Iglesias Cristianas de Dios

 

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La Ley y el Quinto Mandamiento

 

(Edición 2.0 19981008-19990526-20120522-20120804)

 

 

Está escrito: Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. El Quinto Mandamiento es el primer mandamiento con promesa y forma la base de la sociedad. Es el primero de la secuencia de mandamientos que forman el Segundo Gran Mandamiento, esto es: amar al prójimo como a uno mismo.

 

 

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(rev. 2012)

 

 

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La Ley y el Quinto Mandamiento

 


El Quinto Mandamiento está en Éxodo 20:12.

Éxodo 20:12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. (RV)

 

Deuteronomio 5:16 Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da. (RV)

 

El quinto mandamiento es el primer mandamiento con una promesa. Es el primer mandamiento, o punto del comienzo, para el Segundo Gran Mandamiento: amar al prójimo como a uno mismo.

Mateo 19:18-19  Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. 19 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (RV)

 

Como todos los mandamientos, es reforzado por el Nuevo Testamento.

Efesios 6:1 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. (RV)

 

Colosenses 3:20 Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. (RV)

 

La Familia como la Base de la Sociedad

La creación fue basada alrededor de la familia desde el Jardín del Edén (vea los artículos La Doctrina del Pecado Original, Parte 1: El Jardín del Edén [246] y La Doctrina del Pecado Original, Parte 2: Las Generaciones de Adán [248]). La familia forma el bloque central de la estructura de la sociedad. La familia humana fue hecha a la imagen de Dios y fue proyectada para multiplicarse y extender la imagen de Dios y llegar a ser un templo para Dios (ver Gén. 1:27-30; Gén. 2:7,18).

 

El padre es la fuerza de la casa como es la mujer. La mujer tiene igual y gran responsabilidad por la función interna de la familia, como nosotros vemos en Proverbios 31:10-31. El padre también tiene responsabilidad por la función de la familia, como relaciona con la sociedad. La función de Proverbios 31 es demostrar la función pareja y ordenada de la familia y la sociedad y como esto también se relaciona con la estructura espiritual de la iglesia. Tal como la mujer es para la familia, así también es la iglesia para Cristo y ambos para Dios (también vea el artículo Proverbios 31 [114]).

 

La familia tiene también responsabilidad extendida bajo la ley que no debe ser abdicada o asumida ligeramente. Por esta razón, la marca de esclavitud es un defecto en la sociedad, manifestada por una horadación en la oreja (Éxodo 21:6). De la misma manera la cabeza de la casa lleva responsabilidad bajo la ley (Éxodo 22:8). En todo esto somos niños del Altísimo e hijos de Dios. ¿No está escrito: yo dije, vosotros sois dioses e hijos todos del Altísimo? y la Escritura no puede ser quebrantada (vea Salmo 82:1-6; Juan 10:35).

Salmo 82:1-6  Dios está en la reunión de los dioses; En medio de los dioses juzga. 2 ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, Y aceptaréis las personas de los impíos? Selah 3 Defended al débil y al huérfano; Haced justicia al afligido y al menesteroso. 4 Librad al afligido y al necesitado; Libradlo de mano de los impíos. 5 No saben, no entienden, Andan en tinieblas; Tiemblan todos los cimientos de la tierra. 6 Yo dije: Vosotros sois dioses, Y todos vosotros hijos del Altísimo; (RV)

La estructura completa es como una familia de hijos de Dios, espiritual y física.

 

Toda la creación está sujeta al hombre como una familia, dentro del plan de Dios (Gén. 1:28). Así también hay orden en la familia, como hay en la familia de Dios.

1Pedro 3:1-7 Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, 2 considerando vuestra conducta casta y respetuosa. 3 Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, 4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. 5 Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos; 6 como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza. 7 Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo. (RV)

 

La desobediencia a los padres también tiene una promesa.

Proverbios 30:17 El ojo que se burla de su padre y menosprecia la enseñanza de la madre, sáquenlo los cuervos de la cañada y devórenlo las crías del águila. (RV)

 

La familia se convierte en la base de sociedad. El orden de la sociedad está en la familia a través de la gracia y apariencia que Dios nos envió en Su imagen, esto es, su hijo Jesús Cristo.

Tito 2:1-15 Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina. 2 Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia. 3 Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; 4 que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 5 a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. 6 Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; 7 presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, 8 palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros. 9 Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones; 10 no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador. 11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. 15 Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie. (RV)

De esta manera, los padres están para guardar y proveer a sus hijos y ver hacia el futuro, y no atrás hacia el pasado.

2Corintios 12:14 He aquí, por tercera vez estoy preparado para ir a vosotros; y no os seré gravoso, porque no busco lo vuestro, sino a vosotros, pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos. (RV)

 

En este tema, hay sólo un primogénito heredero en la familia, sin tener en cuenta cuántas esposas (Deut. 21:15-17).

Deuteronomio 21:15-17 Si un hombre tuviere dos mujeres, la una amada y la otra aborrecida, y la amada y la aborrecida le hubieren dado hijos, y el hijo primogénito fuere de la aborrecida; 16 en el día que hiciere heredar a sus hijos lo que tuviere, no podrá dar el derecho de primogenitura al hijo de la amada con preferencia al hijo de la aborrecida, que es el primogénito; 17 mas al hijo de la aborrecida reconocerá como primogénito, para darle el doble de lo que correspondiere a cada uno de los demás; porque él es el principio de su vigor, y suyo es el derecho de la primogenitura. (RV)

 

En todos esto, los hijos son responsables a los padres y sujetos a la pena de muerte (Deut. 21:18-21). Esta pena de muerte está investida en los padres y después en el estado a través de los superiores y se extiende luego al pueblo.

Deuteronomio 21:18-23 Si alguno tuviere un hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les obedeciere; 19 entonces lo tomarán su padre y su madre, y lo sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar donde viva; 20 y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotón y borracho. 21 Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán, y morirá; así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá, y temerá. 22 Si alguno hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis morir, y lo colgareis en un madero, 23 no dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios te da por heredad. (RV)

 

Vemos ahora que la base de la Sociedad es la familia y la familia es el bloque del edificio de la nación. Toda la disciplina de la sociedad está investida en la familia, como la unidad primaria y el derecho a disciplinar y tomar la vida proviene de y está investida en la familia. Nuestros padres nos dieron vida por matrimonio y procreación, y su participación en la creación, a través del poder del Dios Omnipotente.

 

Mandamiento de ser Santo

En esta manera la familia ejerce en una manera física, la responsabilidad de Dios en la forma espiritual. Nosotros tenemos sólo un Padre.

Malaquías 2:10 ¿No tenemos todos, un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno contra el otro, profanando el pacto de nuestros padres? (RV)

 

Él nos creó y por Su voluntad existimos y fuimos creados:

Apocalipsis 5:8-10  Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; 9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; 10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. (RV)

(Nota: todos los textos se leen y ellos reinarán en la tierra).

 

Él que santifica y los que se santifican tienen un origen.

Hebreos 2:11 Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos, (RV)

 

Nosotros no llamamos a ningún hombre padre porque nuestro Padre es Dios solo en el cielo y Él es nuestro Dios y Padre y el Dios y Padre de Jesús Cristo a quien Él envió.

Mateo 23:9 Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. (RV)

 

Él solo es el objeto de nuestra devoción y nuestra oración.

Mateo 6:1-15 Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. 2 Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 3 Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, 4 para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. 5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. 7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. 8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. 9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, Santificado sea tu nombre. 10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. 14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15 más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas. (RV)

 

Así la relación con el Padre es el objetivo primario, pero sólo a través del Segundo Gran Mandamiento podemos comprender el objeto del Primer Gran Mandamiento, esto es el amor de Dios. Así serás santo y todo lo que hagas será santo, de lo que usted consume hasta lo que usted produce.

Éxodo 22:31 Y fijaré tus límites desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el Éufrates; porque pondré en tus manos a los moradores de la tierra, y tú los echarás de delante de ti. (RV)

 

Levítico 11:44 Porque yo soy Jehová vuestro Dios; vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo; así que no contaminéis vuestras personas con ningún animal que se arrastre sobre la tierra. (RV)

 

La persona es Santa y no debe ser corrompida, porque fue Dios quien nos redimió para ser Santos.

Levítico 11:45 Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: seréis, pues, santos, porque yo soy santo. (RV)

  

Levítico 20:26 Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos. (RV)

 

Propósito de la Creación de la Humanidad

 

La Familia Santa

De esta manera la familia es Santa. La nación es de Dios y el reino es establecido para Cristo en la línea de David para siempre. Nosotros somos de esa casa como una familia y esa familia es gobernada por jueces bajo la casa de David que es del Mesías y el sacerdocio de Melquisedec. Porque Mi rey es rectitud (Melchizedec) o Mi Señor es rectitud (Adonizedek) es para siempre el título hereditario del rey de Jerusalén (vea Génesis 14:18; Salmo 110:4 y Josué 10:1 y también The Dead Sea Scrolls in English (Los Pergaminos del Mar Muertos en inglés) de G. Vermes; re Melchizedec y su significado).

2Samuel 7:10-16  Además, yo fijaré lugar a mi pueblo Israel y lo plantaré, para que habite en su lugar y nunca más sea removido, ni los inicuos le aflijan más, como al principio, 11 desde el día en que puse jueces sobre mi pueblo Israel; y a ti te daré descanso de todos tus enemigos. Asimismo Jehová te hace saber que él te hará casa. 12 Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. 13 El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino. 14 Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres; 15 pero mi misericordia no se apartará de él como la aparté de Saúl, al cual quité de delante de ti. 16 Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente. (RV)

 

El Mesías así recibió una paternidad sobre los hijos de los hombres, como hijos de Dios.

Isaías 9:6-7 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. 7 Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto. (RV)

 

Él será llamado el hijo de Dios.

Lucas 1:32-35 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. 34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. 35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. (RV)

 

La justicia es establecida con él para la familia de los hombres (Isaías 11:4-5) en la simiente de Abraham (Gálatas 3:6, 9). Él es elegido heredero de todas las cosas, habiendo sido enviado para hablar a los hombres (Hebreos 1:1-2) y confirmará la inmutabilidad de su consejo con un juramento (Hebreos 6:17). Es por fe que nosotros fuimos advertidos de Dios a través de Noé en las Primeras generaciones, para la salvación de la casa de Dios, y por el Hijo en las Segundas generaciones de Adán y, por fe, nosotros seguimos su consejo (Hebreos 11:7). Si nosotros somos de Cristo por fe, entonces nosotros somos de Abraham y herederos según la promesa (Gálatas 3:16, 29), siendo también hijos de Adán e hijos de Dios (Lucas 3:38).

 

En el primer Adán llevamos la imagen terrenal. En el segundo Adán nosotros llevamos la imagen celestial (1Cor. 15:45-49).

1Corintios 15:45-49 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. 46 Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. 47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. 48 Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. 49 Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial. (RV)

(Vea Mateo 28:18-19; Ezequiel 21:27)

 

Su familia es nuestra familia porque nosotros hacemos la voluntad de Dios (Juan 19:25-27). Así también la familia está en dos niveles, una física o terrenal y una espiritual o familia celestial.

Mateo 12:46-50 Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. 47 Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. 48 Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? 49 Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. 50 Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre. (RV)

  

No somos así los hijos de la esclava sino hijos de la verdadera línea y así los herederos (Génesis 21:10; 25:1-6). Esta distinción es de la línea de la fe en la herencia de Dios establecida en la ley, como una distinción para separar al infiel.

Levítico 25:45-46 También podréis comprar de los hijos de los forasteros que viven entre vosotros, y de las familias de ellos nacidos en vuestra tierra, que están con vosotros, los cuales podréis tener por posesión. 46 Y los podréis dejar en herencia para vuestros hijos después de vosotros, como posesión hereditaria; para siempre os serviréis de ellos; pero en vuestros hermanos los hijos de Israel no os enseñorearéis cada uno sobre su hermano con dureza. (RV)

 

Así el establecimiento físico de la nación precede al espiritual y la distinción es establecida para mostrar que solo por salvación y entrada a la nación por todas las naciones, todos los hombres entraran en la vida eterna.

 

Para que podemos hacer eso, un período de entrenamiento es establecido bajo Mesías y el sacerdocio nuevo (vea Apo. 20:1-9). En ese día seremos como dioses, como el Ángel de Yahovah en nuestra cabeza. Y su simiente se establecerá para siempre (Salmo 89:4).

Zacarías 12:8 En aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalén; el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos. (RV)

 

Después de la segunda resurrección y del período de entrenamiento de todos los seres (Isaías 65:20), nosotros todos, todos y cada ser, seguiremos nuestro destino final. Dios luego se volverá todo en todos y nosotros seremos el lugar de la morada de Dios, como el Templo de Dios para siempre.

Efesios 4:6 un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. (RV)

 

Éste es el resultado final de lo que Dios llegará a ser (Éx. 3:14).

  

Santificación y Limpieza

En este proceso seremos santificados y limpiados. Hay una extensa legislación en la materia. La legislación involucra la limpieza de los pueblos y del planeta y su ambiente.

 

Las leyes de los alimentos se encuentran en Levítico 11:1-47 y Deuteronomio 14:1-21 (ver el artículo Las Leyes de los Alimentos [015]).

 

La nación y las personas fueron santificadas y colocadas aparte a fin de que Dios pudiera venir a ellas. Sin embargo, en la nación física, Él puso límites y habló a través del Ángel de Yahovah. Estos límites se enlistaron en Éxodo 19:10-25. El texto completo debe ser leído en el séptimo año. Estos límites representaron la manera en la que Dios operaría a través de la nación y luego a través de la iglesia. La ley se dio originalmente a los setenta y luego a la nación. Las personas fueron santificadas primero y este proceso de santificación es emprendido por la iglesia y nación en una base anual, desde el Primer Día del Año Sagrado. Procede al Séptimo Día del Primer mes en que se santifican los simples y los erróneos (ver los artículos Santificación del Templo de Dios [241] y Las Fiestas de Dios y como ellas se relacionan con la Creación [227]). La distinción fue hecha para mostrar a la nación que había un proceso distinto por el cual ellos podrían acercarse de Dios. Ese proceso fue puesto en su lugar por el Mesías en la Iglesia, a través del bautismo del Espíritu Santo.

 

Así la santificación es una parte del proceso de hacer santo uno mismo, como un receptáculo para el Dios viviente.

Levítico 20:7 Santificados, pues, y sed santos, porque yo Jehová soy vuestro Dios. (RV)

 

Establecimiento de la Autoridad

Dios ha establecido su autoridad en la tierra, a través de Sus líderes señalados. Dios habló a través de intermediarios con sus siervos los profetas (ver Éxodo 31:1). Esta actividad se hace luego también en sucesión de autoridad desde los profetas de Dios hasta los líderes de las naciones.

Éxodo 4:11-23  Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? 12 Ahora, pues, vé, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar. 13 Y él dijo: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar. 14 Entonces Jehová se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y he aquí que él saldrá a recibirte, y al verte se alegrará en su corazón. 15 Tú hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer. 16 Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás para él en lugar de Dios. 17 Y tomarás en tu mano esta vara, con la cual harás las señales. 18 Así se fue Moisés, y volviendo a su suegro Jetro, le dijo: Iré ahora, y volveré a mis hermanos que están en Egipto, para ver si aún viven. Y Jetro dijo a Moisés: Vé en paz. 19 Dijo también Jehová a Moisés en Madián: Vé y vuélvete a Egipto, porque han muerto todos los que procuraban tu muerte. 20 Entonces Moisés tomó su mujer y sus hijos, y los puso sobre un asno, y volvió a tierra de Egipto. Tomó también Moisés la vara de Dios en su mano. 21 Y dijo Jehová a Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo. 22 Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito. 23 Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito. (RV)

 

Dios determina a los líderes de Israel.

Números 27:12-23  Jehová dijo a Moisés: Sube a este monte Abarim, y verás la tierra que he dado a los hijos de Israel. 13 Y después que la hayas visto, tú también serás reunido a tu pueblo, como fue reunido tu hermano Aarón. 14 Pues fuisteis rebeldes a mi mandato en el desierto de Zin, en la rencilla de la congregación, no santificándome en las aguas a ojos de ellos. Estas son las aguas de la rencilla de Cades en el desierto de Zin. 15 Entonces respondió Moisés a Jehová, diciendo: 16 Ponga Jehová, Dios de los espíritus de toda carne, un varón sobre la congregación, 17 que salga delante de ellos y que entre delante de ellos, que los saque y los introduzca, para que la congregación de Jehová no sea como ovejas sin pastor. 18 Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él; 19 y lo pondrás delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la congregación; y le darás el cargo en presencia de ellos. 20 Y pondrás de tu dignidad sobre él, para que toda la congregación de los hijos de Israel le obedezca. 21 El se pondrá delante del sacerdote Eleazar, y le consultará por el juicio del Urim delante de Jehová; por el dicho de él saldrán, y por el dicho de él entrarán, él y todos los hijos de Israel con él, y toda la congregación. 22 Y Moisés hizo como Jehová le había mandado, pues tomó a Josué y lo puso delante del sacerdote Eleazar, y de toda la congregación; 23 y puso sobre él sus manos, y le dio el cargo, como Jehová había mandado por mano de Moisés. (RV)

 

Así el sacerdote del Urim y del Tumim es puesto para aconsejar delante del Señor con el Líder de Israel. El Líder como rey es determinado según las costumbres de las naciones. Cristo, no el hombre, es rey. No obstante, Dios estableció este artículo bajo la ley.

Deuteronomio 17:14-20 Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, y tomes posesión de ella y la habites, y digas: Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores; 15 ciertamente pondrás por rey sobre ti al que Jehová tu Dios escogiere; de entre tus hermanos pondrás rey sobre ti; no podrás poner sobre ti a hombre extranjero, que no sea tu hermano. 16 Pero él no aumentará para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto con el fin de aumentar caballos; porque Jehová os ha dicho: No volváis nunca por este camino. 17 Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe; ni plata ni oro amontonará para sí en abundancia. 18 Y cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de esta ley, del original que está al cuidado de los sacerdotes levitas; 19 y lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra; 20 para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a siniestra; a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel. (RV)

Así sólo una persona de las tribus de Israel puede gobernar sobre Israel. El rey está limitado por las leyes de Dios y sus propias ordenanzas dentro de esas leyes.

 

El convenio de circuncisión estribó con Israel y los profetas estaban obligados a exigirlo bajo pena de sus vidas.

Éxodo 4:25-28  Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre. 26 Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisión. 27 Y Jehová dijo a Aarón: Vé a recibir a Moisés al desierto. Y él fue, y lo encontró en el monte de Dios, y le besó. 28 Entonces contó Moisés a Aarón todas las palabras de Jehová que le enviaba, y todas las señales que le había dado. (RV)

 

El convenio de la Circuncisión apuntó al convenio del Corazón en el Espíritu Santo y así la circuncisión no fue requerida de los Gentiles en conversión. Moisés era incircunciso de labios (Éxodo 6:30) pero él fue sanado y fue hecho un elohim para Faraón (Éxodo 7:1; vea La Ley y el Primer Mandamiento [253] y La Ley y el Segundo Mandamiento [254]).).

 

Esta circuncisión de la familia dada por Abraham y restablecida por Moisés y Josué (ver Josué 5:8; Juan 7:22) apuntó hacia la circuncisión del Espíritu Santo y la responsabilidad del elegido (ver Hechos 7:8; 10:45-11:2). Los Gentiles fueron dispensados del requisito al entrar en la congregación de Israel en el Espíritu Santo. Porque en la ley superior, no es todo circuncidado el que es de Israel y no todo incircunciso está excluido del pacto de la Paternidad de Dios.

Éxodo 12:49 La misma ley será para el natural, y para el extranjero que habitare entre vosotros. (RV)

 

Desde este punto Moisés entonces recogió los ancianos y Moisés y Aarón les hablaron (Éxodo 4:29-31).

Éxodo 4:29-31  Y fueron Moisés y Aarón, y reunieron a todos los ancianos de los hijos de Israel. 30 Y habló Aarón acerca de todas las cosas que Jehová había dicho a Moisés, e hizo las señales delante de los ojos del pueblo. 31 Y el pueblo creyó; y oyendo que Jehová había visitado a los hijos de Israel, y que había visto su aflicción, se inclinaron y adoraron. (RV)

 

La autoridad de la nación es la manera que Dios también trata con Su familia extendida en orden.

Números 12:1-16 María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita. 2 Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová. 3 Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra. 4 Luego dijo Jehová a Moisés, a Aarón y a María: Salid vosotros tres al tabernáculo de reunión. Y salieron ellos tres. 5 Entonces Jehová descendió en la columna de la nube, y se puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a María; y salieron ambos. 6 Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él. 7 No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. 8 Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés? 9 Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos; y se fue. 10 Y la nube se apartó del tabernáculo, y he aquí que María estaba leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa. 11 Y dijo Aarón a Moisés: ¡Ah! señor mío, no pongas ahora sobre nosotros este pecado; porque locamente hemos actuado, y hemos pecado. 12 No quede ella ahora como el que nace muerto, que al salir del vientre de su madre, tiene ya medio consumida su carne. 13 Entonces Moisés clamó a Jehová, diciendo: Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora. 14 Respondió Jehová a Moisés: Pues si su padre hubiera escupido en su rostro, ¿no se avergonzaría por siete días? Sea echada fuera del campamento por siete días, y después volverá a la congregación. 15 Así María fue echada del campamento siete días; y el pueblo no pasó adelante hasta que se reunió María con ellos. 16 Después el pueblo partió de Hazerot, y acamparon en el desierto de Parán. (RV)

El debido ejercicio de la autoridad es de Dios. Por esta razón, la rebelión es como adivinación, porque la rebelión está estableciendo una voluntad en oposición a la voluntad de Dios y por lo tanto es politeísmo (ver 1Samuel 15:23).

 

Ejercicio de Autoridad

Incluso el ungido de Dios fue sujeto a las leyes del quinto mandamiento y su relación a la familia a través del matrimonio, como fueron sus parientes así limitados. Así también vino la sabiduría, como a través de otro sacerdote y profeta. En Éxodo 18:1-27, vemos que Moisés había confiado a su esposa e hijos con su padre de ella, y su suegro a quien él honró. Jetró fue también sacerdote de Madián. Jetró devolvió a su familia y le dio consejo a Moisés en el juicio de Israel y su sistema de justicia y mando.

Éxodo 18:1-27  Oyó Jetro sacerdote de Madián, suegro de Moisés, todas las cosas que Dios había hecho con Moisés, y con Israel su pueblo, y cómo Jehová había sacado a Israel de Egipto. Y tomó Jetro suegro de Moisés a Séfora la mujer de Moisés, después que él la envió, y a sus dos hijos; el uno se llamaba Gersón, porque dijo: Forastero he sido en tierra ajena; y el otro se llamaba Eliezer, porque dijo: El Dios de mi padre me ayudó, y me libró de la espada de Faraón. Y Jetro el suegro de Moisés, con los hijos y la mujer de éste, vino a Moisés en el desierto, donde estaba acampado junto al monte de Dios; y dijo a Moisés: Yo tu suegro Jetro vengo a ti, con tu mujer, y sus dos hijos con ella. Y Moisés salió a recibir a su suegro, y se inclinó, y lo besó; y se preguntaron el uno al otro cómo estaban, y vinieron a la tienda. Y Moisés contó a su suegro todas las cosas que Jehová había hecho a Faraón y a los egipcios por amor de Israel, y todo el trabajo que habían pasado en el camino, y cómo los había librado Jehová. Y se alegró Jetro de todo el bien que Jehová había hecho a Israel, al haberlo librado de mano de los egipcios. Y Jetro dijo: Bendito sea Jehová, que os libró de mano de los egipcios, y de la mano de Faraón, y que libró al pueblo de la mano de los egipcios. Ahora conozco que Jehová es más grande que todos los dioses; porque en lo que se ensoberbecieron prevaleció contra ellos. Y tomó Jetro, suegro de Moisés, holocaustos y sacrificios para Dios; y vino Aarón y todos los ancianos de Israel para comer con el suegro de Moisés delante de Dios. Aconteció que al día siguiente se sentó Moisés a juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde. Viendo el suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta la tarde? Y Moisés respondió a su suegro: Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios. Cuando tienen asuntos, vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas de Dios y sus leyes. Entonces el suegro de Moisés le dijo: No está bien lo que haces. Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo. Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios. Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer. Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez. Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo. Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás sostenerte, y también todo este pueblo irá en paz a su lugar. Y oyó Moisés la voz de su suegro, e hizo todo lo que dijo. Escogió Moisés varones de virtud de entre todo Israel, y los puso por jefes sobre el pueblo, sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez. Y juzgaban al pueblo en todo tiempo; el asunto difícil lo traían a Moisés, y ellos juzgaban todo asunto pequeño. Y despidió Moisés a su suegro, y éste se fue a su tierra. (RSV) 

Moisés actuó para Dios como mediador y los hombres, quienes estaban libres de malversación y corrupción, fueron seleccionados para ser gobernantes sobre las decenas, cincuentenas, centenas y sobre de los miles. Estos hombres llegaron a ser jueces en Israel. Los asuntos demasiado grandes para ellos fueron llevados a autoridades superiores.

 

De esta estructura nosotros vemos a familias puestas en decenas y de decenas a cincuentenas y luego a cientos y después en miles y de allí a los capitanes de los diez miles y las tribus. De las tribus nosotros tenemos los setenta como el concilio de los elohim de Justicia. Así la familia llegó a ser una nación que se volvió una familia de naciones, todos en orden y bajo autoridad que provino de Dios y Su ley.

 

Bajo Su autoridad, nosotros actuamos en Su nombre y entonces obedecemos el tercer mandamiento siguiendo con el primero y el segundo mandamiento. Como los hijos del único y verdadero Dios, llegamos a ser uno verdadero pueblo que a su vez es destinado a volverse dioses, como elohim, en que Eloah es todo en todos. Nosotros somos así el Templo de Dios.

1Corintios 3:16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? (RV)

 

Todos nosotros somos llamados para ser hijos del Dios Viviente.

 

Deuteronomio 6:13 A Jehová tu Dios temerás, y a él solo servirás, y por su nombre jurarás. (RV)

El nombre de Dios es una extensión de Su autoridad entre Su pueblo, espiritual o físico; así el término elohim se aplica al ejército celestial y los jueces y gobernantes de la nación física de Israel.

Deuteronomio 16:18-20  Jueces y oficiales pondrás en todas tus ciudades que Jehová tu Dios te dará en tus tribus, los cuales juzgarán al pueblo con justo juicio. 19 No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos. 20 La justicia, la justicia seguirás, para que vivas y heredes la tierra que Jehová tu Dios te da. (RV)

Habrá justicia en todos nuestros juicios, porque justicia es la rectitud.

 

Los ángeles de Dios son todos llamados Yahovah cuando actúan para Él (ver Génesis 18:3, 27; el termino es aplicado a múltiples seres en el plural a todo lo largo de Génesis 19 por ejemplo). Yahovah también fue usado por los otros dos ángeles que vinieron con el tercer ser llamado Yahovah. Él permaneció con Abraham mientras ellos fueron encontrar Lot a Sodoma, donde estaban de nuevo llamados Yahovah (ver el artículo El Ángel de JHVH [024]). Desde el tiempo de Set, el hijo de Adán, los hombres empezaron a invocar el nombre de Yahovah (Gén. 4:26).

 

Vemos que del tercer mandamiento procedemos luego al cuarto mandamiento como una demarcación de santidad, en tiempo así como de autoridad.

Levítico 19:1-3 Habló Jehová a Moisés, diciendo: 2 Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios. 3 Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis días de reposo guardaréis. Yo Jehová vuestro Dios. (RV)

Del Primer Gran Mandamiento vemos que el quinto está atado a los primeros cuatro mandamientos y fluye de ellos.

 

La autoridad para la resolución del poder para actuar está investida en una persona y no en ambas. Esto es así con Dios y el Ejercito, donde todos actúan bajo la voluntad de un Dios verdadero (Juan 17:3). Cristo no puede hacer nada por sí mismo (Juan 5:30). Esta comprensión es importante para la estructura del Ejército, físico y espiritual. Es también reflejado en las relaciones familiares.

 

Donde hay conflicto, entonces el juramento de la mujer no puede sujetar la familia y la voluntad del marido puede ser usada para romper el juramento, que se puede conducir contrario a los intereses percibidos de la familia. Así también la voluntad de Dios prevalece en el Ejército. Vemos la ley puesta en Números 30:1-16, que debe ser leída en el séptimo año. El marido de una mujer, o padre si ella no tiene ningún marido, puede anular un juramento de la mujer. Si él permanece callado en el día que él lo oyó, entonces está obligado. Si él lo anula, entonces es nulo. Sólo los votos de una viuda hechos después de la muerte de su marido están en su propio derecho.

 

Así una mujer está sujeta a su marido y es tomada de la familia y dada a la familia del marido. Esto representa a los elegidos como la iglesia, quienes son tomados de la tribu del padre y colocados en la tribu del marido, bajo una familia sujeta al único y verdadero Dios. Tal como la cabeza de la mujer es el hombre, así la cabeza de la iglesia es Cristo, bajo el Padre.

 

Así la cabeza de la mujer es el hombre (como una familia) y la cabeza de cada hombre es el Mesías y la cabeza del Cristo ungido es Dios.

1Corintios 11:3 Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. (RV)

 

La familia física se extiende solo hasta la muerte, pero la espiritual es eterna donde nosotros no nos casamos ni damos en el matrimonio, pero somos iguales a, y como un orden de, ángeles (Lucas 20:34-35) como elohim (Zacarías 12:8). Como el Mesías, los ángeles son nuestros hermanos (ver Salmo 22:22; Apo. 3:5 (ver Mateo 10:32; 6:11; 12:10).

 

La Familia como la tribu en Israel

Las familias están organizadas por tribus y también dentro de las agrupaciones tribales. Esto se registra en Números 2:1-33.

Números 2:1-33 Habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo: Los hijos de Israel acamparán cada uno junto a su bandera, bajo las enseñas de las casas de sus padres; alrededor del tabernáculo de reunión acamparán. Estos acamparán al oriente, al este: la bandera del campamento de Judá, por sus ejércitos; y el jefe de los hijos de Judá, Naasón hijo de Aminadab. Su cuerpo de ejército, con sus contados, setenta y cuatro mil seiscientos. Junto a él acamparán los de la tribu de Isacar; y el jefe de los hijos de Isacar, Natanael hijo de Zuar. Su cuerpo de ejército, con sus contados, cincuenta y cuatro mil cuatrocientos. Y la tribu de Zabulón; y el jefe de los hijos de Zabulón, Eliab hijo de Helón. Su cuerpo de ejército, con sus contados, cincuenta y siete mil cuatrocientos. Todos los contados en el campamento de Judá, ciento ochenta y seis mil cuatrocientos, por sus ejércitos, marcharán delante. La bandera del campamento de Rubén estará al sur, por sus ejércitos; y el jefe de los hijos de Rubén, Elisur hijo de Sedeur. Su cuerpo de ejército, con sus contados, cuarenta y seis mil quinientos. Acamparán junto a él los de la tribu de Simeón; y el jefe de los hijos de Simeón, Selumiel hijo de Zurisadai. Su cuerpo de ejército, con sus contados, cincuenta y nueve mil trescientos. Y la tribu de Gad; y el jefe de los hijos de Gad, Eliasaf hijo de Reuel. Su cuerpo de ejército, con sus contados, cuarenta y cinco mil seiscientos cincuenta. Todos los contados en el campamento de Rubén, ciento cincuenta y un mil cuatrocientos cincuenta, por sus ejércitos, marcharán los segundos. Luego irá el tabernáculo de reunión, con el campamento de los levitas, en medio de los campamentos en el orden en que acampan; así marchará cada uno junto a su bandera. La bandera del campamento de Efraín por sus ejércitos, al occidente; y el jefe de los hijos de Efraín, Elisama hijo de Amiud. Su cuerpo de ejército, con sus contados, cuarenta mil quinientos. Junto a él estará la tribu de Manasés; y el jefe de los hijos de Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur. Su cuerpo de ejército, con sus contados, treinta y dos mil doscientos. Y la tribu de Benjamín; y el jefe de los hijos de Benjamín, Abidán hijo de Gedeoni. Y su cuerpo de ejército, con sus contados, treinta y cinco mil cuatrocientos. Todos los contados en el campamento de Efraín, ciento ocho mil cien, por sus ejércitos, irán los terceros. La bandera del campamento de Dan estará al norte, por sus ejércitos; y el jefe de los hijos de Dan, Ahiezer hijo de Amisadai. Su cuerpo de ejército, con sus contados, sesenta y dos mil setecientos. Junto a él acamparán los de la tribu de Aser; y el jefe de los hijos de Aser, Pagiel hijo de Ocrán. Su cuerpo de ejército, con sus contados, cuarenta y un mil quinientos. Y la tribu de Neftalí; y el jefe de los hijos de Neftalí, Ahira hijo de Enán. Su cuerpo de ejército, con sus contados, cincuenta y tres mil cuatrocientos. Todos los contados en el campamento de Dan, ciento cincuenta y siete mil seiscientos, irán los últimos tras sus banderas. Estos son los contados de los hijos de Israel, según las casas de sus padres; todos los contados por campamentos, por sus ejércitos, seiscientos tres mil quinientos cincuenta. Mas los levitas no fueron contados entre los hijos de Israel, como Jehová lo mandó a Moisés. 

Las doce tribus están en cuatro grupos de tres tribus. Estas agrupaciones también tienen importancia para la reorganización.

 

La Biblia declara que las tribus fueron numeradas y registradas. Se dio la herencia de las tribus según el tamaño de la tribu, por el número de nombres de los varones en edad de guerra, que es, de veinte años y más.

Números 26:1-62  Aconteció después de la mortandad, que Jehová habló a Moisés y a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, y le dijo: 2 Haced el censo de toda la congregación de los hijos de Israel, de veinte años para arriba, por las casas de sus padres, de todos los que pueden salir a la guerra en Israel. 3 Moisés y el sacerdote Eleazar hablaron con ellos en los campos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó, y les dijeron: 4 Registraréis a la gente de veinte años para arriba, como mandó Jehová a Moisés. Los hijos de Israel que salieron de tierra de Egipto fueron: 5 Rubén, el primogénito de Israel; los hijos de Rubén: de Enoc, la familia de los enoquitas; de Falú, la familia de los faluitas; 6 de Hezrón, la familia de los hezronitas; de Carmi, la familia de los carmitas. 7 Estas son las familias de los rubenitas; y fueron registrados de ellas 43.730. 8 Los hijos de Falú: Eliab. 9 Y los hijos de Eliab: Nemuel, Datán y Abiram. Estos Datán y Abiram fueron los del consejo de la congregación que se rebelaron contra Moisés y Aarón con el grupo de Coré, cuando este se rebeló contra Jehová. 10 La tierra abrió su boca y se los tragó junto con Coré; así murió aquel grupo, cuando el fuego consumió a doscientos cincuenta hombres, para que sirvieran de escarmiento. 11 Pero los hijos de Coré no murieron. 12 Los hijos de Simeón, por familias: de Nemuel, la familia de los nemuelitas; de Jamín, la familia de los jaminitas; de Jaquín, la familia de los jaquinitas; 13 de Zera, la familia de los zeraítas; de Saúl, la familia de los saulitas. 14 Estas son las familias de los simeonitas: 22.200. 15 Los hijos de Gad, por familias: de Zefón, la familia de los zefonitas; de Hagui, la familia de los haguitas; de Suni, la familia de los sunitas; 16 de Ozni, la familia de los oznitas; de Eri, la familia de los eritas; 17 de Arod, la familia de los aroditas; de Areli, la familia de los arelitas. 18 Estas son las familias de Gad; y fueron registrados de ellas 40.500. 19 Los hijos de Judá: Er y Onán; y Er y Onán murieron en la tierra de Canaán. 20 Y fueron los hijos de Judá, por familias: de Sela, la familia de los selaítas; de Fares, la familia de los faresitas; de Zera, la familia de los zeraítas. 21 Los hijos de Fares fueron: de Hezrón, la familia de los hezronitas; de Hamul, la familia de los hamulitas. 22 Estas son las familias de Judá; y fueron registrados de ellas 76.500. 23 Los hijos de Isacar, por familias; de Tola, la familia de los tolaítas; de Fúa, la familia de los funitas; 24 de Jasub, la familia de los jasubitas; de Simrón, la familia de los simronitas. 25 Estas son las familias de Isacar; y fueron registrados de ellas 64.300. 26 Los hijos de Zabulón, por familias: de Sered, la familia de los sereditas; de Elón, la familia de los elonitas; de Jahleel, la familia de los jahleelitas. 27 Estas son las familias de los zabulonitas; y fueron registrados de ellas 60.500. 28 Los hijos de José, por familias: Manasés y Efraín. 29 Los hijos de Manasés: de Maquir, la familia de los maquiritas; y Maquir engendró a Galaad; de Galaad, la familia de los galaaditas. 30 Estos son los hijos de Galaad: de Jezer, la familia de los jezeritas; de Helec, la familia de los helequitas; 31 de Asriel, la familia de los asrielitas; de Siquem, la familia de los siquemitas; 32 de Semida, la familia de los semidaítas; de Hefer, la familia de los heferitas. 33 Zelofehad hijo de Hefer no tuvo hijos sino hijas. Los nombres de las hijas de Zelofehad fueron Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa. 34 Estas son las familias de Manasés; y fueron registrados de ellas 52.700. 35 Estos son los hijos de Efraín, por familias: de Sutela, la familia de los sutelaítas; de Bequer, la familia de los bequeritas; de Tahán, la familia de los tahanitas. 36 Y estos son los hijos de Sutela: de Erán, la familia de los eranitas. 37 Estas son las familias de los hijos de Efraín; y fueron registrados de ellas 32.500. Estos son los hijos de José, por familias. 38 Los hijos de Benjamín, por familias: de Bela, la familia de los belaítas; de Asbel, la familia de los asbelitas; de Ahiram, la familia de los ahiramitas; 39 de Sufam, la familia de los sufamitas; de Hufam, la familia de los hufamitas. 40 Y los hijos de Bela fueron Ard y Naamán: de Ard, la familia de los arditas; de Naamán, la familia de los naamitas. 41 Estos son los hijos de Benjamín, por familias; y fueron registrados de ellos 45.600. 42 Estos son los hijos de Dan, por familias: de Súham, la familia de los suhamitas. Estas son las familias de los descendientes de Dan. 43 De las familias de los suhamitas fueron registrados 64.400. 44 Los hijos de Aser, por familias: de Imna, la familia de los imnitas; de Isúi, la familia de los isuitas; de Bería, la familia de los beriaítas. 45 Los hijos de Bería: de Heber, la familia de los heberitas; de Malquiel, la familia de los malquielitas. 46 El nombre de la hija de Aser fue Sera. 47 Estas son las familias de los hijos de Aser; y fueron registrados de ellas 53.400. 48 Los hijos de Neftalí, por familias: de Jahzeel, la familia de los jahzeelitas; de Guni, la familia de los gunitas; 49 de Jezer, la familia de los jezeritas; de Silem, la familia de los silemitas. 50 Estas son los descendientes de Neftalí, por familias; y fueron registrados de ellas 45.400. 51 Estos son los registrados de los hijos de Israel: 601.730. 52 Habló Jehová a Moisés y le dijo: 53 Entre estos se repartirá la tierra como heredad, conforme al número de los registrados. 54 A los más numerosos darás mayor heredad; a los menos numerosos, menor heredad. A cada uno se le dará su heredad según el número de los registrados. 55 Pero la tierra será repartida por suertes; heredarán según el número de los registrados por cada tribu paterna. 56 Conforme a la suerte será repartida su heredad entre el grande y el pequeño. 57 Los registrados de los levitas, por familias, son estos: de Gersón, la familia de los gersonitas; de Coat, la familia de los coatitas; de Merari, la familia de los meraritas. 58 Estas son las familias de los levitas: la familia de los libnitas, la familia de los hebronitas, la familia de los mahlitas, la familia de los musitas, la familia de los coreítas. Coat engendró a Amram. 59 La mujer de Amram se llamó Jocabed, hija de Leví, que le nació a Leví en Egipto. Ella le dio de Amram estos hijos: Aarón, Moisés y María, su hermana. 60 A Aarón le nacieron Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar. 61 Pero Nadab y Abiú murieron cuando ofrecieron fuego extraño delante de Jehová.62 De los levitas fueron registrados 23.000, todos hombres de un mes para arriba; porque no fueron registrados entre los hijos de Israel, pues no se les había de dar heredad entre los hijos de Israel. (RV)

 Así las tierras serían divididas por suerte o voto que es a menudo el caso hoy. Así el jubileo involucra redistribución por voto.

 

De estos hombres que fueron numerados en el Sinaí, no había ningún hombre de la numeración en las llanuras de Moab, excepto Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun, porque el Señor dijo que los otros ciertamente morirían en el desierto.

Números 26:63-65 Estos son los contados por Moisés y el sacerdote Eleazar, los cuales contaron los hijos de Israel en los campos de Moab, junto al Jordán frente a Jericó. Y entre éstos ninguno hubo de los contados por Moisés y el sacerdote Aarón, quienes contaron a los hijos de Israel en el desierto de Sinaí. Porque Jehová había dicho de ellos: Morirán en el desierto; y no quedó varón de ellos, sino Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun. (RSV)

Esto apuntaba hacia aquellos que no quisieron entrar en la tierra prometida del bautismo en el Espíritu Santo durante los cuarenta jubileos en el desierto, desde la muerte del Mesías al segundo Adviento. Aquellos que no se arrepintieron y aceptaron el bautismo no tienen entrada a Israel y la herencia de Dios. Han caído en el desierto. Estas personas, aun cuando son de las tribus, serán tomadas en la familia de Dios en la segunda resurrección.

 

Obediencia a la Ley

Así la nación es puesta en orden por familias.

Números 2:34 E hicieron los hijos de Israel conforme a todas las cosas que Jehová mandó a Moisés; así acamparon por sus banderas, y así marcharon cada uno por sus familias, según las casas de sus padres. (RV)

 

La expiación es según las casas por familias.

Éxodo 12:3 Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia. (RV)

 

A través de la obediencia a las Leyes de Dios, las familias y la nación son preservadas. A ninguna nación le es permitido ser idólatra y la nación de Israel es esencial en esta ley. Por esto las familias son protegidas, tanto de hombre como bestia.  

Éxodo 23:24-26 No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrarás totalmente sus estatuas. 25 Mas a Jehová vuestro Dios serviréis y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti. 26 No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo completaré el número de tus días. (RV)

 

El castigo para la idolatría es cautividad y destrucción de la descendencia y la nación (cf. Amos 5:25-27; ver La Ley y el Segundo Mandamiento [254]).

 

La Ley es enseñada y obedecida desde la infancia por las familias.

Deuteronomio 32:46 y les dijo: Aplicad vuestro corazón a todas las palabras que yo os testifico hoy, para que las mandéis a vuestros hijos, a fin de que cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley. (RV)

 

Así luego la vida del individuo es prolongada dentro de la familia y la nación.  

Deuteronomio 32:47 Porque no os es cosa vana; es vuestra vida, y por medio de esta ley haréis prolongar vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán, para tomar posesión de ella. (RV)

 

Éste es el tema central de la ley y los profetas. La ley no puede ser interpretada por tradición (Marcos 7:10-13) pero si según la palabra escrita de Dios, hablada a través de Sus siervos los profetas.

 

Limitación de la Autoridad del Hombre

Todo poder y autoridad, incluyendo la del Mesías, fue y es de Dios, como es la sabiduría y entendimiento (ver Mateo 21:23; Salmo 62:11).

Daniel 2:20-22  Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría. 21 El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. 22 El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz. (RV)

 

El Altísimo da autoridad a quien Él quiere (Daniel 4:25). Esto puede darse a los Gentiles, o al Ejercito caído, o a los Hijos de Dios (Deut. 32:8). Por consiguiente, todos los hombres deben obedecer a la autoridad conforme a la ley (Rom. 13:1).

  

Dios debe ser obedecido en todas las cosas y donde los decretos de los hombres contravienen los decretos de Dios, entonces Dios será obedecido.

Hechos 5:29 Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. (RV)

 

La obediencia a Dios como nuestro Padre está atada a Su ley (Deut. 28:58-59).

  

Cuando la autoridad de Dios es delegada al hombre, y cuando a un rey le es dado gobernar sobre nosotros, entonces esa autoridad no puede ser dada a un forastero (ver Deut. 17:14-20). Ninguna persona es adecuada para gobernar a menos que obedezcan la Ley de Dios. Su descendencia también está atada a esta obediencia.

 

El aviso y el consejo de la familia debe ser buscado (Proverbios 23:22,25). La familia también debe proporcionar corrección temprana y apropiada. La disciplina es la responsabilidad de la familia y no es bondad detener la oportuna corrección por medio del castigo físico con una vara de corrección (Proverbios 13:24; 19:18; 23:13-16; 22:15). La capacidad para aprender de la corrección es una señal de sabiduría (Proverbios 15:32-33).

Proverbios 15:32-33 El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; Mas el que escucha la corrección tiene entendimiento. 33 El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; Y a la honra precede la humildad. (RV)

 

Hebreos 12:11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. (RV)

La corrección dada entrenando al joven será  premiada en el futuro por una conducta correcta. El fracaso para entrenar y corregir al joven verá una sociedad destruida. El problema fundamental con las sociedades del vigésimo siglo se funda en la falta de instrucción bíblica y disciplina en los primeros años y la capacidad del joven siguiendo con su educación.

Proverbios 22:6 Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. (RV)

 

La educación del joven no puede ser delegada a otros con éxito. Es la responsabilidad de los padres educar y disciplinar a sus hijos. Cuando esta responsabilidad está alejada o abandonada, la sociedad empieza a desintegrarse.

Proverbios 29:15 La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre. (RV)

 

Eso es el por qué el divorcio es tan dañino, porque divide las familias y quita la influencia del joven en el sistema de gobierno de Dios.

 

Este sistema de corrección se extiende a todos los niveles y edades en la sociedad.

Proverbios 1:7 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. (RV)

 

La instrucción de las personas viene por medio de las familias y la familia es la depositaria de la ley. Eso es también por qué la ley es requerida ser leída cada año Sabático.

Deuteronomio 4:7-9 Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? 8 Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros? 9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. (RV)

 

Igualmente la orden es repetida por la familia y la casa (ver Prov. 4:10).

Deuteronomio 6:6-7 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. (RV)

 

Esta enseñanza de la ley se hace luego cada siete años, también como nación (Deut. 31:10-13). Esta lectura actúa como el control importante en toda actividad.

  

La protección del medio ambiente también está atada en las leyes con respecto a la familia y linaje de animales y vendrá longevidad de la obediencia (Deut. 22:6-7). Esto también es lo mismo si los animales son salvajes o domésticos.

Levítico 22:28 Y sea vaca u oveja, no degollaréis en un mismo día a ella y a su hijo. (RV)

 

Esto también se extiende al guisar un cabrito en la leche de su madre. Esta forma específica de cocinar fue prohibida, porque ataca al propio concepto de familia, pero también parece haber tenido alguna relación con los cultos de fertilidad y los cultos de los misterios.

Éxodo 23:19 Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Jehová tu Dios. No guisarás el cabrito en la leche de su madre. (RV)

 

La estructura entera de la Ley debe ser guardada para que el individuo y la familia puedan resistir (Deut. 4:20).

Deuteronomio 5:29 ¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre! (RV)

  

El mandamiento de actuar como una nación ante Dios, también se extiende a las tierras que el Señor te dará.

Deuteronomio 7:12-26 Y por haber oído estos decretos, y haberlos guardado y puesto por obra, Jehová tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres. 13 Y te amará, te bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría. 14 Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus ganados. 15 Y quitará Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren. 16 Y consumirás a todos los pueblos que te da Jehová tu Dios; no los perdonará tu ojo, ni servirás a sus dioses, porque te será tropiezo. 17 Si dijeres en tu corazón: Estas naciones son mucho más numerosas que yo; ¿cómo las podré exterminar? 18 No tengas temor de ellas; acuérdate bien de lo que hizo Jehová tu Dios con Faraón y con todo Egipto; 19 de las grandes pruebas que vieron tus ojos, y de las señales y milagros, y de la mano poderosa y el brazo extendido con que Jehová tu Dios te sacó; así hará Jehová tu Dios con todos los pueblos de cuya presencia tú temieres. 20 También enviará Jehová tu Dios avispas sobre ellos, hasta que perezcan los que quedaren y los que se hubieren escondido de delante de ti. 21 No desmayes delante de ellos, porque Jehová tu Dios está en medio de ti, Dios grande y temible. 22 Y Jehová tu Dios echará a estas naciones de delante de ti poco a poco; no podrás acabar con ellas en seguida, para que las fieras del campo no se aumenten contra ti. 23 Mas Jehová tu Dios las entregará delante de ti, y él las quebrantará con grande destrozo, hasta que sean destruidas. 24 Él entregará sus reyes en tu mano, y tú destruirás el nombre de ellos de debajo del cielo; nadie te hará frente hasta que los destruyas. 25 Las esculturas de sus dioses quemarás en el fuego; no codiciarás plata ni oro de ellas para tomarlo para ti, para que no tropieces en ello, pues es abominación a Jehová tu Dios; 26 y no traerás cosa abominable a tu casa, para que no seas anatema; del todo la aborrecerás y la abominarás, porque es anatema. (RV)

Estos mandamientos fueron dados a Israel, porque la descendencia de Canaán era maldita por idolatría.

 

La estructura entera de la familia y la nación y la ley miraron hacia el Mesías y la familia es la oveja de su redil.

Juan 10:7-16  Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. 11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. 12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. 13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. 14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. 16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. (RV)

Así la estructura entera de la familia y la ley apuntan hacia una nación, como Israel, bajo Dios, con el Mesías a su cabeza.

 

Desobediencia a la Ley

La desobediencia en la familia bajo la ley se castigaba con muerte (Deut. 21:18-23), como hemos visto anteriormente. Así la pena de muerte es castigo en la mano de los padres en el primer lugar y a la mano del testigo en el segundo lugar (Deut. 17:6-7). Ninguna persona puede ponerse a la muerte excepto en mano de dos testigos.

Deuteronomio 17:6-7 Por dicho de dos o de tres testigos morirá el que hubiere de morir; no morirá por el dicho de un solo testigo. 7 La mano de los testigos caerá primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo; así quitarás el mal de en medio de ti. (RV)

 

La familia es determinada bajo la ley y se prohíben las rameras y la sodomía en la familia, y se prohíben los beneficios de eso a la Casa de Dios. Ninguna prostituta o sodomita (ni fondos de su contratación) puede entrar en el Templo y reino de Dios.

Deuteronomio 23:17-18  No haya ramera de entre las hijas de Israel, ni haya sodomita de entre los hijos de Israel. 18 No traerás la paga de una ramera ni el precio de un perro a la casa de Jehová tu Dios por ningún voto; porque abominación es a Jehová tu Dios tanto lo uno como lo otro. (RV)

 

La familia entera es responsable de la administración de la ley y la pena de muerte.

Deuteronomio 13:6-10 Si te incitare tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo, tu hija, tu mujer o tu amigo íntimo, diciendo en secreto: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ni tú ni tus padres conocisteis, 7 de los dioses de los pueblos que están en vuestros alrededores, cerca de ti o lejos de ti, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo de ella; 8 no consentirás con él, ni le prestarás oído; ni tu ojo le compadecerá, ni le tendrás misericordia, ni lo encubrirás, 9 sino que lo matarás; tu mano se alzará primero sobre él para matarle, y después la mano de todo el pueblo. 10 Le apedrearás hasta que muera, por cuanto procuró apartarte de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre; (RV)

 

El Mesías nos mostró la visión correcta de la ley, en que la ley también es quebrantada y pervertida por las tradiciones de los Fariseos y las escuelas rabínicas. Estos vienen bajo el mismo título como los destructores de la ley.

Marcos 7:6-13  Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí. 7 Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. 8 Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes. 9 Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. 10 Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. 11 Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte, 12 y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre, 13 invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a estas. (RV)

Por esta razón, Judá y Leví han dejado destruirse ahora para siglos, y todavía no oyen la palabra del Dios Viviente, pero hacen los mandamientos como nada por cuenta de las tradiciones de los hombres (Deut. 28:58-68).

 

Autoridad en la Familia

La autoridad de la familia está puesta bajo el padre como es la casa de Dios. Hemos visto por esta razón que el juramento de un hombre a Dios está ligando, y el juramento de una mujer es sujeto al consentimiento de su marido. El padre y, después en matrimonio, el marido pueden repudiar el juramento de la hija o esposa, si es contrario a su autoridad y responsabilidades. Ésta es una de las razones que Adán fue juzgado responsable por los pecados de Eva también. Cristo es responsable para presentarnos a Dios sin mancha o deshonra. Esto viene de la ley de las ofrendas.

Levítico 22:19-20  para que sea aceptado, ofreceréis macho sin defecto de entre el ganado vacuno, de entre los corderos, o de entre las cabras. 20 Ninguna cosa en que haya defecto ofreceréis, porque no será acepto por vosotros. (RV)

 

Somos los primeros frutos de la Cosecha de Dios. Como Cristo fue sin mancha, también debemos ser nosotros sin mancha, como esposas del Novio, vestidas de blanco en la sangre del cordero (ver Daniel 11:35; Apo. 3:18; 6:11; 7:13-14; 15:6-7; 19:7-10).

 

Todas estas responsabilidades son establecidas en la familia y con los padres en el primer caso. De esta manera Dios es responsable en proveer para Sus hijos bajo Sus propias Leyes. Así Él provee para todos los Ejércitos dentro de Su Omnisciencia y Omnipotencia y dentro de Su voluntad y Amor Perfecto. Un ser que no conoce todo el futuro no puede ser Dios. Por consiguiente, Dios, siendo Omnisciente, ha mantenido a Sus hijos en Su Amor Perfecto, representado por la Ley y los Dos Grandes Mandamientos (ver Números 30:1-16 y el artículo La Oveja Perdida y el Hijo Pródigo [199]).

 

La autoridad de la familia es investida en la cabeza. Por lo tanto, los votos de una mujer pueden ser anulados por la cabeza de la casa, donde hay un conflicto percibido con el interés de la familia. El silencio es tomado para ser confirmación de la decisión o contrato (Núm. 30:1-16 arriba).

 

Los votos a Dios a través de la iglesia, son obligatorios y castigados con muerte, si se hicieron a través del Espíritu Santo, como fue el caso con Ananías y su esposa Safira, quienes fueron los dos consintiéndose parte del voto (Hechos 5:1-10).

 

Responsabilidad en la Familia

Los padres son responsables de proveer para la familia. Él que no provee las necesidades de su propia familia es peor que un infiel. La responsabilidad es investida en el padre en el primer caso y la madre por la segunda y luego los abuelos en la tercera y luego a la familia extendida o la iglesia.

1Timoteo 5:1-16 No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos; 2 a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza. 3 Honra a las viudas que en verdad lo son. 4 Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan éstos primero a ser piadosos para con su propia familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios. 5 Más la que en verdad es viuda y ha quedado sola, espera en Dios, y es diligente en súplicas y oraciones noche y día. 6 Pero la que se entrega a los placeres, viviendo está muerta. 7 Manda también estas cosas, para que sean irreprensibles; 8 porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo. 9 Sea puesta en la lista sólo la viuda no menor de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido, 10 que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra. 11 Pero viudas más jóvenes no admitas; porque cuando, impulsadas por sus deseos, se rebelan contra Cristo, quieren casarse, 12 incurriendo así en condenación, por haber quebrantado su primera fe. 13 Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran. 14 Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa; que no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia. 15 Porque ya algunas se han apartado en pos de Satanás. 16 Si algún creyente o alguna creyente tiene viudas, que las mantenga, y no sea gravada la iglesia, a fin de que haya lo suficiente para las que en verdad son viudas, (RV)

La palabra nieto (v. 4) es del griego ekgonos, que es traducida sobrinos en la KJV. Al momento que esto fue traducido al español era común usar la palabra sobrinos cuando se refería a los nietos. (cf. Shakespeare’s Othello).

 

La familia es la que provee, pero la iglesia es la familia última y fuente de ayuda. Es la responsabilidad de las mujeres más jóvenes casarse y aumentar las familias cuando ellas son bendecidas.

 

Derecho a la vida en la familia

La responsabilidad de proteger la vida en la familia está investida en los padres y a menudo esta responsabilidad es apoyada por Dios, como nosotros vemos de Éxodo 2:1-10.

Éxodo 2:1-10 Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví, la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses. Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río. Y una hermana suya se puso a lo lejos, para ver lo que le acontecería. Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase. Y cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los hebreos es éste. Entonces su hermana dijo a la hija de Faraón: ¿Iré a llamarte una nodriza de las hebreas, para que te críe este niño? Y la hija de Faraón respondió: Ve. Entonces fue la doncella, y llamó a la madre del niño, a la cual dijo la hija de Faraón: Lleva a este niño y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño y lo crió. Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija de Faraón, la cual lo prohijó, y le puso por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué. (RSV)

El dios de este mundo busca la vida de los elegidos. Él trató de destruir a Moisés y los hijos de Israel (Éxodo 2:1-10). De igual manera, él trató de destruir al Mesías (Mateo 2:1-23). Él todavía trata de destruir a la nación y la Iglesia, que es Israel (Apo. 12:13-18).

 

Es la responsabilidad de la familia de proteger la vida de la nación. Dios levantará nuestra salvación. El Mesías volverá para salvar a aquellos que ávidamente lo esperan. Hasta ese tiempo, la iglesia es probada y se refina en el fuego de la persecución. Cualquier hijo que amenaza la vida de un padre o madre decomisa su propia vida desde los textos anteriores. Esto también es examinado en el artículo La Ley y el Sexto Mandamiento [259].

 

Interacción Social

Y ambos en la familia y dentro de la sociedad en el segundo caso.

Éxodo 21:17 Igualmente el que maldijere a su padre o a su madre, morirá. (RV)

 

Levítico 20:9 Todo hombre que maldijere a su padre o a su madre, de cierto morirá; a su padre o a su madre maldijo; su sangre será sobre él. (RV)

 

Esta orden se repite por tercera vez para enfatizar su importancia.  

Deuteronomio 27:16 Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre. Y dirá todo el pueblo: Amen. (RV)

 

Recíprocamente la edad también será respetada.

Levítico 19:32  Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová. (RV)

 

Protección de los Extranjeros

Los hijos de Jacob fueron setenta almas. Bajo Moisés estos ancianos representaron a los hijos de Jacob y el gobierno de Israel. Desde el Mesías vinieron los setenta y los demonios estaban sujetos a ellos, como los ancianos de la iglesia quien es el Israel espiritual y el resultado final del gobierno de Dios (Éx. 1:1-22). Por esta razón los hijos de Dios son perseguidos por el dios de este mundo y su sistema. Su protección es premiada por Dios, como vemos premiadas a las parteras. El premio por esta protección también se da en la parábola de las ovejas y las cabras (Mateo 25:31-46).

 

Protección de la Familia como una entidad geográfica

La familia es la base del grupo Tribal que es una estructura familiar extendida. Las tribus van a constituir la nación. Las tribus son protegidas en sus tierras bajo las leyes de Dios. La protección de las tribus se registra en Números 27:1-11 (para ser leído cada año Sabático por completo) en la historia con respecto a las hijas de Zelofehad. Zelofehad murió en el desierto en su propio pecado y no tuvo ningún hijo. Su herencia fue protegida y pasó a sus hijas que tenían la herencia en su propio derecho, pero no podían casarse fuera de la tribu. Esto también refleja en la conversión y la herencia del elegido. La herencia debía quedarse dentro de la familia y pasar al pariente más próximo y esto es un estatuto de juicio en Israel.

 

Así también aquellos con herencia en la tribu deberán casarse en esa tribu y así la familia y la tribu estarán protegidas. (Números 36:1-12). De esta manera la familia, desde la familia real hacia abajo, estará protegida y todas las tierras serán guardadas bajo el sistema de jubileo (Eze. 46:16-18). Nada debe ser tomado de opresión y la estructura está en curso.

 

Protección de Viudas y Huérfanos

Dios es el Protector del indefenso y la retribución se lleva a cabo por Dios.

Juan 19:26 Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. (RV)

 

La iglesia es así el depósito de la responsabilidad de la familia. Maríam tenía cuatro hijos y varias hijas cuando Cristo hizo esta declaración a Juan.

Juan 19:27 Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa. (RV)

 

Los hermanos de Cristo entraron en la iglesia y desempeñaron poderosamente como ancianos de la iglesia, pero eso no afecto el punto hecho aquí.

 

Salmo 68:5-6  Padre de huérfanos y defensor de viudas Es Dios en su santa morada. 6 Dios hace habitar en familia a los desamparados; Saca a los cautivos a prosperidad; Mas los rebeldes habitan en tierra seca. (RV)

 Dios tomara la causa de la viuda y del huérfano (ver Isaías 10:2 ff; Jeremías 49:11). Dios condena la polución de Israel fuertemente a través del profeta Ezequiel. En ese elemento la nación es condenada, porque ellos despreciaron padre y madre y cometieron fornicación y polución espiritual (ver Ezequiel 22:1-16) y por esto Dios esparcirá Israel (ver Deut. 4:27; 28:25, 64).

Éxodo 22:21-24 Y al extranjero no engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. 22 A ninguna viuda ni huérfano afligiréis. 23 Porque si tú llegas a afligirles, y ellos clamaren a mí, ciertamente oiré yo su clamor; 24 y mi furor se encenderá, y os mataré a espada, y vuestras mujeres serán viudas, y huérfanos vuestros hijos. (RV)

 

Protección del Extranjero y del Asalariado como la Familia de Dios

 La ley con respecto a la opresión se extiende a todos los siervos contratados libres y cautivos y a los extranjeros.

Levítico 25:14-17 Y cuando vendiereis algo a vuestro prójimo, o comprareis de mano de vuestro prójimo, no engañe ninguno a su hermano. 15 Conforme al número de los años después del jubileo comprarás de tu prójimo; conforme al número de los años de los frutos te venderá él a ti. 16 Cuanto mayor fuere el número de los años, aumentarás el precio, y cuanto menor fuere el número, disminuirás el precio; porque según el número de las cosechas te venderá él. 17 Y no engañe ninguno a su prójimo, sino temed a vuestro Dios; porque yo soy Jehová vuestro Dios. (RV)

 

Éxodo 23:9 Y no angustiarás al extranjero; porque vosotros sabéis cómo es el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. (RV)

Porque tenemos sólo un Padre y un Dios nos hizo a todos (Mal. 2:10). Dios como Padre salva a los hijos de Israel y los restaura (ver Isaías 49:15-26). Incluso nuestros enemigos deben ser protegidos de su propia negligencia (Éx. 23:5).

 

“Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto”

Deuteronomio 10:18-19 que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido. Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.

 

Levítico 19:33-34 Cuando el extranjero morare con vosotros en vuestra tierra, no le oprimiréis. Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios.

 

Las naciones de los idólatras no se les permite alojarse y deben ser exterminadas absolutamente de entre los hijos de Israel y los hijos del Dios Viviente (Deut. 7:1-26). No son destruidas a causa de la rectitud de Israel, sino debido a su iniquidad (ver Deut. 9:1-29).

Deuteronomio 9:1-29  Oye, Israel: tú vas hoy a pasar el Jordán, para entrar a desposeer a naciones más numerosas y más poderosas que tú, ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; un pueblo grande y alto, hijos de los anaceos, de los cuales tienes tú conocimiento, y has oído decir: ¿Quién se sostendrá delante de los hijos de Anac? Entiende, pues, hoy, que es Jehová tu Dios el que pasa delante de ti como fuego consumidor, que los destruirá y humillará delante de ti; y tú los echarás, y los destruirás en seguida, como Jehová te ha dicho. No pienses en tu corazón cuando Jehová tu Dios los haya echado de delante de ti, diciendo: Por mi justicia me ha traído Jehová a poseer esta tierra; pues por la impiedad de estas naciones Jehová las arroja de delante de ti. No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones Jehová tu Dios las arroja de delante de ti, y para confirmar la palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.  Por tanto, sabe que no es por tu justicia que Jehová tu Dios te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de cerviz eres tú. Acuérdate, no olvides que has provocado la ira de Jehová tu Dios en el desierto; desde el día que saliste de la tierra de Egipto, hasta que entrasteis en este lugar, habéis sido rebeldes a Jehová. En Horeb provocasteis a ira a Jehová, y se enojó Jehová contra vosotros para destruiros. Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua; y me dio Jehová las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios; y en ellas estaba escrito según todas las palabras que os habló Jehová en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea. Sucedió al fin de los cuarenta días y cuarenta noches, que Jehová me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto. Y me dijo Jehová: Levántate, desciende pronto de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido; pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho una imagen de fundición. Y me habló Jehová, diciendo: He observado a ese pueblo, y he aquí que es pueblo duro de cerviz. Déjame que los destruya, y borre su nombre de debajo del cielo, y yo te pondré sobre una nación fuerte y mucho más numerosa que ellos. Y volví y descendí del monte, el cual ardía en fuego, con las tablas del pacto en mis dos manos. Y miré, y he aquí habíais pecado contra Jehová vuestro Dios; os habíais hecho un becerro de fundición, apartándoos pronto del camino que Jehová os había mandado. Entonces tomé las dos tablas y las arrojé de mis dos manos, y las quebré delante de vuestros ojos. Y me postré delante de Jehová como antes, cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo vuestro pecado que habíais cometido haciendo el mal ante los ojos de Jehová para enojarlo. Porque temí a causa del furor y de la ira con que Jehová estaba enojado contra vosotros para destruiros. Pero Jehová me escuchó aun esta vez. Contra Aarón también se enojó Jehová en gran manera para destruirlo; y también oré por Aarón en aquel entonces. Y tomé el objeto de vuestro pecado, el becerro que habíais hecho, y lo quemé en el fuego, y lo desmenucé moliéndolo muy bien, hasta que fue reducido a polvo; y eché el polvo de él en el arroyo que descendía del monte. También en Tabera, en Masah y en Kibrot-hataava provocasteis a ira a Jehová. Y cuando Jehová os envió desde Cades-barnea, diciendo: Subid y poseed la tierra que yo os he dado, también fuisteis rebeldes al mandato de Jehová vuestro Dios, y no le creísteis, ni obedecisteis a su voz. Rebeldes habéis sido a Jehová desde el día que yo os conozco. Me postré, pues, delante de Jehová; cuarenta días y cuarenta noches estuve postrado, porque Jehová dijo que os había de destruir. Y oré a Jehová, diciendo: Oh Señor Jehová, no destruyas a tu pueblo y a tu heredad que has redimido con tu grandeza, que sacaste de Egipto con mano poderosa. Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob; no mires a la dureza de este pueblo, ni a su impiedad ni a su pecado, no sea que digan los de la tierra de donde nos sacaste: Por cuanto no pudo Jehová introducirlos en la tierra que les había prometido, o porque los aborrecía, los sacó para matarlos en el desierto. Y ellos son tu pueblo y tu heredad, que sacaste con tu gran poder y con tu brazo extendido. (RSV)

 

Este conflicto aparente en el intento de la ley, es para el mantenimiento de las relaciones familiares y sociales de la sociedad, predicado en su relación con Dios. La idolatría debe ser exterminada de la sociedad. 

 

La Ley Familiar y el Control Social a través de la Magistratura en Paz y Guerra

La ley familiar es una armazón legal extensa en su propio derecho. Sigue de estos textos y el texto en La Ley y el Séptimo Mandamiento [260] que el divorcio es permitido pero Dios odia el divorcio.

 

El adulterio es razón para el divorcio, y es la contraparte física de idolatría. Malaquías fue enviado a Judá porque la nación había comenzado a introducir un culto extraño en Israel y se había casado a la hija de un dios extraño. Por esta razón los enviaron finalmente a la cautividad. Así el castigo de los individuos es la responsabilidad del padre. El último poder y padre es Dios que castiga la nación como la familia nacional (Mal. 2:10-17).

  

El divorcio se permite a las personas debido a la dureza de sus corazones y la naturaleza no convertida del pensamiento, pero no debe ser así con los elegidos.

 

Por lo tanto, hay dos niveles de matrimonio en la sociedad. El primero está entre los no bautizados, o entre el elegido y el no bautizado, y el segundo está entre dos personas de la fe. Originalmente aparece que la intención de Dios era que el hombre debía tener una esposa (Gén. 2:24) pero esto parece haber sido puesto al lado por los Patriarcas, con el consentimiento de Dios. La estructura del matrimonio ilustra la relación del individuo y la nación a Dios y así la fidelidad es un rasgo del matrimonio sagrado.

 

De la Tora y las interpretaciones sobre esto, incluso Cristo, hay varios aspectos que requieren clarificación con el séptimo mandamiento. La limitación en el número de esposas que un hombre puede tener entre las naciones, es una función de sus propios estatutos. El Corán sigue más la tradición rabínica que pone el número a cuatro (algunos rabinos lo extienden a cinco) para el hombre ordinario y dieciocho para el rey.

 

El Nuevo Testamento pone el límite a una para los ancianos. Ningún hombre puede ser un anciano si él tiene más de una esposa (1Timoteo 3:2; Tito 1:6). Los ancianos deben casarse como el matrimonio es la responsabilidad de todos los hombres bajo el cargo dado a Adán. Así un hombre puede divorciarse y puede volverse a casarse antes de entrar en la iglesia, pero no debe divorciarse una vez que él es parte de la iglesia, excepto por los motivos especificados. Estos son detallados por el Mesías y examinados en el artículo La Ley y el Séptimo Mandamiento [260].

 

La relación a la familia acaba con el matrimonio, y así el consentimiento de los padres se requiere bajo la ley de Dios.

Éxodo 22:16-17  Si alguno engañare a una doncella que no fuere desposada, y durmiere con ella, deberá dotarla y tomarla por mujer. 17 Si su padre no quisiere dársela, él le pesará plata conforme a la dote de las vírgenes. (RV)

Así el consentimiento del padre es requerido para su hija aun cuando ella se compromete bajo la ley.

 

Los votos matrimoniales se desunen en la muerte de uno de los cónyuges (Mateo 22:29-30; Marcos 12:24-25). Se cubren los problemas complejos del matrimonio y divorcio en las leyes sobre el séptimo mandamiento. La familia es el bloque de la nación y también del plan de Dios. El ataque sobre la institución del matrimonio, es un ataque sobre la familia y el plan de Dios. Ninguna persona puede estar en la iglesia y puede desatender las leyes del matrimonio y las obligaciones de la familia. Toda la vida proviene de la unidad familiar y fluye hacia la nación y así también el control de la vida se inviste primero en la familia y luego en la nación.

 

El quinto mandamiento apunta hacia el Mesías que actúa como nuestro padre eterno bajo su Padre eterno, quien es el Dios Todopoderoso y quien solo es inmortal y a quien ningún hombre ha visto alguna vez o puede ver (1Tim. 6:16) o ha oído su voz en cualquier momento (Juan 5:37). Cada padre está de pie en lugar del Mesías y su esposa está de pie en lugar de la iglesia. Ellos son responsables ante Dios de sus cargos. La cabeza de cada hombre es Cristo y la cabeza de Cristo es Dios (1Cor. 11:3; Efe. 5:23).

 

“Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; Cetro de justicia es el cetro de tu reino.  Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros” (Salmo 45:6-7; Hebreos 1:8-9).

  

Para él nosotros aparecemos como la perpetua cabeza de nuestra familia y príncipe de paz. La Biblia nos dice que hay muchas paternidades (Efesios 3:14), y todas bajo el Único Dios Verdadero (Juan 17:3).

 

Somos las novias de Cristo y bajo su dominio, instruiremos el mundo, como nuestra familia, ambos en el sistema Milenario y la Segunda Resurrección (ver Apo. 20:1-15).

 

Sólo entendiendo que somos requeridos a volvernos una familia bajo Dios, con Dios actuando en nosotros como un ser extendido, llamado y actuando como Dios, podemos entender la intención del Segundo Gran Mandamiento: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Ustedes están destinados a volverse Dioses, todos ustedes hijos del Altísimo y la Escritura no puede ser quebrantada (Juan 10:34-35).

 

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