entre ambos de estas operaciones mentales. El nominalismo es irreconciliable con una filosofía espiritualista y, por lo tanto, también con el escolasticismo. El fenomenalismo de Kant es también sostenido para destruir todos los lazos que podrían asociar el concepto con el mundo externo (De Wulf, ibíd.). Los católicos sostuvieron hasta finales de este siglo que nosotros no creamos el objeto total de nuestro conocimiento, sino que lo engendramos dentro de nosotros bajo la influencia causal del objeto que se revela a si mismo a nosotros (ibíd.). Esto tiene implicación en la voluntad revelativa de Dios y, por lo tanto, en la naturaleza de Dios. La explicación de la realidad es como una ontología. La ontología es la ciencia del estudio del ser. Se relaciona con el estudio del ser o la esencia de cosas en el abstracto. Por lo tanto, toda religión tiene que ver con esta explicación en el abstracto. Tal explicación le proporciona realidad a Dios y a los hijos de Dios y a los demonios.

 

El ontologismo, que es semejante al Realismo Platónico, arbitrariamente identifica los tipos ideales, que nos vienen del mundo sensible por medio de la abstracción, con los tipos ideales consubstanciales con la esencia de Dios. De Wulf sostiene que cuando formamos nuestras primeras ideas abstractas aun no conocemos a Dios. Somos tan ignorantes de él que debemos utilizar estas primeras ideas para probar a posteriori su existencia. De Wulf piensa que el ontologismo ha vivido su vida y este mundo está ahora tan enamorado con el experimento y la observación que no volverá a los sueños de Platón (ibíd.). Los católicos no tomaron en cuenta en su opinión que algunas de las grandes mentes fueron unitarias así como también productoras de explicaciones científicas y filosóficas de la realidad – John Locke y Sir Isaac Newton son ejemplos notables. Así, los unitarios (o arrianos como los llamaron los trinitarios) tuvieron probablemente una parte significativa para jugar en este proceso.

 

Este asunto del conocimiento y la Teoría Causal ha sido tratado en Creación: De Teología Antropomórfica a Antropología Teomorfica. Los Nominalistas fueron anti-trinitarios de su filosofía guiada por la razón que negaba el Misticismo neo-platónico. La distinción entre los católicos y los religiosos anti-trinitarios fue por bases similares, en que Dios se reveló a Sí Mismo a través de la auto-revelación y sólo al adulto bautizado en el Espíritu Santo. Por lo tanto, sólo ellos podrían ser consubstanciales.

 

Por esta razón los católicos suprimieron este sentimiento anti-trinitario ya que enseña una relación consubstancial consiguiente a la obediencia y en una igualdad con Cristo pero subordinado a la voluntad de Dios. Los católicos negaron esta función como Dios iniciado y confiaron en la progresión mística para hacerse como Dios como definido por los Capadocios. Ésta fue la distinción conceptual por la que los católicos se opusieron a los Capadocios (vea los papeles El Espíritu Santo [117]  y Consustancial con el Padre [081]).

 

La historia nos muestra que la Iglesia de Dios precedió a la Reforma y a los valdenses que fueron constantemente anti-trinitarios hasta la Reforma. El Papa Hugo sostiene que los anti-trinitarios son los representantes de los Sabelianos, macedonios y arrianos de un período anterior. Ciertamente, los valdenses fueron condenados y bajo la descripción general de arrianismo en 1180 en el tratado de Bernard de Fontcaude (Adversus Vallenses et Arianos; Vea el papel El rol histórico del Cuarto Mandamiento en las Iglesias Sabatistas de Dios [170]).

 

Las personas en Europa llamadas anti-trinitarias entraron en cisma como efecto de la Reforma y porque tenían puntos de vista diferentes. Por lo tanto es engañoso referirse a estas personas como Socinianos. Es el mismo efecto de referirse a las Iglesias de Dios en EEUU de mediados de 1800 como Armstronitas. Él fue un líder posterior de una rama. Como Armstrong, veremos que los mismos Socinianos alteraron sus creencias sobre la naturaleza de Dios.

 

Lelio Socinio vivió principalmente en Zurich pero era el pilar del grupo que se reunía en Cracovia. Él murió en 1562 y los anti-trinitarios sufrieron interrupción de este punto. En 1570 los Socinianos separados e, influenciados por John Segismund, se establecieron en Raköw. En 1579 Fausto vino a Polonia con los papeles de su tío. Él encontró a la secta dividida y al principio su admisión fue rechazada porque él no se sometería a un segundo bautismo. Su primer bautismo por consiguiente debió haber sido como un adulto. En 1574 los Socinianos habían publicado un Catecismo de los unitarios. La naturaleza y perfecciones de la Divinidad fueron descritas pero el documento no dice nada sobre los atributos divinos que eran considerados como misterios (por los católicos). Cristo fue considerado como el hombre prometido y el mediador de la creación.

 

Fausto Socinio unió a las facciones bajo sí mismo en 1579. Él había sido invitado a Siebenburg (o Siebenburgen) para contrarrestar la posición anti-trinitaria de Francis David (o Davidis) (1510-1579). David murió en Deva Castle donde había sido arrestado por sus creencias sobre la naturaleza de Cristo. La Iglesia en Siebenburg después de la muerte de Francis David fue dirigida por Andreas Eossi y ésta fue la Iglesia en Europa del Este que era descendiente de los valdenses. Sabemos sin duda que fueron unitarios (a menudo llamados arrianos por los católicos). Guardaron el Sábado, los Días Santos y las Lunas Nuevas y fueron la verdadera Iglesia de Dios en Europa, siendo la que llamaríamos la era de Tiatira (vea los papeles Distribución General de las Iglesias Sabatistas [122]  y también El rol histórico del Cuarto Mandamiento en las Iglesias Sabatistas de Dios [170]).

 

David se había negado a aceptar el peculiar dogma Sociniano que Cristo, aunque no Dios, debía ser adorado. La Iglesia de Dios en Europa nunca había aceptado que Cristo era el objeto de culto o adoración. El rechazo de la adoración de Cristo fue la constante visión de la Iglesia de Dios por siglos, incluyendo a los valdenses de quienes la iglesia en Siebenburg fue parte. David fue arrestado por este motivo y murió en prisión. El Papa Hugo también nota que Budnaeus fue degradado por considerar la misma opinión que David y fue excomulgado en 1584. Así estos dos fueron convertidos a la fe así llamada Ortodoxa.

 

Los Socinianos en este tiempo suprimieron el antiguo catecismo y publicaron uno nuevo titulado el Catecismo Racoviano que aunque fue elaborado por Fausto Socinio no fue publicado hasta 1605, el año después de su muerte. Primero fue publicado en polaco y luego en latín en 1609.

 

Los Socinianos prosperaron. Establecieron colegios, sínodos, y poseían imprentas con las cuales produjeron grandes cantidades de literatura. Esta literatura fue coleccionada por Sandius bajo el título Bibliotheca Antitrinitarianorum. Las obras de Fausto son coleccionadas en la obra Bibliotheca Fratrum Polonorum.

 

A la Iglesia de Dios en Siebenburg, por otra parte, le fue negado el estatus de iglesia y le fue negada una imprenta. Eossi redactó su obra a mano y fue copiada por asistentes.

 

En 1638 los católicos insistieron en que los Socinianos fueran desterrados. La secta fue temida en Europa pero el Papa dice que muchos de los príncipes la favorecieron en secreto (ibíd. p. 114). Se pensaba en una fase que podría invadir Europa. El Embajador Británico le advirtió a los estados de Holanda que los Socinianos llegarían de Polonia, lo cual hicieron en 1639. En 1653 ahí fueron suprimidos por decretos muy rigurosos.

 

No consiguieron un gran punto de apoyo en Inglaterra, como el Papa comenta, aunque en 1612 Leggatt y Wightman fueron condenados a muerte por negar la divinidad de Cristo. John Biddle sostuvo lo que fue descrito como los principios Socinianos y fue desterrado por Cromwell a las Islas Sorlíngas de las cuales regresó bajo un recurso de habeas corpus. Fue puesto otra vez en prisión después de la Restauración y murió en 1662.

 

El Papa Hugo correctamente nota (ibíd.) que los unitarios son frecuentemente identificados con los Socinianos pero hay diferencias fundamentales entre sus doctrinas.

 

Veremos que el término unitarios es a menudo mal aplicado por los católicos y el Papa usa el término en un sentido solamente, que estimamos como incorrecto. Los católicos sostienen que los términos unitarios, arrianos y Socinianos son términos distintos y exclusivos, mientras que Schaff, por ejemplo, los clasificaría a todos ellos bajo el término unitario (con virtualmente todo lo demás) como vemos en su Historia de la Iglesia Cristiana (Vol. II, pp. 571 ff).

 

Los Socinianos creían:

1.    La Biblia era la única autoridad pero tenia que ser interpretada por la razón.

2.    Negaron todos los misterios ("Los misterios son en efecto exaltados sobre la razón pero ellos de ningún modo la trastornan; de ningún modo extinguen su luz, sino sólo la perfeccionan". John Crell (d. 1633) De Deo et ejus Attributis; ref. El Papa, ibíd.).

3.    La unidad, eternidad, omnipotencia, justicia y sabiduría de Dios deben ser insistidas ya que podemos estar convencidos de estas por la razón.

4.    La inmensidad de Dios, infinidad y omnipresencia fueron considerados como más allá de la comprensión humana y por lo tanto no son esenciales para la salvación.

5.    La justicia original significaba que Adán era libre de pecar como un hecho, no que él fue dotado de dones peculiares; Por lo tanto Socinio negó totalmente la doctrina del pecado original.

6.    Puesto que la fe no era más que la confianza en Dios, los Socinianos negaron la doctrina católica de justificación en el sentido en el cual la sostuvieron. No era sino un acto judicial de parte de Dios.

7.    Había sólo dos sacramentos pero éstos eran considerados meros incentivos para la fe, no tenían eficacia intrínseca (por lo tanto la Transubstanciación fue negada y la realidad de muerte del hombre viejo en el bautismo esta también quizás en duda).

8.    Negaron el bautismo de infantes y el infierno. Los malvados eran simplemente aniquilados.

 

La Divinidad es el tema central del Socinianismo. Tanto los católicos como el punto de vista unitario, correctamente sostienen que Dios es absolutamente simple. Concluyeron que la distinción de personas es destructiva para esa simplicidad. De esta lógica, negaron la Trinidad como lógicamente defectuosa. Los católicos ven este punto de vista como equivocado de la doctrina de la Circumincession o la distinción de la Trinidad dentro de la Divinidad. El Diteísmo moderno de Herbert Armstrong, promovido de 1978, intento reconciliar este problema de Unidad y Distinción al tratar de negar la Trinidad y mantener al Espíritu Santo separado del compuesto. Ésta es la posición que forzó a Constantinopla en 381 y finalizo en Trinitarianismo formal (ref. Gregory de Nazianzus 380 d.C, citado en el papel El Gobierno de Dios). Es similar al error macedónico que es también llamado semi-arrianismo, en que intenta acomodar una elevada Cristología. Los discípulos de Armstrong se acercaron a la fase, por 1990, de declarar que Dios y Cristo tuvieron un debate referente a quién bajaría para ser sacrificado (Noticias Mundiales y dado por el evangelista G. Waterhouse, Canberra, Australia – Tabernáculos 1990).

 

Los socinianos, sin embargo, procedieron a deducir que no puede haber proporción entre lo finito y lo infinito y, por lo tanto, no puede haber Encarnación de la Deidad ya que ello demanda tal proporción. Sin embargo, si por una imposibilidad hubiera distinción de personas en la Deidad, ninguna persona divina puede ser unida a una persona humana ya que no puede haber unidad entre dos individualidades. El segundo argumento es contrario a la Escritura. Aquinas trata con el primer punto de la opinión católica en Summa, I, Q. xii, a. 1 ad 4 am (vea Petavio para el resto).

 

Los Socinianos no se convirtieron en así-llamados arrianos como hizo Campanus y Gentilis. Se ve que Gentilis fue uno de la sociedad original. Él fue decapitado en Berna en 1566 y algunos dirigieron el término Triteista hacia él como el Papa comenta (vea Una Corta Historia de Valentius Gentilis el Triteista, Londres, 1696). Las creencias diteístas pueden colapsar en este problema cuando el Espíritu Santo es confusamente expuesto o cuando haya alguna inclinación al Trinitarianismo. Esto ocurrió en la Iglesia Adventista del Séptimo Día que se volvió trinitaria en 1931 después de la muerte de Urias Smith y en la Iglesia de Dios Universal entre 1978 y 1993 cuando también se volvió trinitaria.

 

Los católicos creen que Socinio no se volvió unitario aunque, como Pablo de Samostata y Sabelio, él consideró al Espíritu Santo como meramente una operación de Dios, un poder para la santificación.

 

Fue en la enseñanza de Cristo que Socinio difirió de los unitarios, aunque enseñó la adoración o culto de Cristo que la Iglesia de Dios rehúsa hacer. Socinio creía que Cristo era el logos pero negó su pre-existencia. Como la Palabra de Dios él fue el intérprete. El Papa dice (ibíd.) que Socinio explico que Juan se refiere a la regeneración solamente. Sin duda esto fue derivado del concepto del tohu y bohu de Génesis 1:1-2. (Esta idea tiene mucha más aceptación con los descubrimientos arqueológicos modernos.) Cristo fue, sin embargo, milagrosamente engendrado. Él era el hombre perfecto. Él era el mediador señalado pero él no era Dios, sólo deificó al hombre. En este sentido él debía ser adorado.

 

Los católicos sostienen que se trata de la línea divisoria precisa entre los unitarios y los Socinianos (vea al Papa, ibíd.). Los católicos opinan que los unitarios niegan el nacimiento milagroso de Cristo y rehúsan adorarlo. El Papa sostiene que, en sus principios, los unitarios son bastante más lógicos.

 

Así los católicos sostienen la distinción entre arrianos, unitarios, y Socinianos como:

1.    Los arrianos sostienen que Cristo es pre-existente como un producto del Padre. Los católicos afirman que los arrianos consideran al Espíritu Santo como un producto del Hijo. Esto no se basa en ninguna escritura de los así llamados arrianos sino en una posterior suposición Atanasia.

2.    Los unitarios niegan la pre-existencia, nacimiento divino y por lo tanto el culto de Cristo. (Llamamos a esta creencia Unitarismo Radical y los católicos deberían distinguir este punto.)

3.    Los socinianos niegan la pre-existencia de Cristo pero aceptan su nacimiento milagroso y por lo tanto aceptan adorarle.

Esta distinción es fatalmente defectuosa como examinaremos abajo.

 

Las condenas formales del Socinianismo no reflejan sus doctrinas correctamente ya que las condenas fueron emitidas antes de la publicación del Catecismo Racoviano en 1605. Las condenas están en la Constitución de Pablo IV, Cum quorundam, 1555 (Denz. 993) confirmado por Clemente VIII en 1603 Dominici gregis. Además, el catecismo no puede  reflejar realmente las creencias más desarrolladas de los lideres del grupo (vea el Papa Hugo, ibíd., p. 115). De estos decretos parece que fue asumido en 1555 y de nuevo en 1603 que los Socinianos sostuvieron que:

a.    No había Trinidad;

b.    Que Cristo no era consustancial con el Padre y el Espíritu Santo;

c.    Que no fue concebido del Espíritu Santo sino engendrado por José;

d.   Que su muerte y su pasión no fueron padecidos para lograr nuestra redención;

e.    Que la santísima virgen no fue la madre de Dios, ni retuvo su virginidad.

 

Del Catecismo de 1605, los Socinianos claramente opinaron que Cristo fue milagrosamente concebido pero el Papa dice (ibíd.) que el sentido no esta claro. Así las condenas descansan en evidencias incorrectas y contradictorias. Lo que es quizás el problema más importante en esta cuenta católica de las doctrinas de los Socinianos es que opinan que los Socinianos negaron la pre-existencia de Cristo. Sin embargo, cuando examinamos sus declaraciones con respecto a la cuenta en Juan relativa al Mesías, vemos que los Socinianos creían que Juan 1:10 se refería a una cuenta de regeneración y no a la creación inicial. Esto no dejaría problemas con las claras declaraciones en Efesios 3:9 en los textos antiguos y también en Apocalipsis 4:11 que claramente excluye a Cristo en cualquier cuenta de la Divinidad. El panorama de re-creación de Génesis 1:1-2 es ahora considerado el panorama más probable de lo que conocemos de la edad de la tierra y su historia. Es imposible reconciliar la negación de la pre-existencia del Mesías con su regeneración de la tierra en Juan 1:10. Los Socinianos así posiblemente no pudieron haber sustentado la doctrina del unitarismo radical y deben haber sido unitarios subordinacionistas, equivocadamente llamados arrianos por los católicos. Esta opinión luego combina los dos grupos y les da una historia de los valdenses. La explicación más probable es que los unitarios radicales estaban presentes en números pequeños a todo lo largo de las iglesias europeas pero no representaron su opinión doctrinal verdadera. De la misma manera, existen hoy en pequeñas cantidades en algunas ramas de la Iglesia de Dios.

 

De estas creencias, según el listado de los católicos, la Iglesia de Dios sostuvo sólo unos cuantos y sugerir que la Iglesia de Dios en Europa, ya sea en Siebenburg o como valdenses, fue ya sea Sociniana como los católicos los definen o unitaria radical, es decir aquellos que niegan la pre-existencia de Cristo, es simplemente malicioso. En lo mejor simplifica demasiado y obscurece algunas distinciones fundamentales. Puede ser, también, que los católicos simplemente juegan con el término pre-existencia para obscurecer la comunalidad de doctrinas. Si el termino pre-existencia es sostenido para insinuar existencia antes de la generación del Ejercito, en lugar de existencia antes de la Encarnación, entonces tenemos una nueva definición del término. Si ésta es la solución para el conflicto absoluto en la presentación católica del dogma Socinianista, entonces sus distinciones y honestidad académica están en seria duda. De todos modos la opinión de la Consubstanciación está también en duda.

 

Las creencias de la Iglesia y otros grupos pueden ser mejor descritos como sigue.

 

La Iglesia de Dios siempre fue, desde que se estableció con Cristo y los apóstoles, unitarista subordinacionista. Declaro:

1.      Había solo un Dios Verdadero que es Dios y Padre de todo.

2.      Que Cristo era un Dios subordinado y no el Único Dios Verdadero. Él era el único Dios nacido (Jn. 1:18; vea Ireneo para el texto correcto, ref. Marshall's Greek-English Interlinear RSV).

3.      Que Cristo (y todos los Hijos de Dios) era producto del Padre y que en este sentido su generación involucra un acto de deseo y por lo tanto un acto de creación (Mal. 2:10; Heb. 2:11 RSV; ref. Ef. 3:9 RSV. Note la KJV tiene añadidas las palabras por Jesucristo, no en los textos antiguos vea The Companion Bible, n. hasta v. 9 y también n. a Apo. 4:11).

4.      Cristo tuvo pre-existencia como el Mensajero de Dios y por lo tanto el ser que le habló a Moisés en el Sinaí y el Mensajero del Antiguo Testamento (Gn. 48:15-16; Is. 9:6 LXX; Zac. 12:8; Hch 7:38; Gal. 3:19). Nadie ha visto a Dios en ningún momento (Jn. 1:18; 1 Ti. 6:16). (La Septuaginta (LXX) llama al Mesías de Isaías 9:6 como el ángel de Gran Consejo).

5.      Cristo tuvo una concepción divina siendo nacido por la virgen para la redención del pecado.

6.      Mariam (María) concibió y dio hijos a José que se encuentran enumerados en la Biblia como los hermanos y las hermanas de Cristo.

7.      Negaron cualquier adoración de cualquier entidad aparte de Dios el Padre.

8.      Tenían dos sacramentos.

9.      No tenían símbolo de la cruz.

10.  La transubstanciación no parece haber sido enseñada por ellos.

11.  El Espíritu Santo era la fuerza o la operación y el poder de Dios que confirió la capacidad para ser hijos de Dios y ser consubstanciales con el Padre como Cristo fue consubstancial con el Padre (vea los papeles El Espíritu Santo (No.117) y Consubstancial con el Padre (No. 81)).

12.  Cristo no intento tomar igualdad con Dios sino hecho a sí mismo de ninguna cuenta, tomo forma humana y se volvió obediente hasta la muerte (Fil. 2:6 RSV). Él obtuvo un ministerio más excelente (Heb. 8:6). Por ofrecerse a si mismo él se convirtió en el mediador de un nuevo convenio habiendo purificado las cosas divinas y no sólo lo terrenal (Heb. 9:14, 15,23). Cristo que santifica y quienes son santificados son de un origen (Heb. 2:11 RSV). Cristo vino a hacer la voluntad de Dios y después de haber ofrecido un sacrificio por los pecados por siempre se sentó a la diestra de Dios (Heb. 10:5-9,12). Cristo resistió la cruz por el gozo puesto delante de él y por esta razón se sienta a la diestra de Dios (Heb. 12:2). Dios trata con todo el ejército como hijos y estamos en sujeción al Padre de los Espíritus que nos castiga para nuestro provecho. Cristo resistió y se convirtió en un hijo de Dios en el poder de su resurrección de los muertos (Rom. 1:4).

 

Estas creencias fueron más o menos consistentes a lo largo de la historia de la Iglesia como vemos de los registros de persecución de las sectas (vea el papel El rol histórico del Cuarto Mandamiento en las Iglesias Sabatistas de Dios [170]). Sabemos que las creencias fueron sustentadas por la Iglesia de Siebenburg ya que tenemos un registro completo de sus creencias de la obra del Rabino Principal de Budapest a finales del siglo pasado (DIE SABBATHARIER IN SIEBENBURGEN, Ihre Geschicte, Literatur und Dogmatik, Budapest, Verlag von Singer y Wolfer, 1894). No fueron unitarios radicales; Fueron unitarios subordinacionistas como nosotros somos.

 

Otras opiniones emergieron en Europa en adición del unitarismo radical que negaba la pre-existencia de Cristo y del Socinianismo que supuestamente tiene las doctrinas defectuosas que vemos arriba. El dualismo Maniqueo también emergió como lo hizo el Catarista Montanista con sus doctrinas ascéticas resultando del gnosticismo y los Misterios que se detallan en el papel El Vegetarianismo y la Biblia.

 

Las Iglesias de Dios en el siglo XIX y el XX tienen las mismas doctrinas que la Iglesia ha creído a lo largo de la historia. Las alteraciones a esas doctrinas en la Iglesia Adventista y la Iglesia de Dios Universal son notadas arriba. Si la información dada por los católicos acerca de las doctrinas arrianas es correcta, entonces los arrianos difieren de la Iglesia original concerniente al Espíritu Santo y no entienden su función. Eso puede, claro está, ser falso dado la naturaleza de la propaganda católica y la ausencia de cualquier declaración afirmativa en la Thalía u otras obras ya sea de Ario o Eusebio o Asterio o de cualquier otro obispo del grupo. El nombre arriano es dado del nombre de un hombre a un grupo que por mucho tiempo le precedió. Es práctica católica estándar tratar de nombrar a la Iglesia por individuos para romper nuestra continuidad. Esta estratagema es auxiliada e instigada por el culto de la personalidad que es endémica en EEUU.

 

La distinción simple y fundamental entre el trinitarianismo ortodoxo y el unitarismo subordinacionista de la Iglesia es ésta:

·      Ambos están de acuerdo que solo hay un Dios verdadero. Él es inderivado y existente en si mismo (Ex. 3:14). Comparado con él, todo lo demás no es nada (Is. 40:17; ref. Sabiduría 11:23). Dios es el principio y el fin de todas las cosas (Is. 48:12; ref. Apo. 1:8). Todas las demás cosas son de Dios el Padre y por él y en él, a través de Cristo (Rom. 11:36; 1 Co. 8:6; Col. 1:16). Dios es el soberano absoluto e independiente (Sal. 46:12; Is. 44:24; Heb. 1:10). La Enciclopedia Católica (Vol. IV, articulo Creación, p. 471) dice Que estos textos equivalentemente afirman que Dios es el creador de todas las cosas finitas es demasiado obvio demandar más comentarios. Los textos no son equivalentes como vemos.

·      Ambos están de acuerdo que el hijo es una generación del Padre.

 

Los puntos en cuestión son estos:

1.  Los Trinitarios creen que:

·      El Hijo fue eternamente existente como el Hijo en la Divinidad. Su generación no involucró un acto de creación y él fue el verdadero Dios del verdadero Dios (contrario a Juan 17:3).

·      Dios fue eternamente Padre, y Cristo fue eternamente Hijo.

·      Los otros hijos de Dios no fueron generados del Padre en la misma manera y como seres consubstanciales con el Padre. No hay prueba Bíblica para esta afirmación y el recurso es hecho a la filosofía de Platón, Aristóteles y Plotino para justificarla. La distinción no se resolvió hasta el Cuarto Concilio Laterano en 1215.

·      De Agustín, el tiempo comenzó con la creación del Ejército. Así hay una distinción implícita y no mencionada entre la generación del Hijo y la de los otros hijos de Dios en el ejército. Este reclamo es menester de los textos concernientes al principio del tiempo.

·      Si el Hijo no era verdaderamente Dios él no podía expiar o justificar la reconciliación con Dios. De nuevo esta aseveración no es justificada por la Escritura sino por el recurso a Platón y Aristóteles.

 

2.  Los posteriores concilios también han decretado:

·      Cristo no fue visto en el Antiguo Testamento o por ningún hombre antes de la Encarnación.

·      Cristo no es el ángel de Yehovah, el elohim del antiguo testamento que apareció a Moisés y le dio la ley en el Sinaí, ya que nadie ha visto a Dios en ningún momento y, por lo tanto, no pudieron haber visto a Cristo que es Dios.

·      Cristo es omnisciente y cuando él dijo que no sabia cosas fue como una declaración retórica.

 

La prueba de la Iglesia Primitiva muestra que no hubo opinión en relación a los ángeles y el culto que rara vez han sido representados en el arte cristiano hasta Constantino. El fresco más viejo en la que aparece un ángel es la escena de la Anunciación (segundo siglo) del cementerio de Priscila. (Vea Cath Encyc., Vol. I, p. 485) El ángel alado no aparece en el arte pre-Constantino. Nunca fueron representados a no ser históricamente necesario y no siempre incluso así (ibíd.). Una paloma fue usada para representar al ángel en el horno con los hijos hebreos en el fresco del tercer siglo en el cementerio de Priscila. En el fresco del cuarto siglo en el mismo tema, la mano de Dios fue substituida por el mensajero divino. Del tiempo de Constantino un  nuevo tipo de ángel con alas aparece en el arte cristiano probablemente basándose en las Victorias (ibíd.). Los ejemplos más viejos que existen de ángeles alados aparecen en bajorrelieves de Cartago y una representación en marfil de Miguel, ambos del cuarto siglo. La figura (en el Museo Británico) tiene un bastón en una mano y un globo traspasado por una cruz en la otra. En el quinto siglo vemos ángeles convirtiéndose en asistentes de Cristo y la Virgen María. El arco triunfal de Mary Majors muestra a un Gabriel alado volando por los aires hacia María que está rodeada de ángeles alados asistentes. En el sexto siglo la obra Hierachia Coelestis por seudo-Dionisio desempeño un papel importante en la representación de ángeles. Hasta entonces la opinión del rango y funciones del ejercito angelical no eran distinguidas en la manera en la cual nos hemos acostumbrado a ver o conceptualizamos su ser y funciones. Desde entonces la relación de los ángeles con Dios fue representada del Oriente a manera de diversos grados de funcionarios de corte rindiendo su homenaje al Emperador (Cath. Encyc., ibíd., p. 485b). La literatura cristiana primitiva, como su arte, contiene pocas referencias a los ángeles. La opinión católica es que con la creencia popular en deidades múltiples era necesario poner énfasis particular en la unidad de Dios (ibíd.).

 

El desarrollo de la opinión en relación a los ángeles se volvió necesario para hacer distinción positiva entre los hijos de Dios en el ejército y el rol y función de Cristo como vino a ser determinado en 381 en el Concilio de Constantinopla. Del Concilio de Calcedonia el rol y función de los hijos de Dios como mensajeros y espíritus ministradores fue reducido al punto que su existencia se había convertido en trivializada y la palabra ángel dejó de ser una función descriptiva de un hijo de Dios en la ejecución del plan de Dios. Se había convertido en una entidad en su propio derecho que logró una existencia inferior al percibido rol del Mesías y los elegidos. Esta opinión vino a elevar la Cristología y remover a Cristo de la creación en todos los niveles de conformidad con el dogma trinitario. Esta opinión no fue la opinión de la Iglesia Primitiva y el termino ángel se vio simplemente como una función de los hijos de Dios. Este argumento de reducción es el único problema más grande hasta el día de hoy en explicar la cosmología bíblica verdadera a los principiantes que no han leído la Biblia a fondo. Justino mártir (Apol. 1:6) dijo que el ejercito de ángeles buenos fue sostenido en la máxima veneración. Atenagoras se refiere a los deberes del ejercito leal que Dios señalo a sus diversos puestos, para ocuparse ellos mismos de los elementos, y los cielos y el mundo (Legatio x). En el cuarto siglo, Eusebio de Cesaria distingue entre el culto rendido a ellos y el culto dado a Dios (Demonstratio Evang., III, 3). Para finales del cuarto siglo Ambrose de Milán recomendó oraciones a ellos (Cath. Encyc., ibíd.). Así vemos que la doctrina del alma había penetrado en la Cristiandad. Estos Atanasios habían reducido la posición de los hijos de Dios en relación con el Padre a la de otros seres en relación a una percibida Trinidad.

 

Al mismo tiempo establecieron un culto que promovía oración y veneración a ellos y a María como un ser resucitado. La doctrina de Consubstancialidad de este tiempo removió al ejército de su relación con Dios, confinándolo a una Trinidad. Las letanías más antiguas de este tiempo venerando a la Trinidad y luego a Miguel (significando Quien es como Dios) y Gabriel (significando hombre de Dios) y luego a María (ibíd.). Estas distinciones que vemos arriba se volvieron fundamentales para la división entre la Iglesia verdadera y el Cristianismo (o corriente) Atanasio.

 

No fue hasta el Cuarto Concilio Laterano en 1215, en vista de la posición tomada por los Dualistas entre los Cátaros Albigensianos, que la Iglesia Romana declaró que los ángeles fueron creados (a diferencia de Cristo que no fue creado) y que los hombres fueron creados después de ellos (decreto Firmiter; ref. Cath. Encyc., articulo ángel, Vol. I, p. 476). El hebreo, por supuesto, es simplemente la palabra malak de la raíz lak significando uno yendo o un enviado, por lo tanto un mensajero. El ángel de Su presencia está en Isaías 63:9 y la LXX nombra al mesías el ángel del Gran Consejo. Aquinas declara a los ángeles no co-eternos con Dios pero creados ex nihilo. De este modo Aquinas mantiene la distinción entre Cristo y los otros hijos de Dios. De Tauler (d. 1361) y sus contemporáneos, la clasificación dionisíaca de Espíritus es seguida.

 

Culto

El concepto de culto es como el proceso de pagar honor. Es aplicado por grados. Es dirigido directamente a Dios y, en este sentido, es supremo absoluto y superior culto de adoración. Este culto soberano, la latría, se debe solo a Dios (Cath. Encyc., Vol. XV, articulo Culto, p. 710). Cuando el culto (dulía; hiperdulía a María) es dirigido a otros es solamente indirectamente para Dios pero dirigido a ellos en vista de su relación con Dios. Ambas formas son derivadas del concepto de homenaje como proskuneo o postración del griego. Así, bíblicamente, el homenaje pagado a Cristo y a los elegidos es derivado de su relación con Dios. En este sentido, la distinción entre el Trinitarianismo y unitarismo es que el homenaje a Cristo es en vista de su relación con el Padre y de un tipo secundario – mientras, los trinitarios creen que es del culto de la latría, dónde él es de hecho Dios, como el Padre es Dios.

 

Distinciones Protestantes

Las diferencias entre el catolicismo y el trinitarianismo protestante son sostenidas por ser constantes y adicionales a los argumentos de arriba. El Protestantismo tiene dos creencias. Una es la de Lutero que adoptó la doctrina sostenida por la Iglesia mucho antes de él, llamada de Solo Escritura, o solo la Biblia, como la autoridad. La Iglesia Anglicana y otras aceptan los Concilios como teniendo validez hasta Calcedonia en 451 y por lo tanto están manchados doctrinalmente de la misma manera como el catolicismo romano pero a un grado inferior. La Iglesia Luterana no sigue esta doctrina de Lutero – de otra manera habrían restaurado más verdades originales de las que realmente restauraron. Harnack opina que el Cristianismo se contamino por el Politeísmo y las numerosas prácticas paganas adoptadas (Das Wesen Des Christentums, Berlín, 1900, pp. 126,137-138,148). Ésta ha sido esencialmente la discusión entre la mayoría de las iglesias y la Iglesia de Dios a través de los siglos.

 

El binitarianismo, que también debe estar sujeto a estas discusiones, es otra desviación incoherente que no esta de acuerdo a la lógica y, por lo tanto, no ha sobrevivido como una doctrina en ninguna manera seria.

 

La Iglesia y el Culto

Cristo fundó una Iglesia con un Señor, una fe, un bautismo y un Dios y Padre de todo (Ef. 4:5-6). Este bautismo representa el culto entero, que debería ser uno, dirigido al mismo Dios por el mismo Cristo (Cath. Encyc., artículo culto, ibíd.). Esta fe no ha cambiado y las Iglesias permanecen adorando al mismo Dios y Padre de todo. Dios es merecedor de culto a causa de justicia y adoración no es un acto opcional de Su creación (Cath. Encyc., Op. cit.). La justicia y la rectitud son la misma palabra (tsedek) en el idioma hebreo. El culto en privado o incluso el culto individual en público no es suficiente. La sociedad le debería honrar y los cristianos deberían reunirse en público para adorarle y alabarle y agradecerle (ibíd.).

 

Los Montanistas en el segundo siglo iniciaron un culto de adoración del Espíritu Santo ya que ellos esperaban que el Espíritu Santo viniera y tomara el lugar de los hijos y anunciara un evangelio más perfecto. Esta opinión fue reprimida pero inducida al Cuarto Concilio de Roma en 380 donde el Papa Dámaso condenaba a cualquiera que negaba que el Espíritu Santo debería ser adorado como el Padre y el Hijo (ibíd., p. 711). Así al año siguiente (381) en el Concilio de Constantinopla, el Espíritu Santo fue añadido a la Divinidad como la Trinidad pero no quizás con tanto éxito como a los Capadocios les habría gustado. Esto forma la siguiente gran distinción entre la Iglesia y el Trinitarianismo.

 

Los católicos reconocen (ibíd.) que Cristo cuidadosamente observó todas las prescripciones del culto judío (incluyendo sábados y Fiestas) porque una desviación en un punto u otro ciertamente habría despertado protesta del cual algún eco habría sido conservado en los evangelios. La sola protesta fue concerniente al método y no al hecho de observancia del sábado.

 

La Iglesia Verdadera

El sistema dominante ha tratado de enterrar toda huella de una Iglesia continua en contra de su doctrina. Los conteos de la historia y las doctrinas son inexactos de los conceptos equivocados de los individuos involucrados y el secretismo de la Iglesia bajo la persecución. La Iglesia Católica ha perseguido a la Iglesia de Dios por siglos. En 1179 el Tercer Concilio General Laterano prohibió la Iglesia llamada Vallenses de ese año. El Papa Lucio III publicó un Tauro de excomunión en Verona en 1184 porque la Iglesia decretó que la obediencia era a Dios y no al hombre y rehusó entregar la fe. Una conferencia general entre la Iglesia y los católicos fue celebrada en 1191 y fue seguida por una segunda en Parmiers en 1207. En 1192 el obispo Otto de Toul ordenó a todos los valdenses a ser entregados encadenados al tribunal episcopal. En 1194 Alfonso II de Aragón ordenó su exilio de su dominio y les prohibió refugio o comida. El Concilio de Génova (1197) afirmo estas provisiones y ordenó muerte en la hoguera en contra de la Iglesia. De entonces, trataron de matar o suprimir a la Iglesia por cualquier medio posible. La existencia de sectas cismáticas contemporáneas ha complicado el problema de identificación y la historia católica está simplemente mal en su intento por confinar a la Iglesia a Peter Waldo y el doceavo siglo y trivializar sus doctrinas y su efecto (vea los papeles Distribución General de las Iglesias Sabatistas [122]  y también El Rol Histórico del Cuarto Mandamiento en las Iglesias Sabatistas de Dios [170].

 

Cristo tiene una Iglesia – aunque en varias administraciones u operaciones como Pablo dice (1Cor. 12:6). Esa Iglesia no ha dejado de operar o ha cambiado sus doctrinas básicas en dos mil años. La Iglesia Católica quiere que todo el mundo crea que son ese cuerpo. Esa afirmación es falsa. Cristo no inició el trabajo este siglo ni cambió sus creencias. Cristo es el mismo ayer, hoy y por siempre. Somos los herederos verdaderos de la fe una vez dada a los santos (Judas 3).

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